El jefe de la Policía el 1-O confirma que tuvieron que sustituir a los Mossos ante su inacción
El comisario Sebastián Trapote ha señalado que los agentes se encontraron con un escenario "muy violento" a su llegada a los centros electorales, donde tuvieron que hacer frente a la "virulencia y agresividad" de los congregados.

El jefe de la Policía el 1-O confirma que tuvieron que sustituir a los Mossos ante su inacción

Ha descrito un escenario con "cadenas humanas" que actuaron de forma "muy violenta" contra los agentes, que se saldó con 65 policías heridos
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07/3/2019 15:02
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Actualizado: 07/3/2019 22:45
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El comisario Sebastián Trapote, que dirigía a la Policía Nacional en el operativo por el 1-0, ha confirmado hoy en el juicio del ‘procés’ el relato de sus superiores al manifestar que en la mañana del referéndum tuvieron que poner en marcha «el plan b» que habían previsto ante la falta de actuación de los Mossos d’Escuadra: sustituirlos.

Este comisario, que ha declarado como testigo a petición de la Fiscalía, fue uno de los mandos que estuvo al frente del dispositivo que se articuló entre la Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos para impedir el 1-O.

A preguntas de la representante de la abogada del Estado, Trapote ha calificado de «utopía» que dos o tres mossos por colegio fueran suficientes para cumplir con el mandato del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJCat) de evitar las votaciones y requisar el material.

En respuesta a Javier Ortega Smith, abogado de VOX, que ejerce la acusación popular, ha señalado que «hicieron un dispositivo, pero enfocado sobre todo a salvaguardar la seguridad colectiva, y es imposible que con ese dispositvo y esos efectivos pudieran hacer cualquier tipo de intervención en un colegio».

Ha calificado de «pasiva» la actuación de los mossos, porque «los centros estaban abiertos y las vísperas habían sido utilizadas para actividades lúdicas y hasta se pernoctó por la noche», por lo que preguntado por la fiscal Consuelo Madrigal ha dicho que no cree que la labor de los agentes autonómicos fuera eficaz.

Ha detallado que días antes del 1-0 tenían «indicios» de que podría haber algún problema con los Mossos, entre los que ha citado que el mayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero, fuera desde el principio «reacio» a ser coordinado por el coronel Diego Pérez de los Cobos, designado para ello por el fiscal superior en Cataluña.

También ha recordado que el propio representante de la Fiscalía le señaló que el dispositivo que inicialmente había presentado, de dos mossos por centro de votación, era insuficiente.

Ha contado que la instrucción dictada por el entonces secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, ya contemplaba que si en un momento determinado los Mossos no actuaban, tanto Policía como Guardia Civil harían «la sustitución».

No obstante, ha calificado de colaborativa la actitud durante las reuniones de coordinación previas del jefe de los Mossos, Ferrán López.

En el turno de las defensas ha sido preguntado sobre si desde el resto de cuerpos se hizo alguna sugerencia respecto al plan de ‘binomios’ de los Mossos, a lo que ha respondido que la llamada de atención que le hizo el fiscal superior fue lo suficientemente clara para decirle que dicho plan no servía.

«Al mayor de los Mossos no le vamos a decir qué plan tiene que presentar», ha señalado.

Sobre cuáles fueron los principios de actuación de la Policía en aquella jornada, el comisario Trapote ha explicado que el dispositivo era de «especial sensibilidad», ya que tenían que conjugar dos factores, «garantizar la seguridad colectiva y por otro lado dar cumplimiento a un mandato judicial».

Por lo que se refiere a la intervención de la Policía durante el 1-O, ha señalado que la labor de los agentes era la de entrar y levantar acta pormenorizada de las dificultades que habían tenido para ello, para una vez dentro requisar el material para las votaciones.

‘AGRESIVIDAD DE ALTA VIRULENCIA’

Ha descrito como «agresividad de alta virulencia» la actitud de los ciudadanos de algunos de los colegios, que a su juicio estaban «perfectamente organizados» porque sabían «cómo tenían que hacer la resistencia» mediante cadenas humanas y bloqueando, agrediendo y empujando a los agentes.

«Trataban por todos los medios de que no pudiéramos entrar a los centros a retirar las urnas», ha manifestado el máximo responsable de la Policía Nacional en Cataluña el 1-O, y que lo hicieron con «resistencia de todo tipo».

El comisario ha asegurado que la Policía Nacional ha utilizado siempre la fuerza de forma «congruente, racional y proporcionada» porque «la policía no se dedica a golpear de una manera gratuita».

Ha rechazado que los agentes de la policía pudieran «mediar» con los ciudadanos dada la situación con la que se encontraron.

«Nuestro ideal sería que para cumplir el mandato judicial tuviéramos una entrada sin obstáculos y que nos dieran las urnas, pero esa situación no se dio, materialmente imposible», ha expresado.

A preguntas de la fiscal Madrigal, el comisario ha reconocido que en el entorno de los centros que lograron entrar los ciudadanos estaban «aún más cabreados, enrabietados», por lo que los agentes debían emplearse al salir «con más virulencia que en la entrada.

Quien decía a los agentes cuándo había que actuar y cuándo replegarse era, según Trapote, el jefe de cada uno de los sectores del grupo operativo de la Unidad de Intervención Policial (UIP).

Ha contado que en algún caso concreto la «virulencia» fue tal que tuvieron que replegarse «porque si no la consecuencias hubieran sido lamentables tanto para los policías como para los ciudadanos» y ello está acreditado y documentado, según ha manifestado

Jordi Pina, abogado del líder de la ANC, Jordi Sánchez y los exconsejeros Josep Rull y Jordi Turull, ha solicitado que se exhibiera al comisario un vídeo de la actuación policial, lo que ha sido rechazado por el presidente del tribunal, el magistrado Manuel Marchena, que ha indicado a las defensas  que durante la fase documental se verán todos los vídeos incorporados a la causa.

65 POLICÍAS HERIDOS ANTE LA ‘RESISTENCIA BRUTAL’ DE LOS CIUDADANOS A LA ENTRADA DE COLEGIOS

Preguntado por Andreu Van Den Eynde, abogado del exvicepresidente catalán Oriol Junqueras, por el número de policías que resultaron heridos el 1-O, ha dicho que 65, casi todos ellos a consecuencia de la «resistencia brutal» de los ciudadanos a la entrada de los colegios.

24 agentes resultaron heridos en Barcelona, 20 en Lérida, 7 en Gerona, 7 en Tarragona, 6 en Sabadell y 1 en Hospitalet, ha relatado, y ha apuntado que en las actas se recoge de forma pormenorizada cómo se ha producido cada lesión.

A preguntas del letrado Alex Solá, defensa del presidente de Ómnium Cultural, Jordi Cuixart, el comisario se ha referido a varias grabaciones realizadas por la policía de sus intervenciones en colegios de Gerona, Tarragona y Lérida que no han sido incorporadas a la causa.

Según señalado, todas ellas están a disposición del Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona, que es uno de los que investiga denuncias contra los policías.

Preguntado por este letrado sobre la intervención de la Policía en la sede de la CUP en Barcelona, para cuya entrada no había orden judicial de registro, Trapote ha explicado que había sospechas de que en la sede de este partido se acumulaba material propagandístico sobre la campaña y se vio salir a personas portando bultos y papeles que metieron en un vehículo.

Ha añadido que solicitaron entonces un mandamiento judicial para proceder al registro de la sede y montaron un dispositivo para «asegurar» sus alrededores, aunque al no obtener la orden éste fue levantado.

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