Margarita Oliva Sainz de Aja, nueva responsable del área bancaria en América Latina de DLA Piper
Se trata de una de las 10 mujeres más influyentes en la categoría de Negocios y Tecnología de la lista Latina 'Powerhouse Top' 100 de 2020.

Margarita Oliva Sainz de Aja, nueva responsable del área bancaria en América Latina de DLA Piper

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06/2/2021 06:48
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Actualizado: 06/2/2021 00:57
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A finales del pasado año 2020 se conocía que la abogada española Margarita Oliva Sainz de Aja se incorporaba a las oficinas de DLA Piper en Nueva York para liderar la práctica financiera en América Latina cerrando su etapa en Baker Mckenzie también en la ciudad de los rascacielos.

Hablamos con esta jurista de 51 años y 25 de ejercicio profesional, a través de Zoom, para conocer mejor su trayectoria, la mayor parte de la misma de carácter internacional.

Estamos ante una de las 10 mujeres más influyentes en la categoría de Negocios y Tecnología de la lista Latina ‘Powerhouse Top’ 100 de 2020, cofundadora de WILL (Women in Leadership in Latin America) y primera y única mujer presidenta de la Cámara de Comercio España-Estados Unidos en los años 2009 y 2010.

El día empieza en Nueva York y en Madrid son algo más de las tres de la tarde, “en mi nueva posición coordino el equipo de DLA Piper en dichas jurisdicciones. Estamos hablando de cerca de 50 abogados dedicados a esta práctica financiera”, explica.

Reconoce que aceptar la oferta no fue sencillo, “pero hablamos de una plataforma global con una práctica financiera más fuerte que mi antiguo despacho. El compromiso de DLA Piper de seguir creciendo en la región y activar más negocio fue lo que me hizo decidirme a cambiar de bufete”.

El trabajo de un abogado en esta jurisdicción supone el asesoramiento a entidades financieras, tanto bancos comerciales como multilaterales o agencias a la exportación, como las propias empresas, tanto locales con acceso a los mercados de deudas internacionales o multinacionales que impulsan proyectos de infraestructuras y energías en distintos países.

Esta abogada española, granadina de nacimiento, inició desde muy joven su carrera internacional de jurista. Tras su licenciatura en Derecho se marchó a Bolonia a seguir estudiando para regresar a su Granada natal y formar parte durante un par de años como profesora asociada del área de derecho internacional privado.

Nueva York, marco de operaciones

Recuerda que llegó a Estados Unidos cuando tenía 24 años para asistir a un programa de Maestría en Derecho en la Universidad de Harvard por la beca Fullbright. “Las posibilidades en el ejercicio privado eran muchas, por eso decidí no volver a la universidad”.

En ese contexto, tras su paso por la oficina de Madrid de Clifford Chance durante un año, decidió enfocar su carrera en Nueva York con diferentes responsabilidades.

Entre el período 1996 a 2013 recaló en Allen & Overy donde empezaría su actividad vinculada a las finanzas y en América Latina desde Nueva York, como responsable global de desarrollo de negocio en aquella jurisdicción, primero para luego convertirse en socia y responsable de alguna práctica. “Las primeras operaciones en las que estuve inmersa fueron de mercados de capitales y de financiaciones bancarias”, advierte.

En ese periodo tiempo realizó en el 2013 el Senior Executive Program (SEP) de la escuela de negocios IESE, el equivalente al actual Advanced Management Program (AMP).

Con posterioridad, los siguientes cuatro años estuvo en el despacho neoyorquino Chadbourne & Parke, que se fusionó luego con Norton Rose, como socia de la práctica latina, hasta que en el 2017 Baker Mckenzie la fichó como socia y responsable de la practica latina financiera en Norteamérica.

Ahora en DLA Piper Nueva York escribe una nueva pagina profesional. “Realizamos muchas operaciones bajo la ley de Nueva York que a la vez se coordina con las oficinas locales para aportar lo que se necesita a nivel local en dichas operaciones. Todo tiene un componente transfronterizo importante”.

Sobre su futuro a medio plazo nos comenta que está muy ilusionada con este nuevo reto aunque reconoce: “el futuro no sé donde está. Tengo claro a que medio plazo siempre estoy abierta a nuevos retos y cosas que puedan ser interesantes. Tampoco descarto volver a España y repartir mi tiempo mejor con Estados Unidos”.

Su consejo a las abogadas españolas es que “hay que pensar en carrera profesional y familia a la vez, no como excluyentes. Hay que encontrar la fórmula que funcione para cada persona. El desarrollo de la abogacía es muy intensa”.

Abogacía y techo de cristal

Margarita Oliva reconoce que para cualquier mujer no es fácil dedicarse a la profesión de abogada. “Es una profesión muy exigente, con operaciones intensas que requieren de dedicación. Hace 20 años, cuando aún era socia y acababa de formar una familia, fui la primera en trabajar un par de días a la semana desde casa».

En aquel momento era innovador. “Algunos socios se mostraron receptivos, otros, más bien escépticos. Salió bien, más que nada porque yo era la persona más interesada en que funcionara. Ahora debido al coronavirus hemos vuelto a una práctica que otros ya conocíamos y venimos haciendo”.

Esta jurista reconoce que ha tenido una serie de mentores a lo largo de esta prolífica carrera profesional que la han apoyado bastante, “también tuve que hacer ciertos sacrificios y estar un par de años fuera de la práctica transaccional aunque seguía con el desarrollo de negocio y en contacto con clientes”.

En su opinión, “la conciliación en una profesión como la nuestra no es sencilla, pero se puede lograr. Necesitas el apoyo de tu organización para lograrlo. Así se lo digo a las jóvenes abogadas con las que trabajo. Requiere mucha mayor organización y esfuerzo. Tienes que demostrar que lo puedes hacer”.

Su consejo a las abogadas españolas es que “hay que pensar en carrera profesional y familia a la vez, no como excluyentes. Hay que encontrar la fórmula que funcione para cada persona. El desarrollo de la abogacía es muy intensa”.

Para Oliva “no debemos ser tímidas a la hora de pedir arreglos especiales para poder compaginar trabajo y familia. A veces nosotras mismas por timidez y no crear situaciones incómodas en los trabajos no lo hacemos. Hay que cambiar el chip. La ayuda de tu pareja en casa también es importante. Las mujeres abogadas podemos aportar mucho en nuestro trabajo”.

Al mismo tiempo, advierte que “es el momento de buscar mentores en las organizaciones que nos ayuden a este desarrollo profesional. Que entiendan tu situación personal y de los que puedas aprender sobre ellos. Al final estas personas te ayudan a progresar en tu carrera”.

En su opinión, “las mujeres abogadas también debemos mejorar la forma de trabajar nuestros contactos profesionales, el famoso ‘networking’, que dicen los anglosajones. Siempre tenemos prisa para acudir a casa, pero es muy importante para que avancen nuestras carreras profesionales”.

Margarita Oliva nos confiesa que la Cámara de Comercio España-EEUU le ha pedido que lidere un grupo de mujeres ejecutivas que acaba de ponerse en marcha, “con vinculación entre ambos países para hacer más ‘networking’ entre nosotras. Se trata de compartir las experiencias que hemos tenido en nuestras carreras”.

Los despachos ya apoyan a las mujeres socias

Desde su punto de vista parece evidente que en los últimos años empresas y despachos de abogados están apoyando de forma gradual la carrera de muchas mujeres juristas como ella. “Es muy importante el apoyo interno de la organización para las que quieran seguir. Todavía hay mucho que mejorar en los bufetes norteamericanos”, advierte.

En la actualidad, lo habitual es que en estos despachos de Nueva York el porcentaje de mujeres socias llegue al 15% “y solo en algunos casos al 20%. Algunos se han planteado algunas cuotas pero es difícil que en los próximos dos años lo consigan”.

Su trabajo le exige continuados viajes al continente latinoamericano, “uno o dos veces al mes. Hay que organizarlos bien para perder el menor tiempo posible de estar fuera de casa. El momento que más estuve fuera se produjo en un viaje a Asia de diez días para estar en Japón y China donde reconozco que se me hizo muy largo”.

Sin embargo, los últimos acontecimientos relacionado con la pandemia han ido relegando las reuniones presenciales para lo esencial “ahora el teléfono y el Zoom son nuestras herramientas habituales. Espero que en el futuro no se pierdan dichas reuniones porque aportan mucho al cierre de las operaciones”.

También revela que mantiene contacto con la cada vez más numerosa colonia de abogados españoles que representan a otros tantos bufetes de nuestro país en la Gran Manzana. “Nos conocemos casi todos antes del Covid-19 coincidíamos en muchos eventos respaldados por la Cámara de Comercio España y EEUU. Sabemos quién es quien en cada sector”.

Sobre este desembargo español en Estados Unidos, “no me sorprende lo que están haciendo. Atienden a sus clientes en este país y también buscan otras oportunidades de negocio. No practican ley de Nueva York siguen apoyando a sus clientes con la ley española en distintas operaciones, aunque realizan alianzas con bufetes de aquí si tienen que realizar alguna actividad concreta”.

Mercados financieros y Covid-19

En cuanto a la llegada de Joe Biden como presidente del Gobierno, cree que “no es una pregunta sencilla de contestar. Va a ser positivo para muchos sectores en Estados Unidos. La economía fue bien a nivel macro o de mercados en la época de Trump, pero hay mucha expectativa en el campo de las energías renovables e infraestructuras que ahora el nuevo presidente va a respaldar”.

Desde su punto de vista, “todo esto crea un efecto dominó positivo de inversiones en Estados Unidos y de inversores americanos que van a otros sitios. Esperamos realmente que su gestión sea positiva para las empresas y para los abogados que asesoramos a estas compañías«.

Preguntamos a esta experta en derecho financiero por la situación de los mercados en el entorno del Covid-19 que todo el planeta sufre, “en general todos los países de América Latina están teniendo situaciones complicadas. Sin embargo, los mercados de deuda siguen activos aunque se han ralentizado. Las empresas siguen necesitando liquidez”.

También señala que ha habido muchas reestructuraciones de deudas, “las condiciones de proyectos de infraestructuras o energía, principalmente han cambiado en los últimos meses. Eso implica que esos proyectos han sufrido del estrés financiero y han tenido que hablar con sus prestamistas para encontrar una solución a cómo resolver ese tema”.

Desde su punto de vista, “se observa un movimiento diferente al que veíamos a principios del año pasado, donde había muchos proyectos nuevos. Sigue habiendo algunos, pero principalmente hay actividad en el mercado secundario de venta y compra de esos proyectos. Y muchas reestructuraciones y refinanciaciones”.

Tiene mucha confianza en que “en los próximos meses cuando las curvas de contagio y de muerte sean bajas y se estabilicen, la gran mayoría de los gobiernos en la región latinoamericana apueste por la inversión extranjera y privada, sobre todo en terrenos como infraestructuras y energía como motor de crecimiento de dichos países”.

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