La acusada de asesinar a su marido y dárselo de comer a sus perros dice que murió atacado por un pitbull
Svetlana B., de nacionalidad rusa y 46 años, se enfrenta a un petición fiscal de 25 años de prisión por un presunto delito de asesinato con alevosía y ensañamiento en el que concurre como agravante la circunstancia de parentesco.

La acusada de asesinar a su marido y dárselo de comer a sus perros dice que murió atacado por un pitbull

La Fiscalía sostiene que ésta sedó al hombre, de 70 años, y le cortó trozos de carne y piel de ambos brazos para después dárselos de comer a sus perros, azuzándoles para que le mordieran en las extremidades
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11/6/2019 09:59
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Actualizado: 11/6/2019 10:00
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La mujer acusada de asesinar a su marido y dárselo de comer a sus perros en Sant Llorenç (Mallorca) negó ayer en el juicio el crimen y aseguró que el hombre, un alemán de 70 años de edad, murió atacado por uno de sus perros, un pitbull americano.

La Fiscalía pide para Svetlana B., de nacionalidad rusa y 46 años, 25 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento en el que concurre como agravante la circunstancia de parentesco.

También reclama la inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena.

El Ministerio Público sostiene que ésta sedó al hombre y le cortó trozos de carne y piel de ambos brazos para después dárselos de comer a sus perros, azuzándoles para que le mordieran en las extremidades.

El juicio arrancó ayer. Lo juzga un tribunal del jurado de la Audiencia Provincial de Baleares, presidido por el magistrado Jaime Tártalo, presidente de la Sección Primera. Se prevé que dure dos semanas.

Según relata la Fiscalía en su escrito de acusación, los hechos se remontan al 1 de abril de 2016 en Cala Millor (Mallorca), en concreto en Sant Llorenç des Cardassar, cuando la acusada y la víctima llevaban tres meses casados.

Ninguno hablaba el idioma materno del otro y se comunicaban en inglés porque sí conocían ese idioma «un poco».

El Ministerio Público señala que entre las 9.00 y las dos de la tarde, Svetlana B. cortó con un cuchillo serrado a su marido.

El hombre se encontraba sedado en la cama de su dormitorio al haber ingerido algún tipo de fármaco.

De acuerdo al relato de la Fiscalía, la acusada, tras cortarle trozos de carne y piel de los brazos y dárselo de comer a sus perros, les azuzó para que le mordieran en las extremidades, lo que le provocó una hemorragia masiva, un choque hipovolémico y la muerte.

DICE QUE FUE EL PITBULL QUIEN ATACÓ ESPONTÁNEAMENTE AL HOMBRE SIN QUE ELLA INTERVINIERA

Cuando la acusada se fue a vivir con él en 2015, llevó consigo a su perro, Lord. Más tarde adoptaron una hembra de stafford americano, a la que llamaron Linda.

La acusada ha mantenido que el pitbull fue quien atacó espontáneamente al hombre sin que ella interviniera.

Ha rechazado que drogara a su marido o que le atacara con un cuchillo, y ha contestado preguntando que «para qué» haría eso.

Ha declarado que cuando el perro atacó a su marido ella intentó separarlos y encerrar al animal en el baño, dejando al hombre en el dormitorio.

Según su versión, su marido salió de la habitación y el perro saltó sobre él y le mordió. Después lo arrastró como si fuera «un muñeco».

La mujer ha indicado que el perro mordió al hombre en las muñecas, que sangraba mucho, y que su cuerpo empezó a convulsionar.

Ha dicho que al darse cuenta de que estaba «muerto», entró «en shock» y comenzó a «temblar», y que ingirió vodka y pastillas porque ya no quería «vivir».

Por este motivo, ha declarado no recordar nada de lo que pasó después.

Cuando el fiscal le ha interrogado por diferentes contradicciones entre su testimonio y sus declaraciones en el Juzgado, como en qué momento del día ocurrieron los hechos o la zona de la casa donde comenzó el ataque del perro, la mujer lo ha achacado a este estado de ‘shock’ y a su estado mental los meses posteriores.

Ha sostenido que es incapaz de matar a nadie. También ha negado que ofreciera dinero a un hombre para que asesinara a su marido, como contó un testigo.

Según la acusada, se trata de un hombre que le ofreció droga y ella le denunció.

SABÍA QUE SU MARIDO HABÍA HECHO UN TESTAMENTO Y QUE LOS HEREDEROS ERAN ELLA Y LOS ANIMALES

Durante el juicio ha reconocido que sabía que su marido había hecho testamento y que los herederos eran ella y los animales.

La casa donde vivían era de la víctima. La acusada no tenía ninguna vivienda en propiedad.

La acusada también ha dicho que los perros habían atacado al hombre al menos en otras dos ocasiones, en octubre y diciembre de 2015, pero que no se deshicieron de ellos porque su marido no quiso.

Además, ha apuntado  que su marido pegaba a los perros.

NO QUERÍA SER ASISTIDA POR LA INTÉRPRETE DESIGNADA 

La toma de declaración a la acusada se ha visto dificultada por el lenguaje.

Al inicio del juicio, la mujer ha dicho que no quería ser asistida por la intérprete designada, y que había pedido otra para lo que había hablado con el cónsul.

El magistrado Jaime Tártalo ha dicho que la petición no le constaba y que la intérprete había sido designada por el tribunal, por lo que no había motivos para pensar que no desempeñaría su función correctamente.

Tártalo ha pedido en varias ocasiones a la acusada que contestara en ruso, puesto que insistía en responder en castellano, pese a que no lo habla con fluidez, y resultaba difícil comprender sus respuestas.

Su abogado le ha recomendado que respondiera en ruso, pero continuamente cambiaba de idioma.

El magistrado también ha tenido que llamar la atención a una mujer del público que aseguraba que la intérprete no estaba traduciendo bien las respuestas.

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