La planificación urbanística es vital para prevenir los efectos devastadores de futuras DANAs, según FUNDICOT
La Asociación Interprofesional de Ordenación del Territorio (FUNDICOT) ha emitido un comunicado en respuesta a las recientes inundaciones.

La planificación urbanística es vital para prevenir los efectos devastadores de futuras DANAs, según FUNDICOT

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06/11/2024 10:55
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Actualizado: 06/11/2024 13:46
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La Asociación Interprofesional de Ordenación del Territorio (FUNDICOT) ha hecho un llamamiento, a raíz de la DANA sufrida por la provincia de Valencia, subrayando la urgente necesidad de implementar medidas de ordenación territorial que integren los riesgos naturales en los planes urbanos y de infraestructuras.

Un llamamiento al que también se ha adherido la Asociación Española de Derecho Urbanístico.

FUNDICOT destaca la relevancia de planes como el Plan de Acción Territorial para la Prevención de Riesgos de Inundación (PATRICOVA) en la Comunidad Valenciana, aprobado en 2003 y revisado en 2015. Este plan es un instrumento preventivo clave, orientado a regular la ubicación de nuevos desarrollos mediante cartografías de peligrosidad y una normativa urbanística vinculante y de alcance supramunicipal para zonas afectadas por riesgos de inundación.

La asociación recalca que la actualización continua de estos instrumentos resulta esencial, especialmente en el contexto del cambio climático, que demanda la proyección de escenarios y nuevos periodos de recurrencia adaptados a las actuales condiciones climáticas.

Asimismo, FUNDICOT apunta que, en algunas de las áreas afectadas en la Comunidad Valenciana, existen proyectos y planes sectoriales de infraestructura contra inundaciones que aún no han sido ejecutados. Según la asociación, integrar los riesgos naturales como las inundaciones en una visión territorial integral, que contemple el desarrollo urbano, las infraestructuras, actividades económicas y espacios abiertos, es crucial para un manejo eficaz y preventivo del territorio.

Con esta declaración, FUNDICOT refuerza la necesidad de tomar medidas preventivas basadas en una planificación territorial que reconozca los desafíos crecientes de fenómenos meteorológicos extremos, que afectan no solo a las infraestructuras, sino también a la seguridad y bienestar de las comunidades locales.

Los cauces fluviales no entienden de límites administrativos

Asimismo explica que «si entendemos que los cauces fluviales y los riesgos hidrológicos no entienden de límites administrativos, es razonable considerar que la planificación, a través de instrumentos de ordenación del territorio, puede contribuir a mejorar la seguridad de las personas de cada territorio».

«Además, debe tenderse a una gestión cada vez más dinámica en continua revisión, adecuación y seguimiento. También resulta imprescindible una adecuada gobernanza, a través de la cooperación y coordinación de las diferentes administraciones, agentes públicos y privados que intervienen y desarrollan sus funciones vitales (residencia, trabajo, cuidados, etc.) en el territorio».

La asociación ha manifestado que la planificación, prevención, planes de alarma, de reacción y de emergencias exige una coordinación interadministrativa y con la sociedad civil que debe quedar fuera del conflicto partidista, como verdadera y necesaria cuestión de Estado. 

Ya que, en caso contrario, los efectos y los daños que esto genera, en especial la pérdida de vidas, superan, en mucho, los supuestos costes o efectos económicos de tomar las pertinentes medidas desde las respectivas políticas sectoriales, urbanísticas y territoriales, señalan.

«Es momento de aprender bien esta durísima lección, poner soluciones sobre lo hecho y tenerlo muy en cuenta para nuevos desarrollos de cara al futuro».  

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