Las acusaciones populares son esenciales en los casos de corrupción política, según la jueza Alaya
Mercedes Alaya opina que el poder político quiere desactivar al poder judicial, en su lucha contra la corrupción, dando la instrucción a los fiscales. EP.

Las acusaciones populares son esenciales en los casos de corrupción política, según la jueza Alaya

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30/1/2017 05:57
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Actualizado: 29/1/2017 23:15
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«La única solución, y es mi principal objetivo, es que estos procedimientos [casos de corrupción política y círculos de poder] se mantengan gracias a las acusaciones populares». Son palabras de la jueza Mercedes Alaya, reflexionando sobre los planes de dar la instrucción a los fiscales, como se pretende en esta legislatura.

Según la magistrada, la Fiscalía es «floja» en su labor cuando se trata de casos de corrupción, a tenor de su experiencia de «muchos años» de jueza instructora.

«La Constitución dice que la justicia emana del pueblo y no hay mayor representación de este mandato que el ejercicio de la acusación popular (…). En este tipo de casos donde no hay más acusación que la pública y lo que se debate es un caso de corrupción o que le interesa al poder político, la justicia no es igual para todos; hay una justicia par los poderosos y otra justicia para los que no lo son», afirma en una entrevista que publicó ayer El Mundo.

«Esto, desgraciadamente, lo vemos los jueces todos los días: vemos como los escritos de acusación se modifican en función de las personas. En estos casos, no eso los delitos comunes. Cuando se trata de estos delitos se la cogen con papel de fumar y tienen muy en cuenta a quién se le imputa», añade.

La magistrada, que inició la instrucción de los ERE y de otras macrocausas, no tiene ningún inconveniente en poner el dedo en la llaga de la Fiscalía.

«Al fiscal general del Estado, de acuerdo con la Constitución, lo nombra el Gobierno, y esto, cuando están en juego delitos contra la Administración, supone entrar de lleno en los intereses del Estado. En esos procedimientos está por un lado el Ministerio Fiscal, que representa los intereses del Estado y al que no le va a interesar en determinados momentos que se investigue hasta cierto punto o que se investigue a determinadas personas. Lo mismo puede ocurrir donde haya una vierto círculo de poder, no sólo en corrupción política», agrega la magistrada, para quien decir Ministerio Público es decir poder político.

Y lo razona indicando que «la dependencia jerárquica» en la Fiscalía, donde sus miembros están sometidos «a las órdenes de arriba» y «no se plantean discutir».

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