Condenado a seis años y ocho meses de cárcel un individuo que intentó cortarle las orejas a su mujer
Según expone el tribunal, creó "un entorno de maltrato psíquico constante, con un claro desvalor hacia la persona de su pareja, a la que insultaba, humillaba y amenazaba".

Condenado a seis años y ocho meses de cárcel un individuo que intentó cortarle las orejas a su mujer

Por un delito de lesiones y otro de maltrato psíquico habitual
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08/10/2020 10:18
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Actualizado: 08/10/2020 10:18
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La Audiencia Provincial de Orense ha sentenciado a seis años y ocho meses de cárcel a un individuo que atacó con un cuchillo a su mujer, con la que estaba en trámites de divorcio, con la intención de cortarle las orejas.

Lo ha condenado por un delito de lesiones y de otro de maltrato psíquico habitual.

El condenado es Teófilo S.D. Tiene 48 años, es nacido en República Dominicana, y no tenía antecedentes penales.

Los hechos tuvieron lugar en agosto de 2018.

Entre ambos hubo una relación de 11 años, dos de noviazgo y 9 de matrimonio. Estaban separados desde meses antes, al haber ella roto la relación.

Se encuentra en la prisión de Pereiro de Aguiar desde que se produjo la agresión.

Esta sentencia, número 169/2020, fue dictada el pasado martes por los magistrados de la Sección Segunda Ana María del Carmen Blanco Arce (presidenta del tribunal y ponente de la resolución), Manuel Cid Manzano y Amporo Lomo del Olmo.

No es firme. Contra la misma cabe recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia.

El tribunal considera acreditado que el 9 de agosto de 2018, sobre las 17.15 horas, el condenado abordó a la víctima en la puerta de la cocina de la empresa en la que ambos trabajaban.

Indica que éste sabía que sobre tal hora hacía un descanso, y pasaría por allí.

Según relata, la víctima aceptó hablar con él, y éste, tras cerrar la puerta de la cocina, le preguntó si mantenía una relación con otro hombre, lo que ella faltando a la verdad negó por temor al condenado, «conocedora de su carácter posesivo y celoso».

Él no creyó tal negativa y «enfadado por la relación sentimental, le pegó un fuerte puñetazo en la cara, provocando su caída al suelo y la pérdida de visión del ojo. Cuando ésta recuperó la vista, se percató de que portaba una especie de machete, un cuchillo, que llevaba escondido.

El tribunal explica que cuando la víctima se encontraba en el suelo como consecuencia de la agresión, la atacó con el cuchillo, al tiempo que le decía que le iba a cortar las orejas.

La mujer se protegió con los brazos, por lo que sufrió cortes en la cara y en un brazo, que empezó a sangrar abundamentemente.

Señala que en ese momento entró en la estancia una compañera de trabajo «alertada por los gemidos» de la mujer, pidiéndole que cesase en su agresión, tras lo que la mujer pudo ponerse en pie y abandonar la cocina.

Fue auxiliada por compañeros, que le hicieron un torniquete en el brazo para contener la hemorragia, y   posteriormente fue evacuada en helicóptero al Centro Hospitalario de Orense, donde fue intervenida quirúrgicamente de urgencia.

Tras la agresión, el condenado guardó el cuchillo en una caja de cartón debajo del mesado de la cocina y abandonó la estancia.

El tribunal apunta que el arma blanca era de considerables dimensiones, 328 milímetros de longitud y 173 de hoja, y que momentos antes de la agresión había pedido a un compañero de trabajo que se lo afilase, indicándole que se lo dejase bien afilado.

Además, indica que al ser interrogado por una compañera por las razones de la agresión, asumió su responsabilidad diciéndole “fui yo, para que aprenda a respetar a los hombres”.

Los magistrados consideran que el condenado “no buscaba la muerte” de la mujer. “Pretendía comprometer su integridad física de un modo importante, pero no acabando con su vida”, destacan.

Añaden que tenía como propósito “hacer real una amenaza vertida a lo largo de la vida matrimonial”, pues le decía que la infidelidad la sancionaría con un corte de orejas.

Además, destacan que “tuvo ocasión de culminar su propósito homicida de haber existido”, sin embargo, “siempre dirigió el cuchillo hacia las orejas de su víctima, no hacia otras partes u órganos vitales”.

El tribunal considera probado que este sujeto creó “un entorno de maltrato psíquico constante, con un claro desvalor hacia la persona de su pareja, a la que insultaba, humillaba y amenazaba”, por lo que también lo ha condenado como autor de un delito de maltrato psíquico habitual.

Por el delito de lesiones ha sido condenado a 5 años de prisión y se le ha impuesto la prohibición de aproximarse a la víctima una distancia no inferior a 300 metros y comunicarse con ella durante 6 años.

Por el delito de maltrato habitual, a la pena de 20 meses de cárcel, así como la prohibición de aproximarse a ella a una distancia no inferior a 300 metros y de comunicarse con ella durante 3 años, y la privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante 3 años.

Asimismo, tendrá que indemnizar a la víctima con 26.140 Euros y al Servicio Gallego de Salud con 5.156,50.

Según informa el tribunal, la prueba practicada acredita que a lo largo de la convivencia fueron «frecuentes los insultos y amenazas» por parte de éste a su esposa, «tanto en el domicilio familiar, cuando mediaba convivencia y en presencia de los respectivos hijos, como fuera del mismo, en el entorno laboral, en presencia de terceras personas».

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