La consejera de Educación de Cataluña y el sindicato USTEC-STECs niegan que se adoctrine a los alumnos contra España
Clara Ponsatí, consejera de Enseñanza, y Ramón Font, portavoz del sindicato USTEC-STEs; ambos niegan el adoctrinamiento en el odio a España de los alumnos. EP.

La consejera de Educación de Cataluña y el sindicato USTEC-STECs niegan que se adoctrine a los alumnos contra España

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15/10/2017 06:10
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Actualizado: 02/8/2018 13:37
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La consejera de Enseñanza de la Generalidad de Cataluña, Clara Ponsatí, y USTEC-STEs, Sindicat d’Ensenyament, ha salido al paso de las acusaciones de que en los centros de enseñanza de Cataluña se adoctrina a los alumnos en el odio contra España.

Ponsati, saliendo al paso de unas declaraciones del presidente del PP catalán, Xavier García Albiol, Ponsatí afirmó ayer que no permitiría «acusaciones infundadas y mentiras sin escrúpulos» sobre la escuela catalana.

García Albiol había dicho que en la escuela catalana «en lugar de enseñar a los niños, se les educa para odiar a España».  Y añadió que «acusaciones infundadas y mentiras sin escrúpulos quieren hacer rehenes a los niños catalanes para romper la convivencia. No lo permitiremos».

En ese mismo sentido se expresó recientemente el diputado de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Toni Cantó, en el que relataba cómo se inculcaba el antiespañolismo a los más jóvenes en los centros educativos catalanes. Una intervención en la que Cantó le recriminaba al ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo su inacción para impedir esos hechos.

En varios mensajes en su cuenta de Twitter, Ponsati ha defendido que la escuela catalana es un «ejemplo» de libertad, convivencia, democracia y plurilingüismo. Atacar la profesionalidad y los valores de los maestros catalanes es «injuriarles».

Ponsatí no aclaró si en la defensa de los profesores catalanes estaba contemplando alguna acción legal ante los tribunales conrtra Albiol.

NO ADOCTRINAN CONTRA ESPAÑA

Por otra parte, el sindicato USTEC-STEs ha rechazado en un comunicado las acusaciones de que en las escuelas catalanas se adoctrine a los niños y ha defendido que seguirán luchando para fomentar «una escuela catalana, pública, laica, coeducadora y democrática».

«Nosotros educamos en derechos, en valores y no podemos separar nuestro trabajo de la realidad que vive nuestro país. De otra forma no podríamos ejercer la nuestra profesión, negaríamos nuestra función irrenunciable de dar elementos al alumnado para conformarse su propia cosmovisión, sus opiniones y su ideología», sostienen.

Alumnos con su profesora enarbolando la bandera estrellada independentista. Okdiario.

Detalle de una campaña lanzada contra el adoctrinamiento de los alumnos.

Consideran que la educación es también «fomentar el espíritu crítico, cuestionarse todas la informaciones que circulan por los medios en forma de opinión publicada o por las redes sociales», igual que valoran que lo es enseñar a los alumnos los fundamentos de la sociedad democracia, los derechos individuales y colectivos, y la lengua propia.

El sindicato también critica que se haya cuestionado el derecho que tienen los alumnos de secundaria a hacer huelgas de estudiantes y recuerdan que «es una obligación tanto del profesorado como de las familias proteger este derecho y darlo a conocer entre el alumnado».

UNA DENUNCIA POR UN DELITO DE ODIO

Por otra parte, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de La Seu d’Urgell (Lleida) acordó, el pasado 10 de octubre, abrir diligencias por un presunto delito de incitación al odio en el ámbito escolar, ante las denuncias de varios padres por los supuestos comentarios, humillaciones e insultos realizados por algunos profesores, así como actitudes amparadas por el director del centro.

En ese caso, “podría ser que los profesores indicados y el director del centro educativo, incitaran de manera directa a sus alumnos (de edades muy tempranas y en consecuencia moldeables, máxime por quien ostenta un principio de autoridad frente a ellos) a la comisión de hechos mínimamente concretados de los que pueda predicarse la discriminación, el odio, hostilidad o la violencia contra los referidos grupos o asociaciones y por las razones que se especifican en el precepto”, escribía el magistrado en su auto.

Según el mismo, “Hasta tal punto existen indicios de lo indicado, que según se relata en la denuncia un alumno de dicho centro habría sufrido humillaciones, insultos e incluso agresiones al ser su madre miembro de la Guardia Civil, y ser este hecho conocido por el resto de alumnos y profesores”.

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