Si el juez Velasco imputara a Zaplana tendría que sustituirle su compañera Carmen Lamela
Eloy Velasco, en una imagen actual, y su mentor en su paso por la política, Eduardo Zaplana, en una imagen de cuando era diputado.

Si el juez Velasco imputara a Zaplana tendría que sustituirle su compañera Carmen Lamela

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24/4/2017 14:31
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Actualizado: 24/4/2017 14:51
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Eduardo Zaplana fue el mentor de Eloy Velasco en su pasada experiencia por la política, como director general de Justicia de la Generalitat valenciana entre 1995 y 2003; ocho años. Esta relación, que fue personal, puede ser determinante si el magistrado decide finalmente declararlo «investigado», como se dice ahora, o imputado, como se decía antes.

Obligatoriamente la investigación de la Operación Lezo tendría que cambiar de «maestro de cuadrilla». La pasada amistad entre ambos sería causa de abstención, tal como establece el artículo 219 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, o de recusación (artículo 223).

En consecuencia, el caso pasaría a la magistrada titular del Juzgado Central de Instrucción 3, Carmen Lamela.

Velasco ha requerido información sobre 60 nombres.

Entre ellos se encuentra el de Eduardo Zaplana, quien ha sido relacionado con dos operaciones de blanqueo que el expresidente de la Generalitat valenciana, exministro de Trabajo y exportavoz del PP en el Congreso de los Diputados, ya lo ha negado públicamente.

Según informa la Cadena Ser, la información que han requerido sobre Zaplana y el resto de las personas forma parte de una actuación normal para «descartar o corroborar las líneas de investigación».

Velasco fue el hombre de la Justicia de Zaplana en la Comunidad que presidía y que entonces controlaba el PP. El hiperactivo juez puso al día la Administración de Justicia, informatizó los 300 órganos judiciales, construyó ciudades de la justicia, hasta que se dio de bruces con el secretario autonómico de Justicia, Fernando de Rosa, compañero de carrera. El choque de trenes le llevó a regresar a la judicatura.

Desde 2003 a 2017 han pasado 14 años. Las amistades se enfrían, pero las brasas suelen guardar suficiente calor para poder provocar desenlaces inesperados, como el que se podría producir. Un desenlace que, a buen seguro, a la magistrada Lamela no le haría mucha gracia, si se produce.

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