Ir en pijama al trabajo… o al juzgado: una práctica que puede acabar en despido
Acudir en pijama, o con una vestimenta poco adecuada al trabajo, puede provocar sanciones e incluso el despido disciplinario. Foto: Confilegal

Ir en pijama al trabajo… o al juzgado: una práctica que puede acabar en despido

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26/3/2025 05:35
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Actualizado: 26/3/2025 01:24
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Los Juzgados de La Línea de la Concepción, Cádiz, se han convertido en un fenómeno viral por prohibir los pijamas en las instalaciones judiciales. Un llamativo mensaje que no ha tardado en hacerse eco en las redes sociales, pero que también tiene su representación en el día a día laboral. Tanto dentro, como fuera de los juzgados.

Las normas de vestimenta en el trabajo parecen haberse flexibilizado en los últimos tiempos. Un equilibrio entre la comodidad y la elegancia que, sin embargo, parece haber llevado al límite a los Juzgados de la Línea de la Concepción, donde algunos parecen haber olvidado los límites.

Tanto, que la sede judicial se ha visto obligada a lanzar un claro mensaje a sus visitantes.

«Se prohíbe terminantemente el acceso a esta sede en pijama, bata o zapatillas de estar por casa» determinaba el Juzgado en un cartel colocado a la entrada de la sede, y compartido en redes sociales por el abogado Alberto Escudier.

Mensaje que no ha tardado en conseguir la reacciones de muchos abogados. «Lo que tiene que haber visto esa gente para haber puesto semejante cartel», bromea uno.

Otros, sin embargo, parecen aplaudir la decisión del Juzgado. «No es normal que la gente vaya al juzgado con esas pintas», destaca la abogada María Núñez. «Luego que no se quejen de que los juicios o declaraciones se retrasan, porque eso implica obligar a muchos tener que volver a casa a cambiarse», lamenta, otro lado, la jueza LadyCrocs.

«La vestimenta, aunque no es determinante, influye en la percepción que el juez y el jurado tienen de un testigo o acusado», valora para Confilegal la abogada laboral Raquel de la Viña, directora del departamento laboral de Andersen.

Así pues, tal y como destaca la abogada, «una apariencia adecuada transmite respeto, credibilidad y seriedad. La primera impresión es significativa, y una vestimenta cuidada puede reforzar la confianza en el testimonio. Por el contrario, una vestimenta inapropiada puede generar prejuicios y afectar negativamente la valoración del testimonio. Es un factor psicológico importante en el contexto judicial».

Un pijama que puede conllevar un despido

Una falta de correcta vestimenta, incluido pijama o zapatillas de andar por casa, que también afecta al trabajo. Y, por tanto, puede llegar a ser motivo de despido.

«La vestimenta en el ámbito laboral es un tema que, aunque a veces parezca trivial, tiene implicaciones legales serias. No es simplemente una cuestión de estética. También de mantener una imagen corporativa. Y, en algunos casos, incluso de garantizar la seguridad laboral y de cumplimiento de normativa de Prevención de Riesgos Laborales», explica Raquel de la Viña.

Código de vestimenta de la empresa que puede estar establecido en el contrato o en el convenio colectivo. Y que, de incumplirse, «puede ser motivo de sanción e incluso despido disciplinario».

«Por supuesto, la legalidad de un despido en estos casos depende, además de la existencia de un código de vestimenta claro, de la proporcionalidad de la sanción y el
análisis de perspectiva libre de discriminación. Además de lo anterior, lo habitual es que existan advertencias previas a la sanción de despido disciplinario y requerimientos del empleador», valora.

Una falta de decoro en la vestimenta que también afecta a los abogados. Ello, a pesar de que el pijama se quede en sus habitaciones.

Así pues, de acudir al juzgado poco adecuadamente vestido, el abogado «puede ser sancionado o expedientado por vestimenta inapropiada en un juicio».

«En el contexto de los abogados en juicios, recordemos que la obligación de vestir toga tiene raíces históricas profundas. Su uso se remonta a la tradición judicial europea, simbolizando la igualdad de las partes ante la ley y la solemnidad del acto judicial», recuerda la abogada.

Un caso que, en España, está recogido «en la Ley Orgánica del Poder Judicial, que establece el uso de la toga en audiencias públicas y actos solemnes. Es una tradición que busca garantizar el respeto al tribunal y la dignidad de la profesión jurídica. Sin embargo, es importante recordar que, más allá de la toga, cualquier exigencia de vestimenta que imponga discriminación por género, religión o cualquier otro motivo protegido, sería ilegal», explica.

Algo que, sin embargo, deja fuera la posibilidad de acudir al juzgado en chanclas, o en pijama.

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