La CNMC revela que más del 20% de los españoles usa IA: ¿pero saben alumnos de universidad las consecuencias de usarla mal?
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04/12/2024 05:35
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Actualizado: 04/12/2024 00:37
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A finales de noviembre, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMV) reveló que más del 20% de los españoles ha utilizado herramientas de inteligencia artificial (IA) como ChatGPT en los últimos 6 meses.
En concreto, este análisis detalló que el 7% de los internautas utiliza habitualmente algún chatbox de IA; un 11,7% lo utiliza en alguna ocasión y un 4,5% reconoce haberla probado pero la ha dejado de usar.
Esta encuesta, que también abarca resultados relacionados con el uso de los smartphone o los motores de búsqueda preferidos por los usuarios, ha sido realizada en el segundo trimestre de 2024. Incluyó a 5.307 hogares y 9.015 individuos.
Ahora bien, ¿conocen los alumnos de universidad las consecuencias de usar mal la inteligencia artificial? Ello teniendo en cuenta que, hay algunas IA, como puede ser ChatGPT, que dan información sin citar la fuente de procedencia.
La IA como «temor a la página en blanco»
Pues bien, Ofelia Tejerina, presidenta de la Asociación de Internautas y profesora del Máster de Ciberseguridad de la Universidad Pontificia de Comillas (ICAI) cuenta a Confilegal que, en general, los alumnos más avanzados que utilizan IA generativa para realizar un trabajo la emplean como herramienta de apoyo.
Desde su experiencia, los estudiantes de últimos cursos la entienden «como un complemento por el temor a la página en blanco antes de empezar a redactar». Por lo que «son conscientes de los riesgos, de las alucinaciones de la IA y, normalmente, tienen cuidado contrastando fuentes».
Es más, relata que muchos saben que utilizar una versión de pago en este tipo de IA generativa es mucho mejor y más fiable que la que está abierta al público. Aunque la cosa cambia cuando son estudiantes de primer o segundo curso, que son menos conscientes.
No obstante, detalla que los alumnos saben que los profesores disponen de herramientas que les permite detectar cuándo un trabajo se ha hecho con IA. E incluso pueden identificarlo cuando, por ejemplo, un alumno de primero o segundo de carrera utiliza un vocabulario, o expresiones, que «no han oído en su vida y no saben lo que significa».
Más conscientes de las consecuencias académicas que las legales
Respecto a si estos jóvenes son conscientes de la posibilidad de que pueda haber consecuencias legales si no la utilizan correctamente, la letrada y profesora comenta no cree que se lo planteen pero, por ejemplo, sí lo son más a efectos de expediente universitario porque, si presentan un trabajo sin citar fuentes o no haber contrastado, el propio tutor se va a dar cuenta.
Sin embargo, Tejerina reconoce que los profesores de universidad deberían haber empezado hace, al menos, dos años a explicar a los alumnos cómo utilizar la IA para el desarrollo académico. «Deberíamos enseñarles que el aprendizaje y saber razonar es muy diferente a saber memorizar».
Por lo que «utilizar estas herramientas tecnológicas para realizar todo el trabajo con la cultura del mínimo esfuerzo sólo les va a llevar a fracasar en un momento dado y a ser el peor de los profesionales. Con esas bases éticas, deberíamos haberles enseñado cómo potenciar esta etapa de la universidad con estas herramientas que son muy positivas siempre y cuando sean bien utilizadas».
En este sentido, lo que sí les han explicado son las sanciones que puede haber tanto por parte de la universidad como lo que significa un plagio en materia de propiedad intelectual y las consecuencias legales que tiene todo ello. Sobre todo, cuando pretenden publicarlo.
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