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Opinión | Cómo identificar noticias con potencial mediático en tu despacho de abogados
Gema Masa Gómez, socia responsable de prensa de Mirada 360
11/5/2025 05:35
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Actualizado: 10/5/2025 18:48
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Trabajar en un despacho de abogados implica estar constantemente en contacto con decisiones judiciales, operaciones empresariales, reformas legislativas o situaciones sociales que generan debate.
Sin embargo, en demasiadas ocasiones los despachos pierden la oportunidad de trasladar ese conocimiento y experiencia a la sociedad porque no han desarrollado una cultura orientada a la comunicación.
¿Saben los abogados identificar cuándo un asunto jurídico que gestionan puede convertirse en contenido de interés mediático?
Este ejercicio no es automático ni evidente. De hecho, una de las frases más repetidas es: “No sé de qué escribir, no tengo nada interesante que contar”. La experiencia demuestra lo contrario. A menudo, lo que falta no es el contenido, sino el enfoque.
Centrarse en lo importante
El primer paso para comunicar bien es dejar de mirar hacia dentro. Es decir, comprender que no todo lo que resulta relevante desde el punto de vista jurídico o interno del despacho es, necesariamente, interesante para un medio de comunicación.
Una nueva herramienta de inteligencia artificial, por ejemplo, puede suponer un gran avance operativo para una firma, pero si el único enfoque es contar la mejora interna, estaremos hablando de publicidad, no de comunicación.
Ahora bien, si se trata del primer despacho que aplica esa tecnología a una determinada especialidad jurídica o si ese cambio ha tenido consecuencias visibles en la relación con los clientes, ahí sí podemos empezar a hablar de una historia publicable.
En segundo lugar, es importante asumir que la relación con los medios no debe ser reactiva, sino estratégica. Muchos despachos solo piensan en la prensa cuando hay una sentencia favorable o una noticia que ya está publicada. Sin embargo, los medios no esperan.
La clave está en anticiparse y estar preparados cuando la noticia estalle. Tener un análisis jurídico del caso listo para cuando llegue el momento, saber quién es el abogado que puede hablar del tema y tener claro qué mensaje se quiere transmitir marca la diferencia entre dejar pasar la oportunidad o aprovecharla con impacto.
Ser proactivo
La identificación de asuntos con potencial mediático requiere, por tanto, una cultura de vigilancia dentro del propio despacho. Cualquier abogado que detecte que está trabajando en un caso que puede generar atención —por su complejidad, por su implicación social, por el perfil del cliente o por los cambios normativos que anticipa— debería plantearse de inmediato si ese caso merece ser comunicado y cómo hacerlo. Esa reflexión inicial es clave para valorar si compensa diseñar una estrategia de comunicación o, por el contrario, mantener la discreción.
Y en este punto conviene subrayar algo esencial: la confidencialidad. La comunicación de cualquier asunto debe abordarse con cautela, valorando si es necesario contar con el permiso del cliente y recordando siempre que su protección está por encima de cualquier objetivo mediático.
Pero no confundamos prudencia con parálisis. Hay formas de comunicar incluso en casos sensibles, y es precisamente ahí donde la estrategia bien definida resulta más útil.
Otro error habitual es pensar que solo los grandes casos penales, las macrooperaciones corporativas o las reformas legales de calado tienen interés para los medios. Y no es así.
Existen muchas otras situaciones con valor comunicativo: un conflicto entre consumidores y plataformas digitales, una novedad jurisprudencial en materia de derecho laboral, una sentencia relevante en un juzgado mercantil o un análisis jurídico bien estructurado sobre una cuestión que ha generado polémica en redes sociales. Todo ello puede transformarse en contenido si el enfoque es claro, concreto y aporta valor.
Seis preguntas básicas sobre el potencial mediático
Hay seis preguntas básicas que ayudan a determinar no solo si un tema tiene potencial mediático, sino también si al despacho le compensa dedicar tiempo —ese recurso siempre escaso— a contarlo y posicionarse públicamente.
- ¿Es actual y relevante?
- ¿Aporta un análisis jurídico propio o diferenciado?
- ¿Está alineado con la especialización del abogado que lo lidera?
- ¿Tiene un impacto real sobre un sector o la sociedad?
- ¿Podría interesar al público al que quiero dirigirme?
- ¿Contribuye al posicionamiento objetivo del despacho?
Si la respuesta a todas es afirmativa, estamos ante una oportunidad de comunicación. A partir de ahí, el siguiente paso es definir el formato: ¿conviene una tribuna de opinión, una entrevista, una nota de prensa, una declaración breve para un periodista? ¿Debe hablar el abogado en su nombre o en representación del despacho? ¿Es necesario explicar el contexto al periodista antes de que publique? No hay una única fórmula, pero sí una constante: cuanto mejor preparada esté la información, más posibilidades tendrá de convertirse en contenido.
La última parte de la estrategia pasa por dar continuidad al impacto. Una noticia publicada en un medio puede reforzarse con una buena difusión en LinkedIn, con una versión más extensa en forma de artículo técnico o incluso con la oferta al periodista de colaborar en futuras informaciones.
Lo importante es entender que cada intervención pública es una pieza más del posicionamiento del despacho y del abogado como referente en una determinada área de práctica.
El conocimiento técnico es imprescindible, pero no suficiente. Porque en el Derecho, como en la vida, no basta con saber; hay que saber estar. Y precisamente ahí, en esa sensibilidad para comunicar con criterio y oportunidad, es donde un despacho deja de ser bueno para convertirse en referente.
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