Jorge Vázquez, CEO de Ashurst España, asegura que los inversores buscan reglas de juego estables para poder hacer negocio
Vázquez compagina su tarea de abogado experto en fusiones y adquisiciones con la dirección de la firma en España.

Jorge Vázquez, CEO de Ashurst España, asegura que los inversores buscan reglas de juego estables para poder hacer negocio

La oficina española de este despacho internacional, gestionada desde hace un año por este jurista, mantiene la misma plantilla de profesionales pese a esta pandemia
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27/5/2020 06:35
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Actualizado: 27/5/2020 01:28
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De ser responsable del área de Corporate para Europa de Ashurst a dirigir la oficina de Madrid, como relevo de María José Menéndez, la trayectoria de Jorge Vázquez, socio de mercantil de la firma y experto en fusiones y adquisiciones, sigue viva. Ahora planea con su equipo la vuelta a la normalidad en el despacho, sin prisa, pero sin pausa.

Reconoce que a este despacho internacional no le fue complicado adaptarse al teletrabajo en el contexto de la pandemia de Covid-19, “la firma hizo una inversión importante a nivel mundial en tecnología, lo que nos ha ayudado a trabajar en remoto estos meses de crisis sanitaria. Ahora hay oficinas que están volviendo a la normalidad. En nuestro caso, aún no hemos concretado nada”.

Vázquez escribió este martes en un mensaje en su perfil de Linkedin subrayaba que Ashurst España, el despacho al que se incorporó en 2005, siendo socio desde 2011, sigue estando operativo 100%, “no hemos dejado ningún momento de trabajar en esta pandemia pese a las dificultades existentes, siempre con soluciones imaginativas”.

A nivel interno, «el equipo se mantiene en su totalidad, aunque en función de los asuntos que van entrado en el despacho se configuran de una u otra manera. Hay asuntos de M&A en el sector de energías renovables tanto en España como en Latinoamérica, lo que hace que los equipos se redimensionen de una manera”, aclara.

El despacho mantiene su actual plantilla, formada por 97 profesionales, pese a la crisis sanitaria. De ellos 30 son personal de estructura, 15 socios y otros 52 abogados.

“La firma a nivel mundial puso en marcha el programa ‘Stronger Together’, de carácter voluntario que incluye la rebaja de los pagos a los socios en un 20% y una reducción del 20% de salario y horas de trabajo de los empleados durante los próximos tres meses”.

Una firma anglosajona como Ashurst finaliza su año fiscal en abril, con lo cual el ejercicio acabado en abril de 2020 se ha visto afectado en el último mes y medio por el coronavirus. “Creo que el legado que recibí de María José Menéndez fue muy bueno”, apunta.

“La oficina había crecido más de un 30%, llegando a los 27,7 millones de euros en el ejercicio terminado en abril 2019. Este año habremos terminado más bien en torno a unos 26 millones, lo que implica un resultado ligeramente inferior al del ejercicio 2019, pero muy superior al que tuvimos hace tan solo dos años”, destaca.

Vázquez compagina su tarea de abogado experto en fusiones y adquisiciones con la dirección de la firma en España, aunque reconoce que el tiempo invierte en este despacho, como socio director, es cada vez mayor. Pero se le ve cómodo en este nuevo desempeño profesional.

“Desde esta posición de socio director advierto como la oficina española de Ashurst sigue siendo un ejemplo dentro de la red, a nivel de valores y funcionamiento interno. Creo que parte de nuestro éxito es que hemos siempre sabido aportar valor y que no estamos tan jerarquizados como otras firmas”, apunta.

Señala también que los inversores demandan certeza para poder invertir, es decir, que las reglas de juego no se cambien sobre la marcha. “Hay operaciones que se han ralentizado mucho más de lo normal. Un país como el nuestro va a competir, a nivel de inversión extranjera con Italia, Francia, Portugal. Es clave para ello la seguridad jurídica que se pueda ofrecer a estos potenciales inversores”.

Este mercantilista explica a Confilegal que las medidas de control de las inversiones extranjeras, desarrolladas durante el estado de alarma en nuestro país, “ya se han visto en otros países vecinos. No nos hemos salido de la tendencia general. En nuestro caso ha sido el coronavirus, pero en países como Alemania, donde hubo una eclosión de inversiones chinas en industrias esenciales, se debatió la idea de defenderse de terceros países”.

En estos casi tres meses de estado de alarma, los abogados han tenido que explicar a sus clientes la normativa de urgencia creado por el Gobierno español, “la legislación de emergencia ha estado ahí, habrá que ver como se diluye tras la vuelta a la normalidad”.

Reconoce que “había mucho que regular en esta situación. Ahora cuando pase la emergencia, es recomendable y reclamable que el marco normativo sea claro y estable”.

El día después de la pandemia

Nuestro interlocutor aún está madurando como será el día después de la pandemia en su despacho, una vez se supere definitivamente esta crisis sanitaria “El teletrabajo ya era algo inherente a nosotros. Seguiré teniendo un hueco importante en nuestra relación con el cliente, pero ya se sabe que cada cliente necesita un trato específico y un equipo de abogados a su servicio”.

Sin embargo, sí observa que “los clientes, que también están desescalándose de forma progresiva parecen cómodos en esta relación profesional nueva. Hay que darse cuenta que ahora tenemos tres regímenes jurídicos; la ley concursal, las modificaciones de Covid-19 y las modificaciones que nos llegarán desde el 1 de septiembre. Habrá que ver como evoluciona la pandemia en este escenario”.

Sobre la llegada de mayor flexibilidad a los despachos de abogados, Vázquez cree que esta circunstancia depende muchas veces del tamaño de la firma. “En nuestra firma, a nivel internacional, hemos puesto en marcha ‘Ashurst Advance’ en la ciudad escocesa de Glasgow y llegado a un acuerdo con una firma surafricana que nos permite realizar operaciones acordeón, con equipos de abogados formado para ese momento”.

Y es que el trabajo por equipos transversales se ha convertido en una de las señas de identidad de gran parte de la abogacía de los negocios, “se trata de asignar los mejores profesionales de distintas jurisdicciones a dicha operación. Una tendencia anglosajona que ha calado en nuestro país en los últimos años y que está funcionando”.

De cara a este año 2020,Jorge Vázquez espera que sea un año bueno, como los otros dos anteriores, “se van a reactivar más operaciones, aunque con la recesión que se avecina pensar en horizontes de inversión hará que las empresas lo hagan con cabeza. Que una empresa como Hertz haya presentado solicitud de insolvencia en EEUU no deja de ser un síntoma preocupante”, indica.

En este escenario, anticipa que “habrá bastante trabajo en refinanciaciones y reestructuraciones empresariales. Habrá que ver que ver si con las operaciones en el área energética, especialmente renovables, le seguirán otras relacionadas con las infraestructuras y el sector inmobiliario”.

Desde su punto de vista, “este año la incertidumbre está en el turismo y si realmente el consumidor viajará y los inversores se decidirán a realizar operaciones o, por el contrario, esperarán aún un tiempo hasta que los riesgos sanitarios sean mínimos”.

En esta red internacional de Ashurst, presente en los cinco continentes, la oficina de Madrid en los últimos años se ha convertido en un pilar importante de contacto con los negocios de América Latina, “somos una de las alternativas a los despachos norteamericanos que cubren Latinoamérica desde sus oficinas de Nueva York y Miami. El servicio está funcionando bien en estos momentos”.

En cuanto a las previsiones de crecimiento para este año, Vázquez prefiere no aventurar ninguna estimación “no estamos en situación de normalidad aún. Todas las semanas tenemos reuniones internas y vemos como hay operaciones que arrancan y otras que se frenan. Es difícil predecir la carga de trabajo para los próximos meses. Confiemos que tras el verano se aclare aún más el panorama y sepamos más de la estabilidad del coronavirus”, concluye.

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