Salvador Castillejo, abogado: «La carrera de Derecho y el máster tendrían que tener más prácticas, no se pisan los juzgados»
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04/10/2024 05:35
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Actualizado: 03/10/2024 23:26
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Salvador Castillejo Leonés es socio del despacho Exculpa Abogados. No para de escuchar que la abogacía, al comienzo, es una profesión mal pagada o precaria. Pero «más allá de las condiciones laborales, el verdadero problema se encuentra en el diseño del acceso a la profesión y en la escasa formación práctica que se imparte tanto en el grado en Derecho como en el Máster de Abogacía», cuenta.
En su caso, estudió el doble grado en Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. A nivel teórico salió relativamente satisfecho, pero tocaron de pasada aspectos como la práctica procesal, la elaboración de escritos judiciales o la gestión de clientes.
Él implementaría algo similar a carreras relacionadas con las ciencias donde ya en segundo curso comienzan a ir a los hospitales para aprender de lleno.
Nunca pisó un juzgado en su formación
En su opinión, en Derecho se debería comenzar en tercer y cuarto año a hacer prácticas de verdad en vez de trabajos de media hora con preguntas tipo test. Él, por ejemplo, en los años de formación universitaria no pisó nunca un juzgado. Y ahí es donde considera que es donde más se aprende al ver de primera mano cómo funciona un juicio.
Desde su punto de vista, en las prácticas ajenas a la universidad no siempre se aprende. En su caso, las hizo en «un despacho» que realmente era una administración de fincas y lo único que hacía allí era llamar a los propietarios para pagar las cuotas. «No aprendí y salí al mercado laboral sin saber absolutamente nada, no sabía ni hacer un escrito de personación», cuenta a Confilegal.
«La mayoría de despachos que tienen convenio con las universidades lo que ya quieren es gente formada».
«Hay que hacer una carrera, un máster, te colegias y tienes que esperar además tres años para poder estar en el turno de oficio», detalla. Esto último considera que es algo injusto y «limita el acceso a la profesión» porque, si no tienes «padrino», como era su caso, limita «una manera de comenzar».
Además de prácticas, más orientación
Por otro lado, también ha echado en falta que en la universidad alguien les haya aconsejado sobre las deferentes ramas del Derecho porque no todo es la abogacía. Castillejo Leonés sólo recuerda a un profesor llamado Andrés Rodríguez Benot que «a nivel jurídico es top».
Y es que, según relata, dedicaba en sus clases 10-15 minutos para preguntarles a los alumnos si querían opositar o qué rumbo querían tomar profesionalmente. «Me ayudó mucho cuando acabé el máster. También se encargaba de orientar a la gente que quería opositar, era el único que dedicaba ese tiempo».
Por otro lado, también destaca que «el Máster de Acceso a la Abogacía lo han vendido como una formación práctica». Pero su experiencia no fue así porque fue «un refrito de la carrera y un poquito de deontología, pero ni nos llevaron al juzgado ni nos explicaron temas prácticos».
«Necesitamos replantearnos la formación y la regulación de la profesión para que el acceso no esté vetado a quienes carecen de experiencia simplemente porque nunca se les dio la oportunidad de adquirirla», concluye.
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