Condenada a 28 años de prisión por matar a su novio y tirarlo al mar dos meses después
La Ciudad de la Justicia de Las Palmas. Foto: El coleccionista de instantes.

Condenada a 28 años de prisión por matar a su novio y tirarlo al mar dos meses después

Vendió el vehículo de su pareja sin su consentimiento y le hizo creer que estaba embaraza de gemelos
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15/7/2019 12:02
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Actualizado: 15/7/2019 12:05
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La Audiencia Provincial de Las Palmas ha sentenciado a 28 años de cárcel a una mujer que mató a su pareja, escondió el cadáver en un bidón y lo tiró al mar meses después: Sira M.Q.M.

Ha sido condenada por la magistrada Pilar Parejo Pablos, tras el veredicto de culpabilidad emitido el pasado 5 de julio por el jurado.

Le ha impuesto dos años de cárcel por un delito de estafa, 24 años de prisión por un delito de asesinato con la agravante de parentesco, con la accesoria de prohibición a acercarse al municipio donde vivan los padres del fallecido durante 30 años, y otros dos años por un segundo delito de estafa.

La condenada ya tenía antecedentes por estafa.

El tribunal considera probado que entre febrero y marzo de 201, Sira M.Q.M. asesinó a Daniel Ceballos, con quien mantenía una relación desde noviembre de 2014, asestándole tres puñaladas por la espalda con arma blanca, y que lo dejó desangrándose.

Tras la muerte del hombre, introdujo el cuerpo de la víctima en un bidón y lo mantuvo durante dos meses en el domicilio que compartían en el municipio de Telde (Gran Canaria).

Posteriormente, lo trasladó a Las Palmas de Gran Canaria con la ayuda de una amiga, Vicenta S., primero a la azotea de su vivienda y luego al domicilio del padre de la condenada.

Finalmente, el 12 de mayo de 2016 arrojó el bidón al mar en la costa de El Confital, en Las Palmas de Gran Canaria.

La magistrada considera probados dos delitos de estafa cometidos por esta individua, posibles desencadenantes de los hechos.

Según el fallo, la condenada vendió el vehículo de su pareja sin su consentimiento y le engañó con un supuesto embarazo de gemelos.

Ante la posibilidad de ser descubierta por la venta del coche y del engaño del embarazo, organizó un plan para acabar con la vida de Daniel Ceballos, de acuerdo a la resolución.

Asimismo, tras matar a su pareja, se hizo pasar por él a través de su teléfono móvil por mensajería instantánea durante más de dos meses para pedir dinero a la familia del hombre.

El caso, conocido como «el crimen del bidón», fue juzgado entre el pasado 1 y 5 de julio. La sentencia está fechada a 12 de julio.

Contra ella cabe interponer recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

OCULTÓ A SU PAREJA LA EXISTENCIA DE UN HIJO ANTERIOR, AL QUE PRESENTABA COMO SU SOBRINO

Según la sentencia, en octubre de 2014, la pareja se mudó a la ciudad de Telde con el segundo hijo de ella, de 6 años, fruto de una relación anterior.

Indica que la condenada ocultó a su pareja la existencia de un hijo anterior, al que presentaba como su sobrino y que también le mintió sobre otros aspectos relacionados con su vida familiar y profesional.

Explica que al saber que su pareja tenía dudas sobre su relación sentimental y que éste albergaba fervientes deseos de ser padre, Sira M.Q. le mintió diciéndole que estaba embaraza de gemelos.

Añade que convenció al hombre para que la acompañara a las citas médicas, si bien le pedía que no entrase con ella a consulta.

Indica que ambos compartieron con la familia de la víctima y sus amigos «la buena noticia del embarazo, mostrándose Daniel ilusionado por el nacimiento, por lo que decidió no dejar la relación» con  ella «con el fin de estar cerca de sus hijos».

La condenada manifestó a su pareja y a la familia de éste que tenía el parto programado para el 28 de febrero de 2016, prosigue el tribunal.

VENDIÓ EL COCHE DE SU PAREJA SIN SU CONSENTIMIENTO

Además, apunta que en el mismo mes de febrero de 2016, sin el conocimiento del hombre, la condenada puso un anuncio en segundamano.com para vender el coche de su pareja, un Renault Megane, y contactó con un comprador que lo adquirió por 500 euros.

De esta operación no supo nada su pareja, quien el 22 de febrero denunció ante la Policía el robo del vehículo.

El 3 de marzo, la condenada fue con el vehículo al muelle de La Luz, en compañía de su padre, presentó el DNI de su pareja al comprador, y le entregó el coche.

‘EN VEZ DE AFRONTAR SUS ACCIONES Y ENFRENTARSE A SUS CONSECUENCIAS, DECIDIÓ ACABAR CON LA VIDA DE SU PAREJA’

El tribunal señala que transcurrida la primera quincena de febrero, Sira M.Q.M. «era perfectamente consciente de que se estaba acercando el día del supuesto parto y, por tanto, el momento en que Daniel  descubriese que no estaba embarazada; unido a ello, y tras la denuncia de Daniel sobre la sustracción de su vehículo, era también consciente de que éste podría descubrir que era ella misma quien lo estaba vendiendo a un tercero sin su consentimiento».

Por ello, «en vez de afrontar sus acciones y enfrentarse a sus consecuencias, decidió acabar con la vida de Daniel», añade.

Ocurrió entre el 26 de febrero y el 4 de marzo de 2016, en el domicilio de Telde: «Haciendo uso de un objeto punzante, le asestó varias puñaladas; una de ellas en la región axilar derecha y dos más en el trapecio izquierdo».

El tribunal explica que durante el ataque, la víctima trató de defenderse interponiendo su antebrazo izquierdo y su mano derecha a modo de protección, en los que también sufrió cortes».

Añade que en un momento de la agresión, el hombre sufrió un traumatismo en la parte posterior de la cabeza y que estando conmocionado o inconsciente por el golpe recibido, la condenada dejó a la víctima desangrándose. Sufrió un shock hipovolémico y murió.

METIÓ EL CADÁVER EN UN BIDÓN

El tribunal también considera probado que el 4 de marzo de 2016 la condenada acudió al establecimiento de Leroy Merlin en Telde, compró cinta americana y un bidón de 210 litros, donde medió el cuerpo de Ceballos, y lo selló con la cinta y lo envolvió en bolsas de plástico.

Lo dejó en la vivienda y se fue a vivir a Las Palmas de Gran Canaria.

El tribunal indica que tras el crimen, y con la finalidad de enriquecerse de forma ilícita, la condenada hizo creer a los padres y familiares del hombre que el 28 de febrero de 2016 había dado a luz en el Hospital Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria a dos gemelos, que uno de los cuales tenía problemas cardíacos, lo que supuestamente les obligó a trasladarse a Madrid para recibir tratamiento médico.

Relata que la condenada se hizo pasar por el fallecido a través del chat familiar que tenían en WhatsApp y en mensajes personales, y que les enviaba fotos descargadas de Internet de niños intubados y con bajo peso que hacía pasar como propios.

Les pidió tener contacto con ellos únicamente por mensajes.

Según la sentencia, los familiares de la víctima creyeron en todo momento que era éste quien les iba contando sobre la mejoría de los bebés en el hospital, así como quien les pedía dinero para poder pagar los gastos que generaba a la pareja su estancia en Madrid.

El tribunal indica que «el de por sí cruel engaño» que la condenada urdió contra la familia de la víctima fue «especialmente dañoso para la madre» del hombre, «quien preocupada por la salud de sus nietos, durante meses mantuvo prácticamente a diario conversaciones por whatsApp» con la condenada, «en la creencia de que estaba hablando con su hijo».

La tía y la madre de la víctima, «realizando un esfuerzo económico y ante la angustia que les generaba la situación que les describía quienes ellas creían que era Daniel, ingresaron entre marzo y mayo distintas cantidades de dinero en dos cuentas corrientes», una de ellas de la que era titular la condenada y otra de su pareja, recaudando en total 415 euros.

DIO A UNA AMIGA UNA NEVERA, UNA LAVADORA Y UN MICROONDAS, QUE NI SIQUIERA ERAN SUYOS, A CAMBIO DE QUE LA AYUDARA A LIMPIAR LA SANGRE 

Según el fallo, durante los meses de marzo y abril de 2016 el cadáver permaneció en el bidón en el domicilio de Telde, si bien en algún momento, Sira M.Q.M. pidió a una amiga que le ayudara a limpiar los restos de sangre de la vivienda, sin que se haya acreditado que ésta tuviera conocimiento de su origen, «todo ello, a cambio de una nevera, una lavadora y un microondas, tasados en 354 euros, propiedad del dueño del piso» que tenía alquilado.

El 9 de mayo, sabiendo que se había señalado para fechas próximas el lanzamiento de la vivienda que tenía alquilada, y en la que permenecía el cuerpo de la víctima, trasladó el bidón hasta Las Palmas de Gran Canaria, al domicilio de su amiga, que le permitió que lo dejara en la azotea.

Al día siguiente, la condenada trasladó el bidón a la vivienda de su padre.

El día 12, ambas empujaron el bidón a plena luz del día por el paseo del Confital, hasta que llegaron a una zona frecuentada por pescadores, con escaleras que dan directamente a las rocas, esperaron a que se hiciera de noche y, sobre las 10 de la noche, lo tiraron al mar.

El tribunal señala que no ha quedado probado que la amiga supiera que en el bidón iba el cuerpo del hombre.

A primera hora de la mañana del 13 de mayo, el cuerpo sin vida de Daniel fue hallado por un vecino de la zona en la orilla, a escasos metros del lugar en el que fue arrojado.

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