Pedro Crespo Barquero ha sido, hasta hoy, uno de los miembros más destacados de la Unión Progresista de Fiscales, asociación que ahora abandona libremente por no identificarse con los objetivos que persigue. Foto: Cadena Ser.
Pedro Crespo abandona la Unión Progresista de Fiscales
ERA, HASTA AHORA, UNO DE LOS MIEMBROS MÁS DESTACADOS DE ESA ASOCIACIÓN
|
20/6/2019 13:48
|
Actualizado: 20/6/2019 13:51
|
Pedro Crespo Barquero, uno de los miembros más destacados de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), ha enviado una carta al Secretariado (la Ejecutiva) de la asociación dándose de baja de la militancia.
De su misiva se desprende que ya no se identifica con la línea política y los objetivos de la asociación.
«De un tiempo a esta parte (…), por más que me he esforzado en luchar contra lo que podría describir como un sentimiento de desolación, algunos planteamientos esenciales de la UPF, la dificultad para identificar -o identificarme con- los objetivos que persigue, o para comprender sus argumentos, sus excusas o sus silencios, me han ido generando una cada vez más desagradable sensación de pura y simple distancia«, se puede leer en su carta, a la que ha tenido acceso Confilegal.
«Esa distancia que se abre de forma imperceptible, poco a poco, pero va creciendo hasta que llega el momento en que te das cuenta de que ya no se puede salvar», añade.
Crespo Barquero es, actualmente, fiscal jefe de la Fiscalía de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo.
Ha pertenecido a la UPF –asociación en la que también milita la fiscal general del Estado, María José Segarra, así como la ministra de Justicia, Dolores Delgado y el actual secretario de Estado, Manuel Jesús Dolz (aunque su pertenencia está en suspenso mientras estén en política)– desde 1993.
«He sido miembro del Secretariado y Vicepresidente de la asociación, fui elegido en sus listas Vocal del Consejo Fiscal (el único en aquel Consejo; qué tiempos tan diferentes), y, en suma, he trabajado mucho y a lo largo de mucho tiempo en -y para- ella, afrontando situaciones muy distintas, a veces no muy fáciles. Y también he encontrado en esta asociación muchas oportunidades y grandes satisfacciones», recuerda a sus compañeros.
El nombre de Crespo Barquero ha estado en todas las últimas quinielas como candidato a la Fiscalía General del Estado, institución que conoce a la perfección, pues dirigió su Secretaría Técnica, el organismo interno más importante, bajo el mandato de Cándido Conde-Pumpido como fiscal general del Estado.
VIENE UN TIEMPO DIFÍCIL PARA LA UPF
El, hasta ahora, significado miembro de la UPF, refiere también en su carta de renuncia sus reflexiones a raíz del en el último Congreso de la asociación, celebrado en Zaragoza, y del que salió elegida como presidenta y portavoz la fiscal del Constitucional, Teresa Peramato, en el que tomó parte.
Crespo Barquero, se trasluce con claridad de su escritura, no está de acuerdo con la senda asumida por la asociación.
Teme que las próximas elecciones al Consejo Fiscal supongan un futuro castigo por parte de sus compañeros en las urnas.
«En sus respectivas intervenciones en Zaragoza, los compañeros que hablaron en nombre del Secretariado y de los Vocales del Consejo Fiscal coincidieron en afirmar que el tiempo que viene va a ser difícil para la UPF. Es verdad. Y eso reafirma mi preocupación, creciente a lo largo de muchos meses, de que se pueda llegar a entender que yo mismo formo parte de esa dificultad», señala.
«A veces uno no está donde quiere, sino donde lo sitúan las circunstancias, los demás. Después de veintiséis años no me perdonaría la torpeza de verme colocado en las trincheras del fuego amigo. Ni tampoco, claro está, la de quedarme a esperar que un eventual empeoramiento de los resultados -ojalá me equivoque- en las siguientes elecciones al Consejo Fiscal le acabe siendo imputado a quienes pensamos que no se ha administrado bien el éxito», afirma.
NO QUIERE ASUMIR EL PAPEL DE DISIDENTE
Crespo Barquero les deja muy claro a sus compañeros que por coherencia se va.
«Nunca jamás he aceptado ni aceptaría el papel de disidente molesto o «resentido» (calificativo que algún estúpido me ha aplicado hace poco), ni mucho menos, suponiendo que tuviera en la UPF un peso que jamás he tenido ni querido, el de conspirador o instigador de ninguna clase de corriente crítica -repito: ninguna clase de corriente crítica- o división interna«.
Su marcha, deja muy claro, otra vez, es fruto «de la mera constatación de un estado de cosas que determina un estado de ánimo. Solo me atrevo a estar seguro de que, como en todas las separaciones sensatas, no hay que buscar culpables. No es, desde luego, mi intención».
«Sí existe un único responsable, que soy yo mismo», indica. «Nunca jamás en mi vida he sido capaz de comprometerme con algo en lo que no crea».
Y concluye agradeciendo a todos «por todo».
«Yo estaré siempre a vuestra disposición, si me necesitáis. Justo al otro lado de la puerta que hoy atravieso para sentirme más cómodo, más coherente y más libre«, concluye.
Noticias Relacionadas: