El secreto mejor guardado: ¿Quién ocupara la Presidencia del CGPJ y del Tribunal Supremo?
Pilar Teso, Ana Ferrer, Juan José González Rivas y José Manuel Sieira son cuatro nombres que suenan para la Presidencia del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo. Fotos: Carlos Berbell/Confilegal.

El secreto mejor guardado: ¿Quién ocupara la Presidencia del CGPJ y del Tribunal Supremo?

|
23/2/2021 02:00
|
Actualizado: 22/7/2021 13:43
|

El artículo 586 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), aprobado en diciembre de 2018, dice que el Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) será nombrado por el Rey a propuesta del Consejo General del Poder Judicial.

El mismo artículo dice que será en el Pleno del Consejo General del Poder Judicial el que, en la sesión constitutiva –la primera sesión– donde deberán presentarse y hacerse públicas las diferentes candidaturas.

La elección tendrá lugar en una sesión que tendrá lugar entre 3 y 7 días más tarde. El elegido tendrá que reunir un apoyo de tres quintos de sus miembros (12 de 20).

La mencionada reforma de la LOPJ de 2018 cambió lo que hasta ese momento había sido la costumbre, que era que en la primera sesión constitutiva se nombrara al presidente de ambas instituciones, el Consejo y el Supremo.

Porque desde 1985 los líderes de los dos grandes partidos pactaban un nombre, a priori, y después, los 20 vocales elegidos por el Congreso (6 jueces y seis juristas de reconocido prestigio) y por el Senado (mismo número), votaban el nombre acordado previamente.

Así ha ocurrido con Antonio Hernández Gil, con Pascual Sala, con Javier Delgado Barrio, con Francisco Hernando Santiago, con Carlos Dívar y luego con Gonzalo Moliner, y con Carlos Lesmes Serrano.

«La costumbre» llegó a verse como parte de «la normalidad» del procedimiento, cuando era una evidente anormalidad que nuestra sociedad ya no ve bien. Prueba de ello fue la negativa a ser nombrado de Manuel Marchena, presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, después de que se filtrara el acuerdo entre Pedro Sánchez y Pablo Casado en diciembre de 2018.

La mencionada reforma de la LOPJ de 2018 quiso cambiar ese estado de cosas. Fue una consecuencia directa del «fiasco Marchena». 

Por ello, los dos grandes partidos, en esta ocasión, han convertido este asunto en una cuestión de máximo secreto.

No se pueden permitir filtraciones previas, como venía ocurriendo hasta ahora, so pena de hacer que el nuevo CGPJ nazca tocado en la línea de flotación de su credibilidad. Deben ser los 20 nuevos vocales quienes elijan a su presidente. La apariencia se convierte en un elemento esencial.

Pero con las nuevas reglas de juego habrá espacio para la especulación pública, lo que culminará de intensa rumorología un sistema de renovación muy criticado por las cuatro asociaciones de jueces, que vienen reclamando desde hace tiempo el sistema de elección de los 12 vocales jueces, reivindicando su elección por voto secreto y directo por los 5.500 miembros de la carrera judicial frente al modelo de renovación actual.

Una renovación que es posible que mañana se vea impulsada por el anuncio de que la maquinaria finalmente se pone en marcha después de que el socio del PSOE en el Gobierno, Unidas Podemos, haya perdido fuelle con su política de gobierno-antigobierno, culminada con el tuit de Pablo Echenique alentando a los manifestantes a crear desórdenes públicos en apoyo de la excarcelación del rapero Pablo Hasél.

LOS QUE SUENAN

Entre los nombres que más suenan en las quinielas judiciales, pulsadas por Confilegal, destacan los de cuatro magistrados, dos mujeres y dos hombres.

Las mujeres son Pilar Teso y Ana Ferrer, la primera destinada en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, y la segunda en la Sala de lo Penal, del mismo órgano judicial.

Los hombres son Juan José González Rivas, presidente del Tribunal Constitucional, y José Manuel Sieira Mínguez, quien se jubiló en noviembre de 2019, pero sigue siendo uno de los hombres más respetados y admirados en la judicatura española.

Pilar Teso, de 60 años, hizo el papel de «liebre» en el pleno constitutivo que eligió a Carlos Lesmes en 2013. Fue un paripé con aspecto de legalidad porque el pescado estaba vendido cuando se procedió a la votación. Mujer seria y competente, ingresó en la carrera judicial hace 35 años. Fue asesora del secretario de Estado de Justicia, Luis López Guerra, con Juan Fernando López Aguilar de ministro, en el primero gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Desde 2008 es magistrada del Tribunal Supremo. Antes sirvió en la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, como letrada en el Gabinete Técnico de este Alto Tribunal, en el TSJM y en el Juzgado de lo Social 2 de Cáceres.

En el análisis que algunos han hecho subrayan el hecho de que no tenga experiencia gubernativa.

Su compañera, Ana Ferrer, de 62 años, primera mujer en la historia en entrar en la Sala de lo Penal del Supremo, sí lo tiene. Con 38 años de trayectoria en la carrera judicial, fue, durante 6 años, presidenta de la Audiencia Provincial de Madrid.

Miembro de la asociación progresista Juezas y Jueces para la Democracia, formó parte del tribunal de siete magistrados que juzgaron a los líderes independentistas procesados por el intento separatista de 2017 en Cataluña. También fue la juez instructora del «caso Roldán», que terminó en la acusación y condena del exdirector de la Guardia Civil, el socialista Luis Roldán, por malversación de fondos públicos.

El presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, que en 2021 cumplirá 70 años, aunque fue descartado por el PSOE el verano pasado, sin embargo, los últimos acontecimientos, unida a su buena gestión al frente del máximo tribunal de garantías, se han vuelto a poner en la palestra.

González Rivas representa la seguridad de que lo sucedido durante el periodo Lesmes no ese repetirá.

El último candidato, José Manuel Sieira, de 73 años, jubilado hace un año y tres meses, posee en la carrera una «auctoritas» innegable. Apartado por Lesmes tras un mandato brillante de 5 años al frente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, para poner a su amigo Luis María Díez-Picazo, Sieira supo estar a la altura y demostrar que, además de un magnífico magistrado, era un caballero.

¿Cabe la posibilidad de que puede aparecer un «caballo blanco» de fuera de la carrera judicial, un jurista de reconocido prestigio, para ocupar ese puesto? La ley exige que tenga más de 25 años de antigüedad en el ejercicio de su profesión.

LAS NEGOCIACIONES

Pero antes de que se produzca esa elección hay que cubrir un paso previo: la selección de los 12 vocales jueces y de los 8 juristas de reconocido prestigio, entendido esto como abogados, fiscales, graduados sociales, procuradores, letrados de la Administración de Justicia o catedráticos.

Por lo que ha podido saber Confilegal, ocho nombres, pertenecientes al primer grupo, el de los vocales jueces, suenan con mucha fuerza: los magistrados del Tribunal Supremo José Antonio Montero y Ramón Arozamena, el magistrado de refuerzo del Central 6 de Instrucción, Alejandro Abascal, el expresidente del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, Ignacio Espinosa, la presidenta de la Audiencia Provincial de Navarra, Esther Erice, la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Inmaculada Montalbán, quien fue vocal en el Consejo que presidieron Carlos Dívar y Gonzalo Moliner (2008-2013) y el magistrado de la Sección 15 de la Audiencia Provincial de Barcelona, José María Fernández Seijo.

Noticias Relacionadas:
Lo último en Mundo Judicial