El sector conservador del CGPJ propone consultar a la carrera judicial sobre cuál de los 7 candidatos debe asumir la Presidencia
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05/8/2024 19:53
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Actualizado: 06/8/2024 11:03
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A la vista de los últimos acontecimientos, que subrayan la falta de acuerdo de llegar a una acuerdo sobre quien debe ser la persona que debe ocupar la Presidencia del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el sector conservador hizo hoy una propuesta que sorprendió a todos, basada en la lógica.
La lógica es que ya que el 57,2 % de la carrera judicial está compuesta por mujeres (42,9 % son hombres), ¿por qué no abrir una consulta para preguntar, a los 5.500 mujeres y hombres que la conforman, su opinión sobre quién, de los 7 magistrados del Tribunal Supremo propuestos, debería ocupar la Presidencia del CGPJ y del TS?
Para ello, sería preciso publicar todos y cada uno de los curriculums de los candidatos, dándoles máxima publicidad, algo que hoy en día sería muy fácil de llevar a cabo.
Lo que probablemente contaría con el apoyo de las cuatro asociaciones de jueces: la Asociación Profesional de la Magistratura, la Asociación Judicial Francisco de Vitoria, de Juezas y Jueces para la Democracia o de Foro Judicial Independiente.
Con ello se dotaría al proceso de elección de una transparencia jamás antes alcanzada. Los 20 vocales, a partir de ahí, lo tendrían fácil.
Los candidatos son Pablo Lucas Murillo de la Cueva (progresista) Pilar Teso (progresista), Ángeles Huet (progresista), Esperanza Córdoba Castroverde (conservadora), Antonio del Moral (conservador), Ana Ferrer (progresista) y Carmen Lamela (progresista).
Los conservadores se comprometen a asumir el resultado de la consulta.
EL SECTOR PROGRESISTA LO HA RECHAZADO
Sin embargo, el sector progresista la ha rechazado volviendo a los planteamientos iniciales: la persona que ocupe la Presidencia tiene que ser una mujer. O Pilar Teso o Ana Ferrer.
A lo que el sector conservador ha respondido que hay otra alternativa: Carmen Lamela (progresista) o Esperanza Córdoba Castroverde (conservadora).
Si tiene que ser mujer, que es lo que el sector progresista persigue denodadamente, tiene la solución sobre la mesa.
Curiosamente, fue el sector conservador el que propuso al progresista Pablo Lucas Murillo de la Cueva, actual presidente en funciones de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo, para que ocupara ese puesto.
Este parece ser «un problema» para el sector progresista, que ha tenido que votar entre dos personas de su mismo sentir político. Entre Lucas Murillo de la Cueva y Teso, quedándose en un empate a 10. Lo que es paradójico.
EL «PECADO ORIGINAL» DE MURILLO DE LA CUEVA
El problema con Murillo de la Cueva, al parecer, es el «pecado original» que lleva a sus espaldas: presidió el tribunal que condenó al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por proponer el ascenso a su amiga, y antecesora en el cargo, Dolores Delgado a fiscal togado militar, actuando así «con desviación de poder». Anulando, en consecuencia, su nombramiento.
El pasado mes de junio la misma Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo, que preside Murillo de la Cueva, anuló también el nombramiento de la sustituta de Delgado para ese cargo –Isabel Rodríguez Mateo–, porque García Ortiz incumplió la sentencia que ordenaba retrotraer la elección al momento de la decisión; el fiscal general del Estado la llevó más atrás e introdujo a Rodríguez Mateo, lo que no debería haber hecho.
El Supremo volvió a anular el nombramiento.
Se da la circunstancia de que una de las nuevas vocales, Inés Herreros, fue portavoz de la Unión Progresista de Fiscales, la misma asociación a la que pertenecieron García Ortiz y Delgado.
De nada sirve, por lo tanto, que Murillo de la Cueva sea progresista –requisito sine quanon– ni de que haya sido uno de los hombres de confianza de Pascual Sala, cuando ocupó la Presidencia del CGPJ y del Supremo como letrado jefe de Estudios e Informes, ni de Javier Delgado Barrio, del que fue jefe de Gabinete. Ni de que sea amigo de Carmen Calvo ni de que todo el mundo lo identifique con esa línea de pensamiento.
Es lo que hay.
De acuerdo con la última renovación de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), para nombrar a la persona que ocupa este puesto son precisos 12 de los 20 votos, una mayoría cualificada de tres quintos.
Tras la fallida elección de hoy, todo parece indicar que la cosa va para rato.
Porque si unos proponen a Teso y a Ferrer y otros a Lamela y a Córdoba no van a poder sumar los 12 necesarios.
No va a haber más remedio que echar mano de más imaginación porque esta, al sector progresista, no les vale.
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