El presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, cerrando el acto de presentación del libro "Protagonistas de la Justicia: 40 años de la Constitución Española", que se presentó en el Salón de Pasos Perdidos del Senado y con el cuadro "La conversión de Recaredo", pintado por Antonio Muñoz Degrain en 1888. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.
Presentación estelar en el Senado para el libro «Protagonistas de la historia: 40 años de la Constitución Española»
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01/2/2019 06:15
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Actualizado: 07/10/2020 09:38
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El Salón de Pasos Perdidos del Senado es una de las piezas más bellas de España. Coronado por dos claraboyas, permite que la luz del día penetre en su interior, decorado por imponentes cuadros, de tres metros de ancho por cinco de alto. Cualquier puesta en escena que se haga en ese escenario visualmente le deja a uno sin habla.
Por eso, la presentación del libro «Protagonistas de la Justicia: 40 años de la Constitución Española«, editado por el Colegio de Procuradores de Madrid y el Banco de Santander, y publicado por Thomson Reuters Aranzadi, no puede recibir más que ese calificativo, por partida cuádruple-.
Por el escenario, primero.
Segundo, por la calidad de los presentadores –Joan Lerma, vicepresidente del Senado, Jaime Pérez Renovales, secretario general del Consejo del Santander, Enrique Arnaldo, catedrático de derecho constitucional, abogado y coordinador de la obra, Gabriel María de Diego Quevedo, decano del Colegio de procuradores e impulsor del proyecto, y Juan José González Rivas, presidente del Tribunal Constitucional-.
La mesa de la presentación, de derecha a izquierda, Enrique Arnaldo, Gabriel María de Diego Quevedo, Joan Lerma, Juan José González Rivas y Jaime Pérez Renovales. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.
Plano general de los asistentes que llenaron el Salón de Pasos Perdidos del Senado. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.
Por la asistencia de un público muy selecto, entre los que se encontraban la vicepresidenta del Tribunal Constitucional, Encarnación Roca, y sus compañeros, los magistrados Santiago Martínez Vares, Juan Antonio Xiol, Antonio Narváez, Pedro José González-Trevijano y Ricardo Enríquez.
También el presidente de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, Francisco Marín, y sus compañeros Isabel Perelló, de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, y Eduardo de Porres, de lo Penal, José Ramón Navarro, presidente de la Audiencia Nacional, Juan Pablo González, presidente de la Audiencia Provincial de Madrid, María Jesús del Barco, decana de los Juzgados de la capital, su antecesor, Antonio Viejo, secretario general del Ministerio de Justicia, José Palazuelos, secretario de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), Juan Pedro Quintana, presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de ese órgano judicial -y hasta hoy presidente en funciones del TSJM, e Iñaki Sánchez, secretario judicial de la misma Sala que preside Marín.
Sin olvidar tampoco al exministro de Justicia, Javier Moscoso, y al exfiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, a la consejera de Justicia de la Comunidad de Madrid, Yolanda Ibarrola, al magistrado y presidente de la Asociación Profesional de la Magistratura, Manuel Almenar, y al joven diputado del Colegio de Abogados de Madrid, Juan Gonzalo Ospina.
Sin olvidar a los 14 miembros de la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de Procuradores de Madrid.
En total, fueron 130 personas que llenaron el Salón de Pasos Perdidos.
Foto de familia de los asistentes: De izquierda a derecha en la primera fila, Gregorio García Torres, Gabriel María de Diego Quevedo, Joan Lerma, Juan José González Rivas, Jaime Pérez Renovales; en la segunda fila, Eduardo Tores Dulce, Isabel Perelló, Javier Moscoso y Enrique Arnaldo; en la cuarta fila, Eduardo de Porres, Yolanda Ibarrola, José Ramón Navarro e Iñaki Sánchez; y en la cuarta fila, María Granizo Palomeque y Antonio Sánchez Jáuregui. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.
Tercero, por la calidad de la obra.
Sin duda, una de las mejores que se han presentado en los últimos tres meses para conmemorar la Constitución y que tiene la originalidad de que conmemora, de forma muy amena, los 40 años de Constitución a través de los testimonios y vivencias personales y profesionales de 40 personalidades.
Que van desde los tres padres vivos de la Constitución –Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, José Pedro Pérez Llorca y Miguel Roca-, pasando por los presidentes pasados y presentes del CGPJ –Pascual Sala, Javier Delgado Barrio y Carlos Lesmes-, magistrados del Supremo -el citado Francisco Marín, Manuel Marchena y Ángel Calderón-, exministros y ministra de Justicia –Landelino Lavilla, Juan Fernando López Aguilar y Dolores Delgado– hasta tres expresidentes y presidente del Constitucional: Miguel Rodríguez Piñeiro, María Emilia Casaas y Juan José González Rivas, entre otros.
El acto comenzó al filo de las 13 horas ayer con una intervención del anfitrión, el senador y vicepresidente de la institución, Joan Lerma -expresidente de la Generalitat valenciana por el PSOE-, quien se congratuló de que la presentación se realizara en la sede del poder legislativo, donde se ejecuta la voluntad del pueblo soberano.
Enrique Arnaldo, el coordinador de la obra, reveló cómo se había gestado. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.
Le siguió Enrique Arnaldo, el coordinador de la obra, que describió al poder judicial como «el tercer poder del Estado que no es político, que es independiente y que es el único poder que está profesionalizado y no fragmentado y que culmina en el Tribunal Supremo, con excepción de las garantías constitucionales, que pertenecen al Tribunal Constitucional».
Arnaldo describió la estructura de la obra y descubrió el origen de su gestación. «Fue una reunión de mesa y mantel en la que estuvimos Gabriel María de Diego Quevedo, el decano de la procura de Madrid, Gregorio García Torres, director de Santander Justicia, y un servidor. La idea fue tan clara que fuimos adelante con ella. El resultado no puede ser mejor. Lo tienen en sus manos», explicó.
Jaime Pérez Renovales, secretario general del Consejo del Santander -un hombre que transmite una cercanía innata-, fue rotundo en sus palabras: «La Constitución es la base del progreso de estos últimos 40 años. Progreso que tiene poca comparación con los países de nuestro entorno. Porque es el resultado del esfuerzo colectivo de la sociedad española».
Pérez Renovales recordó que el Santander lleva 16 años con la Administración de Justicia, de lo que se sienten muy satisfechos y muy orgullosos.
Jaime Pérez Renovales atribuyó el éxito de estos 40 años de estabilidad y progreso a la Constitución. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.
Le siguió en el uso de la palabra el decano de la procura madrileña, Gabriel María de Diego Quevedo, quien hizo una declaración pública de «apoyo y respeto a las instituciones, confianza en la justicia y reconocimiento del trabajo que realizan los que defienden nuestra democracia contra aquellos que tratan de destruir nuestro orden constitucional y la unidad de España».
Gabriel María de Diego Quevedo, el decano de los procuradores de Madrid, durante su intervención. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.
Cerró el acto el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, que recordó con cariño que recientemente el Colegio de Procuradores de Madrid le había otorgado el Premio Anual Balanza de la Justicia al órgano que preside por su contribución a la Carta Magna y al Estado de Derecho.
González Rivas subrayó la «supremacía normativa de la Constitución» y el hecho de que los «poderes públicos están sometidos a la Constitución y al ordenamiento jurídico». La ley, dijo, «es la protección frente al abuso y a la tiranía».
El presidente del Constitucional recordó que la Carta Magna es básica para la convivencia entre españoles. Y señaló que hay que fomentar el «consenso, el diálogo y la concordia».
«Consenso en torno a asuntos nucleares. Para conjugar la singularidad con la diversidad». Recalcó que son «necesarias máximas dosis de respeto y de tolerancia».
González Rivas afirmó, por ritmo que, «la Constitución ha permitido que España se haya convertido en una de las democracias más consolidadas, lo que nos ha permitido integrarnos en la Unión Europea y cumplir la normativa internacional, con especial referencia a los derechos humanos».
Tras finalizar el acto, que pasó muy rápido, se produjo la tradicional foto de familia de rigor.
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