Felipe Herrera, coautor de «Guía legal para una ‘startup'»: «Contiene todo lo que se necesita saber asegurar el éxito»
El coautor del libro dirige el portal "A definitivas" y es un especialista en "Legaltech".

Felipe Herrera, coautor de «Guía legal para una ‘startup'»: «Contiene todo lo que se necesita saber asegurar el éxito»

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30/12/2019 00:00
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Actualizado: 30/12/2019 00:00
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Se suele decir que en la vida hay dos tipos de personas: los tiran de los demás y los que se dejan tirar. El abogado Felipe Herrera, con 26 años, tiene la marca de los primeros. Es hiperactivo, apasionado y entusiasta. Tiene una pila interior que se asemeja a las Duracell en energía. Porque dura, dura y dura.

Se ha especializado en derecho tecnológico –es un apasionado de la tecnología cadena de bloques, que la abogacía española llama «blockchain», firme en su voluntad de hacer del español el «Spanglish», en lo que a ellos respecta–, donde se ocupa de estos temas en el bufete Términos y Condiciones, de Palma de Mallorca.

También forma parte de la consultora Legaltechies, especializada en la tecnología aplicada a la prestación y comercialización de servicios legales, que en el sector jurídico denominan «Legaltech».

Y dirige «A definitivas», portal jurídico en el que colabora un grupo de jóvenes compañeros donde publican artículos y desde el que organizan eventos y encuentros jurídicos y lanzan iniciativas muy interesantes.

Una de ellas, es su primer libro, «Guía legal para una startup«, que podría llevar por subtítulo «Todo lo que necesitas saber, desde el punto de vista legal, para poner en marcha una empresa emergente y tener éxito», aunque fuera un poco largo.

«Pero es que es así. Contiene todo lo que se necesita saber asegurar el éxito cuando se emprende con una ‘startup’, desde el punto de vista legal», asegura Herrera en nombre de los 7 compañeros -y en el suyo propio- que han dado a luz a este libro.

¿Y cómo surgió la idea? ¿Es que en el mercado no existían este tipo de volúmenes?

Surge de las repetidas consultas y dudas que nos han ido llegando en estos últimos meses sobre materias estrechamente relacionadas con el mundo de las «startups».

De esta manera, se me ocurrió la idea de recopilar todas estas respuestas y muchas más. Luego enviamos una propuesta a la editorial jurídica Sepín con un índice de casi 5 páginas de extensión, con los puntos sobre los que queríamos incidir.

Tengo que reconocer que la sensación a priori, era como lanzar una botella al mar con un mensaje dentro.

Pero la contestación de la editorial fue positiva.

A partir de ahí, nos pusimos manos a la obra. Nos repartimos los puntos, entre el equipo –según nuestras preferencias– y comenzamos a elaborar una guía legal práctica que todas las empresas emergentes puedan utilizar a modo de manual de instrucciones.

O de mapa del tesoro…

[Se ríe] O de mapa del tesoro, claro que sí. Porque el objetivo es la conquista del éxito, el tesoro.

¿Qué le tocó a usted?

Elaboré los puntos relativos a las formas jurídicas de las «startups», con especial atención y pasión en las otras formas de constitución, donde tuve la oportunidad de escribir sobre «blockchain», «smart contracts», ICOs e, incluso, la digitalización de las empresas y los nuevos modelos descentralizados.

Además, hice especial hincapié en la fantástica idea de anteproyecto de ley de «startups», que decayó en la pasada legislatura pero que tendrá que ser retomado sí o sí, y el «sandbox».

Herrera con su pareja, Verónica Pedrón Pardo, con el libro que acaban de dar a luz.

Supongo que, para ser la primera vez, encontraron las dificultades propias de los principiantes…

Claro. Pero si tuviera que singularizarlo en una cosa, diría que lo más difícil fue cumplir con los plazos que la editorial nos indicaba y tener el trabajo listo para entonces.

Al final somos siete personas con distintas circunstancias y tiempos y el proceso de ponernos de acuerdo y gestionar proyectos de gran magnitud como éste hacen que todo se ralentice un poco.

A priori podría entenderse que se trata de un libro estrictamente jurídico dirigido a un sector muy particular, como son los juristas o abogados. ¿Es así o puede servir también a otros operadores o al público, en general? 

Cuando concebimos la idea de elaborar y publicar esta guía tuvimos claro que los destinatarios no podían ser únicamente profesionales del sector jurídico sino que debíamos llegar a un público más amplio.

Es decir, no solo a otros operadores relacionados con la temática sino sobre todo a aquellas personas que deciden emprender para lograr el objetivo de llevar su idea a su máximo esplendor.

En este sentido, creímos importante que aunque la parte legal no es la más divertida del emprendimiento, la protección de los intangibles, el pacto de socios, los derechos digitales o la fiscalidad, entre otros, son aspectos que conviene tener claros antes de poner en marcha una empresa emergente.

¿Es tan importante hacer los deberes y cumplir con lo que dice la ley cuando se da a luz una empresa emergente?

Es esencial. Una buena planificación legal puede ahorrar muchos problemas en el futuro.

Nosotros entendemos que era necesario que existiera una guía donde no solo se asesorara al emprendedor sino que, además, se le dieran una serie de pautas a seguir desde la creación de su «startup» hasta la consolidación de la misma. Este es el objetivo, la misión y el espíritu de nuestro libro.

Va dirigido tanto a emprendedores, que quieran poner en marcha su «startup», como a profesionales del sector jurídico que quieran aprender lo básico para poder asesorar en la materia con el objetivo claro de que no se descuiden las obligaciones legales, asegurando así el buen éxito del proyecto y la captación de inversión.

En España, el núcleo de mercado de portales, como el que usted dirige, está en las grandes ciudades como Madrid o Barcelona. ¿Este es un hándicap?

No, en absoluto. «A definitivas» ha nacido en Mallorca porque todos los miembros del equipo fundador son de aquí o viven aquí. Para mí, vivir en el centro de la ciudad, junto a mi pareja, Verónica, y tener el despacho a 5 minutos (contando el ascensor) es una gozada.

Además, tenemos unas playas maravillosas y otras zonas de montaña que vale la pena conocer.

Por otro lado, en el despacho y consultora en los que yo trabajo prestamos servicios especializados en derecho tecnológico y «Legaltech», cuestión que me hace viajar prácticamente cada 15 días a distintos lugares de la península donde se nos conoce como boutique legal.

Al final del día, vivir en una isla como Palma de Mallorca, no nos supone ningún inconveniente. La revolución tecnológica ha hecho que hoy esto sea  posible.

Ustedes son un grupo de abogados jóvenes y muy entusiastas. ¿Qué les empujó a poner en marcha un portal como este? ¿Darse a conocer? ¿Ganar dinero?

Fomentar el compañerismo, y compartir derecho y conocimientos con quien esté dispuesto hacerlo, con la finalidad de alcanzar una cultura jurídica, basada en el respeto, la humildad y la solidaridad entre profesionales del sector jurídico.

Pensábamos que tenía que existir un espacio donde cualquier operador jurídico, incluidos los estudiantes de derecho, pudieran escribir y así aportar su granito arena a nuestra comunidad.

Por eso apostamos por crear un portal donde poder acceder y escribir de forma muy sencilla (evitando la burocracia típica de las editoriales) aunque, evidentemente, siempre con contenido de calidad.

Asimismo, nos sorprendía que en otros gremios (médicos, arquitectos, músicos, entre otros), lo normal fuese tener un patrón común y un sentimiento de cultura, en cambio, en el sector jurídico cada operador (jueces, fiscales, abogados, entre otros) va por su cuenta y resulta incluso complicado sentarles en la misma mesa.

Ya sé que el idealismo no está de moda, pero es lo que alimenta nuestro espíritu y es lo que nos ha traído hasta aquí. Y no vamos a cambiar.

 

 

 

 

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