El SEPE impulsa los programas de actividades online para evitar que la formación para el empleo se paralice
Esta iniciativa pretende asumir la formación programada por las empresas donde estaba previsto que participaran más de 360.000 empresas y cinco millones de trabajadores
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01/5/2020 06:30
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Actualizado: 26/4/2021 14:38
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La reciente resolución de 15 de abril de 2020 del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha supuesto una revolución con respecto a la forma en la que se venía ofreciendo la formación profesional para el empleo hasta el momento.
Según algunos expertos consultados por Confilegal, tras esta resolución se abre una nueva vía para el desarrollo de la formación profesional para el empleo a través de plataformas tecnológicas.
Fernando Ruiz, socio del área laboral de Deloitte Legal, considera que la resolución del SEPE «ha dado un paso definitivo en la modernización de los programas de formación de empleo al permitir los cursos a distancia”.
A su juicio, esta medida «permite, por un lado, que nuevos proveedores de cursos puedan ofertar nuevos programas de formación para el empleo, así como adaptar la formación de empleo al teletrabajo y a las nuevas circunstancias que el confinamiento impone actualmente en España”.
Sobre dicha resolución este jurista destaca que» se amplía el tipo de entidades que pueden impartir este tipo de formación, así como los destinatarios de la misma”.
Para Ruiz ,“el segundo elemento novedoso de la resolución es la posibilidad de impartir esta formación para el empleo a distancia por medio de la utilización de plataformas tecnológicas”.
“Obviamente, a través de dichas plataformas habrá que asegurarse de la identificación fidedigna del empleado y su correcta participación en los mismos para prevenir la aparición de fraudes”, advierte.
Este jurista recuerda que “la formación profesional para el empleo es el sistema de formación, vinculado al Ministerio de Empleo y a las Comunidades Autónomas, que tiene la misión de formar y capacitar a las personas para el trabajo y actualizar sus competencias y conocimientos a lo largo de su vida profesional”.
En este escenario, agrega, “la declaración del estado de alarma por parte del Gobierno desde el pasado 14 de marzo supuso la paralización de la formación de miles de empleados en España, incluida la actividad formativa presencial en el ámbito de la formación profesional para el empleo”, apunta.
Ruiz revela que “dicha suspensión ha tenido un enorme impacto en el sistema de formación profesional para el empleo que se ha visto gravemente afectado, ya que el estado de alarma no permite, con carácter general, continuar la ejecución de la formación presencial, tal y como esta modalidad se encontraba regulada en la actualidad”.
Obviamente lo anterior afectaba a un importante número de acciones formativas financiadas con cargo a este sistema. “De hecho las previsiones en cuanto a la ejecución de acciones formativas financiadas al amparo del sistema de formación profesional para el empleo, eran de casi un millón de participantes en las convocatorias de subvenciones que actualmente se encuentran en ejecución”, indica.
En este sentido ofrece algunos datos, “en cuanto a la formación programada por las empresas, estaba previsto que participaran más de 360.000 empresas y 5 millones de trabajadores y trabajadoras”.
En este contexto, con esta resolución de abril del SEPE se flexibilizan “las condiciones en que ha de ejecutarse temporalmente la formación profesional para el empleo sin que ello vaya en detrimento de la eficacia de la misma”.
Además, este experto en derecho del trabajo nos señala que “este conjunto de medidas, al igual que las que se van adoptando en diferentes ámbitos, comparten un mismo objetivo y persiguen afrontar el propósito de mantener el mayor número posible de empleos, siendo conscientes de la dificultad de este esfuerzo”.
Por otro lado, «esta resolución pretende adoptar medidas que faciliten tanto a empresas como a personas ocupadas y desempleadas afrontar las nuevas situaciones que se puedan plantear en el futuro, reforzando sus capacidades mediante las iniciativas previstas en la formación profesional para el empleo”.
Las empresas tecnológicas pueden ser entidades formativas
Por su parte, la Asociación Española para la Digitalización, DigitalES, patronal del sector tecnológico, valora de forma positiva dicha resolución del SEPE. Desde esta entidad se insiste en que en nuestro país hay más de 10.000 vacantes de empleo en el sector tecnológico, según su último barómetro de 2018.
Para Alicia Richart, directora general de la patronal, “el Covid-19 ha puesto de manifiesto y nos ha obligado a reconocer que el teletrabajo o la teleformación deben de tener la misma consideración a efectos normativos que las actividades presenciales. Ya no hay una vida analógica y otra digital, sino que ambas han convergido, como estamos viviendo en estos días”.
El sector tecnológico es uno de los sectores más activos en formación para el empleo. “Necesitamos talento y personal cualificado en un mundo en el que los conocimientos avanzan rápidamente, por lo que nuestras empresas hacen un gran esfuerzo por ofrecer la formación necesaria para adecuar los conocimientos y habilidades de los trabajadores a las demandas del mercado laboral”.
No solo en la formación para el empleo, añade, «nuestras empresas ofrecen cerca de 62.000 plazas de actividades formativas en todas las franjas de edad, en materias vitales para cubrir las nuevas necesidades del mercado laboral.”, señala Richart.
El llamado ‘reskilling’ y ‘upskilling’ laboral, como nueva forma de entrenar a los trabajadores, es imprescindible especialmente en la capacitación tecnológica, no solo para el propio sector, sino para el resto de los sectores productivos, donde la digitalización es una palanca de empleabilidad fundamental.
“Es una buena noticia que sean las empresas que crean y despliegan las herramientas tecnológicas necesarias para la transformación digital, las que puedan también contribuir a la mejor formación de los trabajadores y trabajadoras, y que ayuden a la empleabilidad en un mercado laboral en plena transformación, con perfiles profesionales aún en construcción que vienen a sustituir a otros”, afirma la directora general de DigitalES.
La patronal, que impulsó la constitución de la primera ‘Estructura Paritaria del sector digital’, trabaja ya en un nuevo ‘Plan de Referencia Sectorial‘ para la formación para el empleo, que recoge algunas de las necesidades de las empresas en materias donde hay una fuerte demanda laboral y donde es difícil encontrar a personas formadas.
La formación online ha llegado para quedarse
Para Casimiro Gonzalez del Barrio, abogado laboralista en Bufete Casadeley, “la resolución del SEPE ahora flexibiliza la formación ‘online’ o teleformación, pero siendo muy exigente con los requerimientos de participación de los usuarios mediante la firma electrónica”.
Este jurista destaca que “se amplia el tipo de entidades que pueden impartir este tipo de formación así como los destinatarios de la misma”.
Así se establece que podrán actuar como entidades de formación, las siguientes: Centros integrados públicos de formación profesional, centros de Referencia Nacional, centros públicos del Sistema Nacional de Empleo, centros públicos de formación de adultos, universidades públicas y privadas y cámaras de comercio.
“De igual forma, las empresas podrán organizar la formación e impartir acciones formativas lo cual quiere favorecer una mayor empleabilidad”, apunta González.
Este jurista revela un dato importante, “un aspecto a considerar es que con este cambio podrán participar las personas trabajadoras afectadas por un ERTE”.
Como conclusión, se debe de destacar que el hecho de que las empresas puedan actuar como entidades de formación, dándoles así la capacidad de organizar la formación e impartir acciones formativas, posibilitará que estas se conviertan también en formadoras de las capacidades necesarias para impulsar el talento y el empleo.
«En este contexto se quiere contribuir en la mayoría de los casos a la mejor formación de los trabajadores y trabajadoras y ayudará a su empleabilidad en un mercado laboral en plena transformación, con perfiles profesionales que obligan a los empleados a estar continuamente adaptándose a las necesidades del mercado laboral que con la formación presencial es imposible, pero no con la teleformacion o formación online».
Para González es muy importante la eliminación de trabas burocráticas por parte de la administración a la hora de gestionar los cursos, llegando al tan deseado “papel 0” y en ese objetivo «la firma digital juega una pieza clave en todo el proceso, desde la solicitud hasta la asistencia, puesto que la firma de documentos digitalmente garantizará la autenticidad de los trabajos para avaluar al alumno».
A juicio de este experto, “la enseñanza digital frente a la presencial permitirá a los usuarios una gran flexibilidad horaria, eligiendo así el mejor momento para formarse y mejorando la conciliación de la vida personal y familiar, tan importante en nuestros días”.
Junto con ello destaca que “tiene en líneas generales menos costes que la presencial al ser más eficiente en los recursos empleados y llegar a más usuarios por lo que los contenidos pueden ser más especializados, además de que hoy en día permiten interactuar a profesores y alumnos en directo”.
Al mismo tiempo, “los sistemas online permitirían conocer en tiempo real los usuarios conectados a un determinado programa formativo, eliminando por tanto los costes y la carga administrativa y burocrática que si impone la asistencia presencial».
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