La ONIF acusa a Rato de defraudar unos 6,8 millones entre 2004 y 2015

La ONIF acusa a Rato de defraudar unos 6,8 millones entre 2004 y 2015

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08/2/2017 17:53
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Actualizado: 08/2/2017 17:53
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La Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF), dependiente del Ministerio de Hacienda, acusa al exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato de haber defraudado a través de una maraña societaria unos 6,8 millones de euros entre 2004 y 2015.

Una cantidad muy superior a a los 120.000 euros –limite a partir del cual se incurre en delito fiscal– en todos los años de este periodo, salvo el 2005, según el documento de 642 páginas entregado por la ONIF el pasado 23 de enero al magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 31 de Plaza Castilla y que instruye la causa de patrimonio de Rato.

En él se afirma que Rato obtuvo rentas no declaradas superiores a los 14 millones de euros entre 2004 a 2015, período en el que habría defraudado hasta 6,8 millones.

La ONIF considera que entre 2009 y 2015 periodo de las cuotas supuestamente defraudadas alcanzan «los 5,4 millones» y proceden de ganancias de patrimonio no justificadas derivadas del tráfico de dinero, actividades económicas en su calidad de asesor o consultor de empresas o como conferenciante o gastos de su actividad empresarial no deducibles.

Rato fue titular de las sociedades panameñas Red Rose Limited y Westcastle, la británica Vivaway Limited, y la española ubicada en Sotogrande (Cádiz) Vivaway Lted, y según el informe de 642 páginas, las habría utilizado para ocultar las rentas y el patrimonio financiero que no han sido sometidos a control fiscal hasta el año 2013. Las rentas no declaradas apreciables en transferencias bancarias internacionales ascienden a un importe superior a los 7 millones de euros.

SUBVENCIÓN A SÍ MISMO DE UN MILLÓN DE EUROS

A los pocos meses de llegar a la vicepresidencia del Gobierno, que asumió en 2003, el economista constituyó, con sus dos hermanos, la sociedad dedicada a la publicidad Cor Comunicación cuyo control adquirió por completo en 2013. El informe concluye que esta sociedad contaba con dos proveeedores (Grupo Macal y Media House) que a su vez pagaron rentas a Montelayos S.L y a su filial Layosalud S.L y atribuye al propio Rato la titularidad de esta última.

Precisamente fue Layosalud S.L la que promovió la construcción de un hotel de cinco estrellas en la localidad toledana de Layos y por cuya explotación recibió en 2003 una subvención algo inferior al millón de euros por parte de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, presidida en ese momento por él mismo.

El documento de Hacienda determina que el acusado utilizó la sociedad Montelayo (que pertenece a su socio Miguel Ángel Montero Quevedo) para canalizar las rentas que partían de Cor y que tenían como destino la construcción del hotel de lujo. El importe de tales rentas no declaradas asciende a 3,5 millones de euros.

La parte final del informe añade otras dos operaciones en las que apunta que se ha cometido delito de blanqueo de capitales, que son además del hotel en Layos, un hotel en Berlín con una inversión de seis millones de euros y un chalet en Cabueñes (Asturias) con una inversión superior a los 70.000 euros.

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También las sociedades de publicidad de Cor Comunicación —Publicis y Zenith— «elevaron sustancialmente» los servicios prestados a Caja Madrid y Bankia entre 2011 y 2012 coincidiendo con la etapa de presidencia de Rato, que sucedió a Blesa al frente de la caja extinta en 2010. La mecánica de actuación en este caso consistía en prestar servicios para Albisa Inversiones (sociedad de Alberto Portuondo) cuyos ingresos eran posteriormente remitidos a Kradonara, propiedad suya.

Respecto a las cantidades percibidas por CaixaBank, Santander y Telefónica por la labor que prestó en calidad de asesor, el octavo informe remitido al juzgado desglosa que si bien hubo una primera cantidad percibida en calidad de retribución que sí tributaba en el IRPF del acusado, existe una segunda satisfecha «de forma indirecta y encubierta» de diferentes formas.

NEGOCIO SIMULADO

Desglosado por etapas, recibió entre 2008 y 2009 de CaixaBank un millón de euros. En el periodo comprendido entre 2012 y 2015 Cor Comunicación prestó servicios de publicidad a la caja por importe total de 540.000 euros, de los cuales 390.000 encubren una «retribución camuflada» que fue a parar al exvicepresidente del Gobierno a través de unos servicios de publicidad «claramente sobrevalorados» en más de 290.000 euros entre 2014 y 2015, según precisa Hacienda.

Con el Banco Santander dejó de colaborar en 2010, coincidiendo con su llegada a la presidencia de Caja Madrid, si bien su sociedad siguió facturando con la entidad que preside Ana Patricia Botín e ingresó una media de 108.000 euros entre 2008 y 2012; un año después, cuando ya no era presidente de Bankia, volvió a prestar asesoramiento al banco que firmó nuevos servicios con Cor Comunicación, aumentando por tanto lo contratado con la misma.

Hacienda expone en esta documentación que la empresa de publicidad de Rodrigo Rato no contaba con una estructura propia que le permitiera diseñar los servicios que prestaba y que por tanto acababan siendo subcontratados por otras empresas. Por ello apunta a que se trataba de un «negocio simulado» para ocultar el verdadero negocio «que no es otro» que la participación de Rato en el Consejo Asesor de la entidad.

Respecto a Telefónica, Rato prestó asesoramiento desde 2013 hasta 2015, años en los que percibió una segunda retribución a través de Kradonara S.L mediante un contrato firmado con la compañía, por lo que lo recibido por estos trabajos habría ido a parar a Rato sin que éste lo declarara al Tesoro Público, según la extensa documentación remitida a los Juzgados de Plaza Castilla.

Los rendimientos que consignó en sus declaraciones de IRPF presentadas entre 2013 y 2015 en lo que respecta a Telefónica asciende a 700.000 euros. Esta cantidad se suma al rendimiento obtenido por Arada (618.189 euros), Bankia (887.497) Guide Brigde (367.558 euros), Cor (1.223.329 euros) y 7.382.987 en el capítulo relacionado con divisas; todo ello asciende a 14 millones de euros entre 2004 y 2013.

CONFERENCIAS

La ONIF recoge también la actividad de la sociedad Arada, fundada en 1982, y que registró sus ingresos más relevantes entre 2009 y 2012, en su mayor parte por actividades relacionadas con conferencia cuyos gastos declarados no tienen relación en su mayoría con los ingresos.

El desglose de los gastos revela que Arada facturó a BCC por la impartición de conferencias entre 2007 y 2014 cerca de un millón y medio de euros; también prestó servicios a Muinmo S.L y Kradonara según el informe que expone que Arada es más un centro de gasto que una sociedad propiamente dicha destinada a la obtención de lucro mercantil y que contiene gastos no relacionados con sus ingresos además de partidas que corresponden a un inmueble de uso particular en Cabueñes.

DELITO DE INSOLVENCIA PUNIBLE

El octavo informe de la Agencia Tributaria advierte de la posible existencia de un delito de insolvencia punible derivado de un impago de Muinmo S.L, antigua Rueda de Emisoras Rato S.L, y que se encuentra en situación de concurso voluntario dictado por el Juzgado de Lo Mercantil número 2 de Madrid en 2014.

La ONIF determina que con esta empresa Rato habría creado créditos por valor de 871.525,86 euros y que «siempre» pudo haber hecho frente a los pagos debidos a la Agencia Tributaria pero «continuamente» el dinero obtenido en las ventas de los activos era desviado a personas o entidades especialmente relacionadas con el acusado.

Además añade que se está ante una liquidación desordenada de la sociedad, la cual se «despatrimonializa mediante transferencias de efectivo» a los arriba indicados, de ahí el impago de las deudas contraídas con la Agencia Tributaria, según se desglosa de la documentación entregada al juez que instruye la causa. (EP)

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