«Tambores de huelga» en la Universidad Europea de Madrid tras las elecciones sindicales para hacer frente al ERE
Los afectados en una foto tomada recientemente en el campus de Madrid, protestando por el ERE.

«Tambores de huelga» en la Universidad Europea de Madrid tras las elecciones sindicales para hacer frente al ERE

|
28/1/2021 06:48
|
Actualizado: 29/1/2021 14:14
|

Los 23 nuevos miembros del Comité de Empresa de la Universidad Europea, salidos de las elecciones sindicales celebradas el pasado martes, no descartan recurrir a la huelga para hacer frente al ERE que presentó la Dirección del centro universitario y que afecta a un total de 275 trabajadores docentes y no docentes; el 12 por ciento de la plantilla. 221 en el campus de Madrid, 47 en el de Valencia y 7 en el de Tenerife, Canarias.

«Sabemos dónde vivimos. Y no es incompatible que te compre un fondo de capital riesgo como Permira y que la calidad se mantenga. El error del fondo ha sido confiar en un director general como Miguel Carmelo. Porque sus planes suponen una depreciación clara de la calidad docente, priorizando los beneficios económicos sobre la excelencia académica «, explica Enrique Corrales, presidente del Comité de Empresa y miembro del sindicato Unión Sindical Obrera (USO).

Esta organización sindical ha aumentado su presencia en el Comité, aumentando en tres sus miembros, hasta un total de 17 frente a 6 de la UGT; una tercera candidatura, que tenía representación en el anterior Comité de Empresa, renunció a presentarse.

«La estrategia de Carmelo tiene una cortedad de miras evidente. Supone una una depreciación clara de la calidad docente, algo en lo que la UEM es un referente reconocido y de lo que estamos muy orgullosos porque nos dejamos la piel en ello. Para cada uno de nosotros es una cuestión personal. Eso no lo entiende«, añade Carmelo.

Permira compró en 2018 la UEM por 770 millones de euros a Laureate Inc., sus anteriores propietarios. Una Universidad con 2.000 empleados, 18.000 estudiantes.

En la imagen los miembros de la candidatura de USO, que ganó las elecciones sindicales celebradas el pasado martes; Enrique Corrales, el segundo por la derecha, es el presidente del Comité de Empresa saliente y también lo será del entrante.

PARA ENTENDER LO QUE ESTÁ PASANDO

De acuerdo con un texto explicativo elaborado por los profesores de la UEM, con el ERE en marcha lo que pretende el fondo de inversión es subir en poco tiempo el EBITDA, el beneficio bruto de explotación calculado antes de deducir los gastos financieros. ¿Cómo? Bajando los costes y subiendo los ingresos al mismo tiempo.

«Cuando se habla de una universidad esto significa bajar horas de profesor y aumentar el número de alumnos matriculados. Pero resulta que todo esto, el número de estudiantes y el número de horas, está fijado en la descripción que cada universidad hacer de su grado en la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), el organismo estatal que supervisa que todas las universidades, públicas y privadas, cumplan las mismas reglas (‘porque no son empresas’)», explican los profesores.

«En el caso de la UEM, como originalmente apostaba por la calidad y eso quiere decir horas de clase, cada crédito (cada asignatura tiene 6 o 3), supone unas 72 horas de clase. Y eso no se puede cambiar, está recogido en la memoria de cada grado. ¿Qué hacer entonces? El confinamiento y el COVID fueron las herramientas de Permira«, añaden.

«Con el encierro obligatorio, la UEM pasó, en solo tres días, de ser una universidad presencial a tener todas sus clases en línea. No hablamos de colgar unos apuntes y luego hacer unas preguntas por escrito meses después, sino de dar clase presencia y sincrónica a todos los estudiantes, los mismos días y horas que las tenían en el aula, pero en sus casas. En tres días y el resto del trimestre, los profesores adaptaron y diseñaron materiales exprofeso con gran éxito. Los alumnos así los reflejaron en sus encuestas de satisfacción, que aumentaron más de 20 puntos de media. Hacerlo bien fue su error fatal».

EL «BLOQUE DIGITAL», CLAVE DEL ERE

En la fase final del confinamiento, se pidió a los profesores que diseñaran un “bloque digital” para imprevistos u otros sucesos con una duración de 12 hora de clase. Es decir, ya no tenían que dar 72 horas de clase, sino 60, porque se sustituían por este ‘bloque digital'», precisan.

Esto supuso una reducción del 16 en cada asignatura. Un 16 % de los profesores dejaron de ser innecesarios. 275 personas de la plantilla total de la UEM, más o menos. Justo el ERE propuesto. 

«Pero esto no acaba aquí –prosiguen–. Como la legislación no aclara cuántas horas de docencia tiene que tener cada crédito (pueden ser 40, 50 o 72), el siguiente paso es reducirlas aún más. Permira exigió a los responsables de la UEM revisar todos los grados depositados en la ANECA (agencia nacional encargada de vigilar la calidad de las universidades) para bajar la docencia y acercarla a las 50 horas que tienen otras instituciones. El resto de las horas se sustituían por materiales en línea. Esto supone a medio plazo alrededor de un 40 % menos de docencia presencial, u horas de profesor en el aula. A esto Permira lo llama ‘digitalización’ para parecer moderna…».

¿Y qué sucede cuando la docencia baja un 16 % o un 30 %?

Según los profesores de la UEM, pues que aumentan la valoración de la UEM entre 57,75 a 82,5 millones más y su EBITDA en un 70 %.

CON ESTE ESCENARIO, EL FONDO DE INVERSIÓN REVALORIZA UN 70 % EL VALOR DE LA UEM

«Es decir, en tres años después de su compra, pueden pedir por la UEM un 70 % más de lo que pagaron. No hay nada legal que dé tanta rentabilidad en este momento: ni la bolsa ni el trasiego inmobiliario. Ahora ya sabes porqué el ERE no es económico, sino ‘estructural'», recalcan.

«Lo que suceda con el prestigio o la calidad de los grados o la docencia no es asunto de Permira, que tiene que vender rápido, antes de que la ley aprobada en noviembre le obligue a invertir un 5% en investigación (perderían ese 5 %) o invertir en profesores acreditados (supone más gasto en profesores)«.

En los cambios pedidos en la ANECA también se incrementa la ratio de clase para pasar a 50 alumnos.

Es decir, al subir la cantidad de alumnos que se pueden matricular, suben los ingresos por cada grado. Y bajan los gastos que representan los salarios de los profesores.

«Como de las 60 o 50 horas de clase, el 40 % podrán ser “digitales” (a distancia), esto supone que el campus estará infrausado y que se podrán dedicar edificios y espacios a otras cosas. ¿A qué? Permira ya lo explicó: a los dos meses de llegar, vendió las residencias de la universidad a otra empresa del grupo. Este truco le permitió ganar 85 millones de euros. Aún quedan al menos cuatro edificios en el Campus de Villaviciosa con los que especular para dedicarlos a oficinas o cualquier otro uso que quiera darle el propietario», remarcan.

PRECARIZACIÓN

Lo siguiente que puede venir es precarización para el profesorado, bajada de salarios, despidos en junio y recontratación en septiembre, renuncia a gastos de investigación, congresos, biblioteca, laboratorios…

Para los trabajadores de la UEM, los planes en marcha podrían llevarse por delante el modelo académico de la UEM, que forma desde la laicidad, con profesionales rigurosos, en línea con el espíritu de la mítica Institución Libre de Enseñanza, a mitad de camino entre las universidades públicas y las católicas. 

Con ello, argumentan, se renuncia a formar profesionales rigurosos que son sustituidos por materiales de consumo pasivo en una pantalla, a la cercanía con el alumno, a la personalización, se anula el prestigio de grado y la posibilidad de que los alumnos mejores vital y profesionalmente.

«Se renuncia, en definitiva, a la calidad», enfatizan.

El fin de un modelo de enseñanza que es un referente para todos.

Lo que resta es un pulso en toda regla entre los trabajadores y uno de los fondos de inversión más poderosos del mundo.

Noticias Relacionadas:
Lo último en Política