Juan José Torrente: «De 300 a 500 ‘mossos’ queremos abandonar el Cuerpo y pasarnos a la Policía Nacional»
“Le interesa que los que pensamos así nos quedemos dentro, nos han dicho fuentes del Gobierno, pero como no apruebe el reglamento, iniciaremos la vía Contencioso Administrativa”, señala Torrente a Confilegal. Foto: EP

Juan José Torrente: «De 300 a 500 ‘mossos’ queremos abandonar el Cuerpo y pasarnos a la Policía Nacional»

Este sargento, secretario general de CSIF-‘Mossos’, denuncia que lleva desde octubre de 2017 pidiendo al Gobierno que apruebe la llamada 'pasarela', pero que el Ejecutivo no mueve ficha
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24/6/2019 02:00
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Actualizado: 24/6/2019 02:39
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Juan José Torrente, sargento de los ‘Mossos d’Esquadra’ y secretario general de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF)-Mossos, quiere abandonar el Cuerpo y pasarse a la Policía Nacional.

Explica que se quiere ir de los ‘mossos’ porque es “un Cuerpo politizado” y él no concibe la politización de su trabajo.

Destaca que es “no es lógico que el presidente catalán, Quim Torra, haya hablado de ir a la vía Eslovena en Cataluña, cuando eso un enfrentamiento armado” y que él no está de acuerdo con esa política.

“Yo me hice policía, no policía político fuera de la Constitución«, sentencia.

Juan José Torrente Moro (Esplugas de Llobegrat, Barcelona, 1980) revela que “de 300 a 500 ‘mossos’ quieren pasarse a la Policía Nacional” y que lleva desde el 2 de octubre de 2017 reclamando al Gobierno que apruebe el Reglamento de la Ley Orgánica 9/2015, de 28 de julio, de Régimen de Personal de la Policía Nacional, que permite a los agentes el cambio de Cuerpo, la llamada ‘pasarela’.

Sin embargo, denuncia que el Ejecutivo aún no ha movido ficha.

“Le interesa que los que pensamos así nos quedemos dentro de los ‘mossos’, según nos han trasladado fuentes del propio Gobierno”, explica.

Torrente es hijo de Juan José Torrente Terrón, un policía nacional, víctima de ETA.

El 14 de septiembre de 1982, cuando su padre llevaba casi un año destinado en el País Vasco, donde había trasladado a su familia desde Cataluña, un comando de ETA lo ametralló a él y a otros cuatro compañeros cuando circulaban en un coche patrulla y en otro camuflado hacia Rentería, Guipúzcoa.

«Dispararon más de 100 balas y mataron a cuatro. Uno de ellos quedó herido y fue recogido por un camionero, pero los terroristas le siguieron y lo remataron. Mi padre recibió siete tiros, en el tórax, el brazo, la espalda y una pierna. Quedó inconsciente y los etarras le dieron por muerto. Ahora tiene una pierna más corta y una discapacidad del 86%”, relata su hijo.

Tenía dos años cuando ETA fue a matar a su padre.

Después de aquello, la familia regresó a Barcelona.

Juan José Torrente siempre quiso ser policía. En 2002 ingresó en los ‘Mossos d’Esquadra’, Cuerpo por el que ahora siente “desapego” por “las injerencias políticas en la labor policial”. 

También está estudiando Derecho y es licenciado en Criminología.

¿Cuándo empezó a notar el independentismo en su trabajo y decidió que no iba a tragar con esto?

No aguanto la “injerencia política” que hay desde 2011, a raíz de que el 15 de junio 2011, cuando más de 3.000 ‘indignados’ del 15-M rodearan el Parlamento catalán para tratar de impedir el acceso de los diputados al hemiciclo, donde se iniciaba el debate para aprobar los primeros presupuestos del gobierno de Artur Mas.

Éste y la presidenta de la cámara catalana por aquellas fechas, Núria de Gispert, accedieron al recinto en un helicóptero de los ‘Mossos d’Esquadra’.

Básicamente fue entonces cuando la Generalitat comenzó con sus hojas de ruta a patrocinar a asociaciones independentistas.

¿En qué ha notado esa “injerencia política” en su trabajo?

En menos de dos años nos han cambiado cuatro veces de jefes. Y de la manera que lo han hecho es evidente que es por razones políticas.

Explíquese.

Nada más entrar el actual gobierno decapitaron al comisario Ferrán López que fue el que estuvo cuando el 155.

Ferrán López era el ‘número dos’ del Cuerpo y sustituyó a Trapero como mayor de los ‘Mossos d’Esquadra’ cuando fue cesado al aplicar el artículo 155 de la Constitución, en octubre de 2017.

Está claro que no querían ni verlo por ese motivo.

Los compañeros de orden público están continuamente en la división de asuntos internos teniendo que dar explicaciones por todo… Hay compañeros expedientados por decir que están con la Constitución, los ‘mossos’ hemos perseguido más a quien quita lazos que a quien los pone, ha habido mandos que nos han pedido que no quitáramos objetos vinculados al 1-O…

¿Entonces el Cuerpo está politizado y usted no quiere trabajar en un Cuerpo así?

Ni más ni menos que eso.

¿Cuántos piensan como usted?

Muchos. Somos 17.000 ‘mossos’, la mitad estarán de acuerdo con la independencia y la otra mitad no, como la sociedad.

¿Y cuántos darían el paso a la Policía Nacional?

De 300 a 500.

Pero falta por aprobar el Reglamento para que puedan dar el salto…

Está aprobada la Ley, pero falta esto.

En diciembre presenté un escrito ante el Defensor del Pueblo como representante de CSIF, previo al Consejo de Estado que se celebraba el 21 de ese mes en Barcelona, y a continuación una delegación de CSIF y los ‘Mossos’ un encuentro con el gabinete del Defensor del Pueblo.

Le trasladé la preocupación ante las protestas convocadas para esa jornada, la indefensión de los ‘Mossos’ ante la Generalitat y la politización de nuestras funciones, la precariedad de nuestras condiciones laborales, y el tema de la movilidad administrativa, que es la Pasarela…

¿Y qué ha hecho el Defensor del Pueblo?

Lo está estudiando. Solicitó la información oportuna al Ministerio y nos envió una carta comunicándonos que no le habían contestado. Hace un par de meses volvió a pedirlo y seguimos a la espera.

¿Han pedido desde CSIF al Gobierno que se active ese Reglamento?

Sí. En mayo elevé un recurso de alzada al Ministerio del Interior reclamándolo.

Si transcurridos tres meses no responde, iniciaremos ya la vía Contencioso Administrativa.

¿Qué le han dicho desde el Ejecutivo?

De esta petición no hemos recibido respuesta. Anteriormente, a título particular, tanto yo como otros muchos compañeros la habíamos pedido y las respuestas fueron excusas. Decían que había una Comisión trabajando en ello. Eso nos lo dijeron vía email. Eran respuestas dilatorias.

Yo la solicité en 2018 en base a la Ley de Víctimas del Terrorismo, que recoge la movilidad administrativa.

También me llamaron por teléfono y me comunicaron que no se iba a hacer nada. Lo que tenemos entendido por fuentes del Gobierno es que al Ejecutivo le interesa que los que pensamos así nos quedemos dentro.

No se puede obligar a nadie a estar en un sitio contra su voluntad. Y nosotros lo pedimos porque hay leyes que lo amparan.

¿Qué llamamiento hace al Ejecutivo?

Que nos dé una salida a las personas que lo estamos pasando mal.

Quienes piensen que la situación ahora no es convulsa, se equivocan. Es como una olla presión. Estamos a la expectativa de lo que pueda tras la sentencia del Tribunal Supremo sobre el ‘procés’.

La Generalitat está definida. Tiene su hoja de ruta y todos sabemos que va a ir a cumplirla.

Tenemos muchísima incertidumbre y somos muchos los que no queremos volvernos a ver en otra encerrona como la del referéndum ilegal del 1 de octubre. Ya es un tema de creencias, de no estar de acuerdo con lo que están haciendo estos señores y de querer sentirte como policía, como lo que juraste en su momento.

Tanto es así que ha llegado a pedir públicamente la dimisión de Torra “por poner en riesgo la integridad física de los agentes”.

Sí, en octubre de 2018 cuando alentó a los CDR a apretar y por la noche intentaron asaltar el Parlamento.

Los compañeros tuvieron que aguantar allí carros y carretas. Estaban sobrepasadísimos porque no había efectivos. Fue un dispositivo mal planificado, completamente insuficiente, y los agentes de seguridad ciudadana tuvieron que intervenir para apoyarnos.

No puede ser que el presidente de una comunidad llame a la desobediencia. En el momento en el que un presidente hace eso, a la Policía, como garante de la convivencia, nos complica la vida.

Por ello, al día siguiente lanzamos un comunicado reclamando su dimisión y la de lacúpula de Interior de la Generalitat.

¿Qué tuvieron que soportar aquel día?

Los manifestantes tiraron vallas y piedras a los compañeros, les dieron golpes, patadas, quemaron contenedores y destrozaron mobiliario público. Se saldó con unos 30 agentes heridos.

A esto se suma también que dos días antes de aquello, el 29 de septiembre, Jusapol hizo una manifestación y la Generalitat autorizó otra paralela y posterior, convocada por Arran, sabiendo que conllevaría episodios violentos y que tenía por finalidad impedir la primera que estaba comunicada en tiempo y forma y autorizada legalmente.

El separatismo ‘ataca’ de nuevo: desde patadas, golpes, empujones e insultos, a lanzamiento de pintura y de huevos

¿Usted vivió el 1 de octubre y el 20 de septiembre trabajando?

El 20-S no porque estoy destinado fuera del área metropolitana.

¿Y qué le han contado sus compañeros de aquel día?

El 20 de septiembre quedó claro lo que hubo. No se quería disolver lo que había. Está clarísimo.

La Guardia Civil tenía orden del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona de garantizar el paso de la comitiva judicial. Y la intervención policial de los ‘Mossos’ se dilató en el tiempo.

Tardó muchísimo en llegar.

Solo hay que escuchar las declaraciones en el Supremo del mando de la brigada móvil sobre Jordi Sànchez, quien se pensaba que mandaba más él que el mando de la policía en el sitio.

Le dijo al mando de brigada móvil que había: Trapero está loco. ¿Se ha bebido el entendimiento o qué le pasa? Querían seguir allí sin que la Policía interviniese.

¿El 1 de octubre trabajó?

Aquel día, a compañeros que se habían definido constitucionalistas les dieron vacaciones, los enviaron a vigilar calabozos 12 horas o nos cambiaron de turno, como me hicieron a mí, que me mandaron a la noche.

Aquel día se dijo que no se empleara la fuerza salvo que te agrediesen directamente.

Hubo un dispositivo deficiente completamente. Con dos personas en un colegio una vez que está lleno, no puedes hacer nada.

Con estas actitudes estamos perdiendo el principio de autoridad de ‘mossos’ completamente.

¿Qué poso les quedó de aquellas dos jornadas?

Tristeza, porque te han metido en medio de algo que te sobrepasa, porque se ha buscado un enfrentamiento civil y que no haya reconciliación, y tú estás en medio y te van dando tortas por todas las partes.

¿Cuánto tiempo lleva como secretario general de CSIF-‘Mossos’?

Un año. Antes no había sido sindicalista.

¿Qué le movió a ello?

La indefensión en general que tenemos los ‘mossos’. Ya no solo hablamos de esto, sino que a nivel de reivindicaciones socio laborales tampoco hay ningún tipo de voluntad negociadora por parte de la Generalitat. Todas las demandas que tenemos caen en sacos rotos. No atienden a ninguna.

¿Y ven que sí hay dinero para otras cosas?

Efectivamente.

¿Cuáles son sus reivindicaciones?

Aprobaron un nuevo modelo de vestuario hace unos 4 años y aún no se ha empezado a repartir.

Para esto no hay dinero nunca.

Nosotros tenemos convenios firmados desde hace 10 años que no los han llevado a cabo, que siguen incumpliéndonos.

Por ejemplo, también tenemos la reivindicación de la jubilación a los 59 años y hace años que nos desatienden y no hacen los informes preceptivos.

¿Cree que el Cuerpo está criminalizado?

Hagamos lo que hagamos siempre somos culpables de algo, por acción o por omisión. Por lo tanto, estamos en tela de juicio constantemente.

El problema de esto viene cuando ves que somos muñecos para los políticos. Te ningunean, no respetan la labor policial y hay excesivas injerencias…

Acto en homenaje a las víctimas del atentado terrorista de Hipercor -que causó 21 muertos y 45 heridos-, presidido por José Vargas, presidente de ACVOT.

El pasado miércoles se conmemoraron 32 años del atentado de Hipercor y al acto «no acudió ningún representante oficial de la Generalitat -exceptuando el secretario del Departamento de Interior, Brauli Duart- ni tampoco del Ayuntamiento de Barcelona», según ha informado a Confilegal José Vargas, presidente de la Asociación Catalana de Víctimas del Terrorismo (ACVOT), que convocó el homenaje. ¿De esto que opina?

El presidente de la Generalitat se da abrazos con Otegi y Carlos Sastre y no viene a los homenajes de los muertos a manos de ETA.

A mí eso ya me dice mucho.

También, que se haya perseguido a la gente por quitar los lazos, en vez de por ponerlos… Si libertad de expresión es ponerlos, también es libertad de expresión quitarlos. Entonces, tú como policía no puedes criminalizar a quien ellos quieran, tienes que cumplir la ley, no lo que te diga un político.

Además, han abierto un expediente a un compañero que dijo que la República no existe. Creo que quedó en una amonestación.

También tenemos un compañero que denunció a un mecánico de Reus que no quiso atender a su mujer porque era Policía Nacional.

El compañero lo denunció, se archivó la denuncia, pero el mecánico se quejó a asuntos internos y lo han expedientado un mes.

A esto se suma también que dos compañeros de Brigada Móvil están teniendo que dar explicaciones porque desalojaron a dos concejalas de la CUP que impedían la marcha del autobús de Hazte Oír.

¿Y cómo ha actuado el Gobierno ante todo esto que relata?

El Gobierno de España es como un avestruz, mete la cabeza en un agujero y no afronta los problemas.

¿Con quién se ha puesto en contacto?

Hemos escrito ya a todos lados y no hay voluntad de hacer nada.

Estuvimos reunidos con Millo, y trasladó los asuntos a Madrid, pero si Madrid no ejecuta… De este Gobierno hemos escrito a Marlaska, hemos enviado las solicitudes para que reglamenten a Secretaría de Estado, y nos hemos reunido con el diputado portavoz de la Comisión de Interior, David Serrada. 

¿Y cuál es la respuesta?

Que lo estudiarían, pero han pasado ya unos cuantos meses y por eso se ha iniciado el tema de la vía administrativa. Esperamos que con la nueva configuración del Gobierno tengan a bien atender y afrontar la problemática que le planteamos.

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