Los turismos son el tipo de vehículo más comúnmente registrado a nombre de una mujer. Un 30% de los coches en circulación pertenecen a mujeres, seguidos de ciclomotores y escúteres, con un 20% y un 19%, respectivamente. Foto: Confilegal.
Las mujeres son dueñas de más del 30% de los coches en España
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10/3/2025 05:35
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Actualizado: 09/3/2025 22:42
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La evolución del papel de la mujer en la movilidad motorizada en España refleja no solo cambios en los hábitos de consumo y en la autonomía económica, sino también transformaciones culturales y estructurales en la sociedad.
Según datos de la iniciativa «Estamos Seguros», promovida por UNESPA, el 30% de los turismos en España son propiedad de mujeres, y el 26% del total de conductores habituales de vehículos a motor son mujeres.
Estas cifras, basadas en la información de las pólizas de seguro de automóvil de 2023, evidencian un leve aumento con respecto al año anterior, aunque aún distan de alcanzar la paridad.
Sin embargo, cuando se compara con los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), que señala que el 43% de los conductores con permiso en vigor son mujeres (12,01 millones), surge una disparidad relevante.
Los turismos son el tipo de vehículo más comúnmente registrado a nombre de una mujer. Un 30% de los coches en circulación pertenecen a mujeres, seguidos de ciclomotores y escúteres, con un 20% y un 19%, respectivamente.
Este desfase entre la titularidad del seguro y la posesión del permiso de conducir sugiere que, aunque muchas mujeres están capacitadas para conducir, no todas ejercen esa titularidad, ya sea por motivos económicos, por preferencias personales o por una distribución tradicional del uso del vehículo dentro de los núcleos familiares.
La relación entre la propiedad del vehículo y el género
Un análisis más detallado de la titularidad revela que los turismos son el tipo de vehículo más comúnmente registrado a nombre de una mujer. Un 30% de los coches en circulación pertenecen a mujeres, seguidos de ciclomotores y escúteres, con un 20% y un 19%, respectivamente.
En contraste, la presencia femenina en vehículos pesados y maquinaria industrial sigue siendo marginal, lo que refleja la segmentación persistente en ciertas actividades económicas donde el vehículo es una herramienta de trabajo y donde el acceso femenino ha sido históricamente más limitado.
El fenómeno también tiene un componente generacional. Entre los 18 y los 35 años, las mujeres representan aproximadamente un tercio de los titulares de vehículos, una proporción que ha descendido con el tiempo.
A principios de la década de 2010, esta tasa superaba el 45%, lo que indica una disminución progresiva del interés de las nuevas generaciones por poseer un coche. Este descenso no es exclusivo de las mujeres, sino que afecta al conjunto de los jóvenes, quienes han redefinido su relación con la movilidad en función de nuevas opciones y prioridades.
Factores que influyen en la caída del interés por la propiedad de vehículos
El cambio en la actitud hacia la propiedad de vehículos responde a múltiples factores. En primer lugar, la proliferación de alternativas de movilidad ha reducido la necesidad de poseer un automóvil en propiedad.
Servicios como el transporte público mejorado, los taxis, los VTC, el alquiler de coches por minutos y las bicicletas compartidas han transformado los hábitos de desplazamiento, especialmente en entornos urbanos.
Por otro lado, la propiedad de un coche conlleva costes fijos significativos: financiación, combustible, mantenimiento, impuestos e inspecciones técnicas. A ello se suman las crecientes restricciones a la circulación en las ciudades, con la expansión de zonas de bajas emisiones y la reducción del espacio para estacionamiento.
A principios de la década de 2010, esta tasa superaba el 45%, lo que indica una disminución progresiva del interés de las nuevas generaciones por poseer un coche. Este descenso no es exclusivo de las mujeres, sino que afecta al conjunto de los jóvenes, quienes han redefinido su relación con la movilidad en función de nuevas opciones y prioridades.
Estas medidas, destinadas a fomentar la sostenibilidad, han tenido como efecto colateral un menor incentivo para la compra de vehículos, particularmente entre los más jóvenes.
No obstante, la reducción de la titularidad femenina no es homogénea. En el segmento de mujeres mayores de 65 años, la presencia como titulares ha crecido significativamente en la última década, pasando de 470.000 en 2013 a 1,12 millones en 2023.
Este incremento puede atribuirse a una mayor independencia económica de las mujeres sénior y a cambios en la estructura familiar, donde la mujer es cada vez más el eje de decisión en cuestiones patrimoniales y de movilidad.
Distribución territorial y diferencias en la contratación de seguros
El análisis territorial aporta otro ángulo de reflexión. En provincias como Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, Islas Baleares y Pontevedra, las mujeres representan más del 30% de los conductores habituales.
Por el contrario, en provincias como Jaén, Cuenca, Zamora y Teruel, la presencia femenina es inferior al 19%. Estas diferencias pueden estar relacionadas con factores socioeconómicos, la disponibilidad de transporte público y la estructura demográfica de cada región.
En cuanto a la contratación de seguros, las mujeres muestran una tendencia clara a contratar coberturas voluntarias adicionales.
Ya sea asistencia en viaje, daños propios, defensa jurídica, incendios, lunas, ocupantes, robo o retirada de carnet, la presencia femenina en este tipo de pólizas es superior a la de los hombres. Este comportamiento puede interpretarse como una mayor percepción del riesgo o una gestión más conservadora de la seguridad vial y financiera.
Reflexión final
El análisis de la titularidad y conducción de vehículos entre mujeres en España no puede reducirse a simples porcentajes. Es un reflejo de la evolución de los modelos familiares, de las dinámicas económicas y de la transformación cultural que ha redefinido el concepto de movilidad en las últimas décadas.
Aunque las mujeres siguen aumentando su presencia como conductoras y propietarias de vehículos, la tendencia entre los jóvenes sugiere un replanteamiento de las prioridades de movilidad que afectará al mercado automovilístico en los próximos años.
La clave radica en entender estos cambios como parte de una transición más amplia hacia nuevos modelos de transporte, en los que la sostenibilidad, la digitalización y la flexibilidad están redefiniendo el concepto de propiedad.
Así, más allá de los números, el verdadero reto será adaptar infraestructuras y políticas públicas a una sociedad en la que la movilidad ya no es una cuestión de género, sino de acceso, eficiencia y adaptación a un entorno en constante cambio.
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