Esta plataforma feminista ha presentado batalla contra las leyes trans, tanto nacional como autonómica. Para la Alianza el sexo no se puede elegir y en modo alguno es un derecho. Foto: EP.
La Alianza Contra el Borrado de las Mujeres pide unidades de apoyo para personas que desisten del cambio de sexo
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10/12/2023 06:30
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Actualizado: 11/12/2023 12:08
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La plataforma feminista Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, que agrupa a cerca de 140 organizaciones de mujeres, ha pedido a la Comunidad de Madrid que aproveche la reforma de la Ley Trans para crear unidades de apoyo para las personas «detranscionadoras», personas que tras haber iniciado un proceso social para su cambio de sexo, de un modo farmacológico o quirúrgico, finalmente desisten y abandonan el proceso.
«Pese a que se haya negado su existencia, las personas que destransicionan existen y su número irá en aumento. Pedimos a las Comunidad de Madrid la creación de Unidades de Atención en las que reciban el apoyo y los cuidados que necesitan«, afirma la Alizana.
Estos casos son cada vez más frecuentes dada la implosión de adolescentes, especialmente chicas, que se autodiagnostican como trans como consecuencia del contagio social, explican.
El pasado lunes, diferentes organizaciones y expertos comparecieron en la Comisión de Familia y Asuntos Sociales de la Asamblea de la Comunidad de Madrid en relación con las modificaciones a la ley trans autonómica.
«Las modificaciones de la Ley de la Comunidad de Madrid son un paso positivo que introduce el principio de prudencia a la hora de tratar la disforia de género en menores y permitirán que profesionales cualificados realicen un acompañamiento que evite decisiones en base al autodiagnóstico del menor o a valoraciones que ignoran la existencia de otras problemáticas que nada tienen que ver con la transexualidad. Problemáticas como los trastornos del espectro autista, entre otras, que han sido señaladas por numerosas investigaciones», subrayan.
PONER FRENO AL CAMBIO DE SEXO DE MENORES
Uno de los objetivos de esta organización feminista es poner freno al modelo que aboga por el cambio de sexo, por la transición temprana como tratamiento para los menores disidentes de género. Consideran que los menores no deben ser dirigidos a tratamientos irreversibles.
Recuerdan que «Ni la Ley Estatal aprobada este año ni la reforma propuesta en la Comunidad de Madrid tienen en cuenta la problemática de las personas que fueron derivadas de forma precipitada e irresponsable a las clínicas o Unidades de ‘identidad de género‘ y que, arrepentidas, deciden interrumpir los tratamientos».
Todas ellas quedan en el más absoluto desamparo, desatendida su salud física y psicológica y expuestas a los ataques y estigmatización social que promueve contra ellas el activismo transgenerista.
Los múltiples testimonios recogidos por las organizaciones como Detrans Voices, Detrans Canada, Post Trans y los ya famosos casos de Keira Bell y Sinead Watson han puesto de manifiesto la falta de atención sanitaria específica y la frivolidad con la que la profesión médica conduce a menores y adolescentes a la transición, apuntan.
Por eso plantean que la Comunidad de Madrid aproveche su reforma para establecer la creación de unidades de apoyo a las necesidades médicas y psicológicas específicas de las personas que destransicionan, dado que actualmente no existe un modelo de atención para ellas.
«Queremos recordar que el apoyo es esencial dado que los efectos de los bloqueadores de la pubertad primero y de las hormonas de sexo cruzado después (cambio de voz, crecimiento del vello corporal, atrofia de genitales…) no favorecen la reversión. Si hay cirugías irreversibles –mastectomías, vaginoplastia, faloplastia, histerectomía, gonadectomía…- el arrepentimiento se puede percibir como inasumible. Y la vuelta atrás es imposible», señalan.
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