Mucho ruido y pocas nueces, síntesis del debate sobre Justicia y Abogacía en el ICAM
De izquierda a derecha, Alicia Gómez, de Más Madrid; Juan Trinidad, de Ciudadanos; Yolanda Ibarrola, del PP; Verónica Sanz, moderadora; Pilar Llop, del PSOE, Jacinto Moral, de Unidas Podemos, y José María Figaredo, de Vox. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

Mucho ruido y pocas nueces, síntesis del debate sobre Justicia y Abogacía en el ICAM

|
23/5/2019 04:44
|
Actualizado: 23/5/2019 04:50
|

Ya sé que es cruel. Pero como dice Joan Manuel Serrat en su canción «Sinceramente tuyo», «la verdad lo que no tiene es remedio». A pesar de que la presentadora de Telemadrid, Verónica Sanz, responsable de la moderación, le dio ritmo, marcando los tiempos de cada intervención. Una pena.

Y es que fue un debate flojo, muy flojo, plagado de lo que hoy se llaman «fake news», desinformaciones y lugares comunes. Demasiados eslóganes plagados de lugares comunes.

Para botón, algunas muestras: «La justicia no es todo lo bueno que debería ser. Lo dicen los profesionales de la Justicia», Juan Trinidad, de Ciudadanos. «La Justicia es la gran olvidada de los servicios públicos. Lo único que hemos recibido es maltrato», Jacinto Moral, de Unidas Podemos.

«La Justicia es la asignatura pendiente todavía. No se ha abordado un auténtico proyecto de modernización de la Justicia de Madrid», Pilar Llop, del PSOE. «La Justicia tiene buena salud. Garantizamos el imperio de la Ley», Yolanda Ibarrola, del PP.

«La justicia no goza de buena salud. Faltan medios personales y materiales», Alicia Gómez, de Más Madrid. Y «hay un riesgo de colapso de la Justicia. Faltan medios humanos y materiales porque está controlada por el poder político», de acuerdo con el joven José María Figaredo, de Vox.

José María Figaredo, de Vox, en primer término, Jacinto Moral, de Unidas Podemos, Pilar Llop, PSOE, Verónica Sanz, Yolanda Ibarrola, PP, Juan Trinidad, Ciudadanos, y Alicia Gómez, Más Madrid. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

En primera fila, los dos decanos de la Comunidad de Madrid: José María Alonso, del Colegio de Abogados de Madrid, y Vicente Sánchez Rodríguez, del Colegio de Alcalá de Henares. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

Mensajes mayormente apocalípticos.

Pero, eso sí, con mucha pasión. De eso sí hubo mucha, hay que decirlo. Muchas ganas de convencer, pero sin rascar la superficie demasiado.

Porque frente a la defensa de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer de prácticamente todos, menos el de Vox, que abogó por transformar la lucha contra la violencia de género en lucha contra la violencia intrafamiliar, ninguno explicó el grado de eficacia de estos Juzgados en la Comunidad de Madrid.

Ibarrola explicó que había 23 Juzgados especializados en toda la Comunidad, 11 de ellos en Madrid.

Pero nadie explicó cual es la carga de trabajo de cada uno de ellos. Si están saturados de trabajo o no. Porque para hacer cualquier nueva inversión esa dato es la clave.

Tampoco se explicó cuántos Juzgados hay con competencias en violencia sobre la mujer. No especializados. Los cuales no disponen de los mismos medios de los especializados. Ni sobre la necesidad de establecer demarcaciones más amplias para que los especializados puedan cumplir con la carga de trabajo asignada.

El diablo está siempre en los detalles.

Hay que invertir en justicia. Sí, pero por qué ninguno prometió que pondrían al servicio de los ciudadanos la posibilidad de acceder, vía Internet, a los datos de las cargas de trabajo que soportan los juzgados y tribunales de la Comunidad de Madrid. A eso se llama transparencia.

De esa forma se podría saber de primera mano qué juzgados, de la jurisdicción que sea, están saturados y cuáles están desahogados o que viven, incluso, como marajás.

Fácilmente se podrían identificar los cuellos de botella existentes para ponerles remedio. Y repartir trabajo con aquellos otros órganos que viven más holgados.

Nadie tampoco cayó en ello. Y es una aplicación de la que dispone el Consejo General del Poder Judicial y el Ministerio de Justicia desde hace años pero sobre la que nadie parece conocer su existencia.

La candidata por el PP, Yolanda Ibarrola, la moderadora, Verónica Sánz, Pilar Llop, por el PSOE, y Jacinto Moral, de Unidas Podemos. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

EL TURNO DE OFICIO 

Sobre este particular se vertieron afirmaciones que no respondían a la verdad. Como la de Figaredo, con aquello de que los miembros del turno no cobraban desde hacía 9 meses.

Hasta Trinidad, de Ciudadanos, reconoció que Ibarrola lo ha hecho bien, como consejera de Justicia.

«Dentro de sus limitaciones, hace un buen trabajo», afirmó, para perplejidad de una Ibarrola que se quedó con los ojos a cuadros escuchándolo.

«En «2013 se bajaron los haremos un 20 por ciento. Es verdad que se han recuperado y se han mejorado. Pero los baremos deben mejorar», añadió Trinidad.

Una línea que también siguieron Jacinto Moral, quien recordó que Esperanza Aguirre congeló las subidas en 2003. «Hoy por hoy cobramos un 36 por ciento menos», dijo.

Llop, por su parte, se comprometió a mantener la línea de pagos y a revisar los baremos para recuperar lo que se perdió.

Ibarrola, que estuvo muy educada y nada verdulera –y tenía razones para ponerse en ese modo–, recordó que, desde el pasado mes de octubre, los abogados del turno de oficio cobraban a mes vecino y que los baremos de la Comunidad de Madrid eran mucho más altos que los del territorio Ministerio.

Las cosas en su sitio.

La sensación, desde el público, es que la mayor parte de los intervinientes no tenían mucha idea de cómo estaban las cosas en este asunto.

Juan Trinidad reconoció que, «dentro de sus limitaciones», la consejera de Justicia, Yolanda Ibarrola –a su lado– «hace un buen trabajo». Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

CONCENTRACIÓN DE SEDES JUDICIALES 

Este fue otro punto de discusión, con el recurso de casación, de fondo, interpuesto ante el Tribunal Supremo por Acciona y OHL contra la última sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de noviembre pasado, en la que dio la razón a la CAM en el contencioso que les enfrenta por el proyecto de construcción y explotación de la fallida Ciudad de la Justicia.

Trinidad señaló la peligrosa incertidumbre que pesa sobre la CAM. Moral lo calificó de «chapuza integral» y de «falta de planificación». Gómez recordó los 108 millones fallidos invertidos en dicha Ciudad de la Justicia.

Llop, por su parte, recordó la mala gestión de los edificios judiciales.

«Se vendió por 70 o 72 millones de euros el edificio de la calle Hernani, en el que estaban los Juzgados de lo Social, dinero que se invirtió en la Ciudad de la Justicia. Y se mandaron esos Juzgados a la Plaza de los Cubos a una oficinas que cuestas entre 4 y 5 millones de euros al año», apuntó.

«Y lo mismo ocurre con los Juzgados de Violencia sobre  la Mujer de la calle Albarracín.  Se ha alquilado por 34 millones por 10 años. La gestión no es buena, como tampoco ha sido buena la planificación de sedes que se ha hecho», señaló.

Llop contestaba así a la consejera candidata, quien antes había explicado el gran esfuerzo económico realizado en la Administración de Justicia por el gobierno regional en el que ha servido hasta ahora.

El joven representante de Vox, José María Figaredo, no defraudó con sus propuestas de que sea el CGPJ quien administre el presupuesto de Justicia. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

Jacinto Moral, de Unidas Podemos, trató de convencer a los presentes de que había que apostar por un modelo de servicio público para la Justicia. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

«En 2018 el presupuesto fue de 393 millones de euros. Este año es de 500 millones. Y el 64 por ciento se dedica a pagar los sueldos de los funcionarios», aclaró.

«En Madrid  hay 21 partidos judiciales. 12 están equipados. En 8 se están construyendo nuevos edificios. En Torrejón de Ardoz está en proyecto. Hemos agrupado por jurisdicciones. Hay un núcleo penal y un núcleo civil, además de la Audiencia Provincial, que la hemos concentrado. Nuestro objetivo es agrupar todos los órganos judiciales, pero para ello sería preciso convocar una Mesa de Diálogo para diseñar, entre todos, el futuro de la Justicia», afirmó.

Durante el debate se habló de la «politización» de la Justicia, queriendo decir de la politización del Consejo General del Poder Judicial. Cada uno fue a lo suyo.

El PP y Ciudadanos, apostaron porque los 5.500 jueces y magistrados elijan a los 12 vocales jueces.

El PSOE porque sea el Parlamento. Más Madrid y Unidas Podemos, porque se abra a la ciudadanía, evitando el «excesivo corporativismo», y Vox porque sean los propios jueces, a los que se debía entregar, además, el presupuesto de Justicia para que lo administraran ellos.

La cosa duró dos horas y media. No se hizo tan pesado como el debate anterior, pero la sensación final es que no se habían aportado grandes cosas.

De los intervinientes, los que parecía que mejor conocían bien el percal poliédrico de la Justicia fueron la magistrada en servicios especiales Pilar Llop, del PSOE, y la candidata del PP, Yolanda Ibarrola.

Las intervenciones de los demás fueron manifiestamente mejorables. O a mí me lo pareció. Esta película de ayer del ICAM no me sorprendió nada. Quizá es que ya llevo muchas en la cabeza. Pero como decía al principio, citando a Serrat, «nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio».

Por eso, como entramos nos marchamos.

Noticias Relacionadas:
Lo último en Política