X Premios ACIJUR: Una celebración del derecho a la información y a la transparencia
De izquierda a derecha, Manuel Marchena, Enrique Lopez, Javier Íscar, María Luisa Segoviano, Pilar Llop, Patricia Rosety, Grabriela Bravo, Eva González, Rafael Catalá y María Emilia Adán. Foto: Carlos Berbell/Confilegal

X Premios ACIJUR: Una celebración del derecho a la información y a la transparencia

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06/10/2021 06:50
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Actualizado: 06/10/2021 06:50
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Primero fue Gabriela Bravo, consejera de Justicia, Gobernación y Reformas Democráticas de la Generalidad Valenciana, que dijo: «Sin justicia no hay democracia. Sin periodismo, tampoco».

Le siguió la abogada española afincada en Holanda, Eva González: «El contrapoder del periodismo que controla el poder es uno de los pilares importantes».

Terminó María Luisa Segoviano, presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo con una frase lapidaria: «Sin transparencia, sin conocimento, sin difusión de lo que se hace, no hay justicia».

Las tres premiadas coincidieron en que el derecho a la información y la libertad de expresión y de opinión es una piedra angular de la democracia.

Y no lo habían preparado previamente.

Salió así, en este regreso a la normalidad que suponen los premios anuales que cada año entrega la Asociación de Comunicadores e Informadores Jurídicos (ACIJUR) y que preside la corresponsal de tribunales de la COPE, Patricia Rosety.

Uno de los galardones más reputados en este campo.

La ministra de Justicia, Pilar Llop, el presidente de la Sala de lo Penal del Supremo, Manuel Marchena, y el exministro de Justicia, Rafael Catalá; detrás el decano del Colegio de Abogados de Madrid, José María Alonso, el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, y el presidente de la Mutua de la Abogacía, Enrique Sanz Fernández-Lomana. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

El evento tuvo lugar en el Teatro del Instituto Francés de Madrid, a solo una decena de metros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), del Tribunal Supremo y de la Audiencia Nacional. En lo que se denomina la «milla judicial». Reunió a casi 200 personas.

Contó con la presencia de la ministra de Justicia, Pilar Llop, y sus dos antecesores directos, el magistrado Juan Carlos Campo y el abogado Rafael Catalá; también el consejero de Presidencia, Justicia y Víctimas de la Comunidad de Madrid, Enrique López, y el presidente de la Sala de lo Penal del Supremo, Manuel Marchena, quien figura en la historia de los premiados de esta asociación.

Como es tradición, la conducción del acto corrió a cuatro manos: las de Rosety y las de Francisco Muro que, aunque no se parecen al dúo Pimpinela, su compenetración en esto del artisteo de la presentación pública está más que contrastada.

Lo mismo que sus líneas cargadas de ironía, sana.

Marca de la casa.

Francisco Muro y Patricia Rosety durante la presentación de los X Premios ACIJUR. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

PUÑETAS PERIFÉRICAS

Como cuando, al presentar a Bravo como premiada con el galardón Puñetas Periféricas, le recordaron que la primera vez que se reunió con los periodistas como portavoz del CGPJ, en 2008, les dijo que no les iba a dar su teléfono móvil.

Mal empezaban, pensaron.

Un pelota que devolvió Bravo cuando le tocó intervenir recordando que después de aquello todos los periodistas de tribunales lo tuvieron.

Y lo usaron durante los cinco años en que ejerció la portavocía, recalcó.

María Emilia Adán, decana del Colegio de Registradores, entregó su premio a la consejera de Justicia, Gobernación y Reformas Democráticas de la Generalidad Valenciana, Gabriela Bravo.

La consejera valenciana puso en valor el trabajo en equipo detrás del premio concedido. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

Bravo fue premiada por «el impulso a la gestión telemática de la Justicia que ha implantado su Consejería en la Comunidad Valenciana», donde se han llegado a hacer 71 juicios telemáticos directos al día.

La consejera dio las gracias «por dar voz a la España periférica que quiere sumar, unir y cohesionar al país». Y añadió: «Hemos colocado a la Justicia en la agenda política. Hoy es una prioridad». Con un presupuesto de 50 millones de euros.

Para terminar, destacó el trabajo de su equipo con una frase: «Si quieres llegar rápido, camino solo. Pero si quieres llegar lejos, camina acompañado».

Y de los medios de comunicación con otra: «El tercer presidente de los Estados Unidos, Thomas Jefferson, dijo que ‘prefiero una prensa sin gobierno que un gobierno sin prensa. La prensa trabaja para mejorar la calidad democrática de la ciudadanía».

Toda una celebración del papel del llamado «cuarto poder».

PUÑETAS DE BRONCE

El premio Puñetas de Bronce recayó en el «Open Arbitraje», el evento anual que organiza la Asociación Europea de Arbitraje, que capitanea Javier Íscar, que se ha convertido en referente nacional e internacional. Su última edición, la sexta, la última hasta ahora, se siguió desde 45 países.

El galardón se lo entregó el consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Enrique López. 

Íscar subió a recibir el premio con un libro bajo el brazo, «A la sombra, actores secundarios de la historia», un libro coordinado Milena Sanz en el que 57 autores descubren a esos personajes secundarios que hicieron grandes a personalidades de la historia.

El abogado, inspirado por el libro, convirtió su intervención en un homenaje a todas aquellas personas que han hecho posible este éxito.

«El galardón no hace justicia. Porque sin el apoyo de patrocinadores como –y aquí relató una ristra– y de dos personas: Pello y Sonia –a los que invitó a levantarse para aplaudirlos– el Open Arbitraje no habría visto la luz. Todos ellos son los que han hecho posible este éxito», remachó.

A Javier Íscar le entregó el premio el consejero de Presidencia, Interior y Justicia de la Comunidad de Madrid, Enrique López. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

Javier Íscar hizo un homenaje a su equipo durante su intervención. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

PUÑETAS DE PLATA

El premio Puñetas de Plata correspondió a Eva González Pérez, abogada extremeña que lleva 20 años ejerciendo el derecho en Holanda, por su trabajo en un caso de discriminación que afectaba a 26.000 familias inmigrantes y que provocó la caída del Gobierno holandés de Mark Rutte.

«El gobierno holandés dimitió en su totalidad a principios de este año. Un secretario de Estado, un ministro, un dirigente del partido no volverán a la política. A finales del año pasado una Comisión de Investigación concluyó que se había cometido una injusticia sin precedentes con familias de los países bajos», explicó.

El exministro de Justicia y abogado, Rafael Catalá, entregó su premio a Eva González, la abogada española afincada en Holanda. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

Eva González explicando todo el proceso legal que condujo a la caída del gobierno holandés. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

«Esta injusticia fue cometida por uno de los organismos gubernamentales más poderosos, la Agencia Tributaria, sobre familias con hijos que estaban trabajando», añadió.

Fueron objeto de una despiadada caza de fraude por parte de los funcionarios.

«Sus derechos fueron profundamente violados año tras año. Como consecuencia, las familias perdieron sus empleos, se endeudaron, perdieron sus hogares y, en algunos casos, sus hijos fueron puestos bajo custodia. El Gobierno holandés ha reservado 8.000 millones de euros para compensar a las víctimas por esta injusticia», subrayó.

Los «perseguidos» por el Fisco holandés fueron ciudadanos de origen turco y marroquí. «Soy hija de inmigrantes españoles. Los valores y normas de mi familia hacen que no pueda soportar la injusticia, sobre todo contra los débiles o legalmente incapaces», declaró Eva González durante su intervención.

La abogada destacó, de forma especial, que en esta larga travesía de siete años no combatió sola: «He contado con ayuda de tenaces periodistas de investigación, de parlamentarios y de denunciantes dentro del propio Gobierno».

PUÑETAS DE ORO

La agraciada en esta X Edición de los premios ACIJUR ha sido la magistrada del Tribunal Supremo, María Luisa Segoviano, la primera mujer de la historia en presidir una de las cinco Salas –la de lo Social– de las que está compuesto el Alto Tribunal.

«Por su trayectoria a lo largo de toda una carrera y por su compromiso en adaptar la legislación laboral a la realidad social», explicó la presidenta Rosety.

Segoviano, en su intervención de agradecimiento, reivindicó, una vez la igualdad de sexos que debería imperar en el alto mando del Poder Judicial y que no se cumple.

El premio se lo entregó a María Luisa Segoviano su compañero, el presidente de la Sala de lo Penal del Supremo, Manuel Marchena. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

María Luis Segoviano se explicó en la misma línea que la desaparecida magistrada estadounidense Ruth Bader Ginsburg. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

Para ella la lucha por la igualdad es irrenunciable.

«De los 77 magistrados del Supremo 16 somos magistradas. Hay que agradecer a este Consejo que, durante su mandato, haya designado a 9 de nosotras. De los 17 presidentes de Tribunales Superiores de Justicia solo dos son mujeres. Y lo mismo sucede en las 50 Audiencias Provinciales. Solo 10 tienen mujeres a su frente. No voy a seguir aburriendo con datos, pero considero que este camino iniciado, el de la igualdad, es el que hay que seguir», afirmó.

Por lo que se refiere al epígrafe de adaptar las sentencias a la realidad social, la presidenta de la Sala Cuarta recordó que «las sentencias no son del ponente ni de la Presidencia sino de la Sala. Hemos conseguido sentencias avanzadas que han permitido interpretar las normas de acuerdo con la realidad social, dentro de un esfuerzo colectivo».

Segoviano también se refirió a la transparencia.

«Es esencial que se conozca la justicia. Porque si no nos conocen no nos pueden apreciar. Mucha culpa es nuestra. Porque no hemos sabido transmitir los que sucede. No consiste en dar mucha información sino en transmitirla, en explicarla bien, con un lenguaje comprensible y asequible. Que no haya necesidad de acudir a que alguien se lo explique», dijo.

Y para ello, los medios de comunicación son esenciales en esta transmisión de resoluciones.

Sobre estas líneas el antipremio «Señalamientos de juicios para 2025». Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

Por último, con una intencionalidad crítica y de denuncia, ACIJUR concede cada año el Premio “Vete a Hacer Puñetas” a aquellas personas, colectivos, instituciones o hechos de actualidad que se han significado por su negativa contribución a la mejora del Estado de Derecho, a la defensa de derechos y libertades, especialmente de la libertad de información, o que han dificultado la labor de los periodistas, se lo han llevado los “Señalamientos de Juicios para 2025”.

Por ser inadmisible e injustificable, y no solo por la pandemia, que se estén convocando juicios para 2025. Cuando eso se produce, no solo se causan graves perjuicios a los ciudadanos sino que se deteriora gravemente la propia Justicia.

Cerró el acto la ministra de Justicia, Pilar Llop, que resaltó la justicia de todos los premios concedidos.

La ministra de Justicia, Pilar Llop, cerrando el acto. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

Además, la ministra reconoció las dilaciones indebidas existentes y la necesidad de afrontar ese problema con medios humanos y materiales y, en especial, con los Anteproyectos de Eficiencia Procesal y de Eficiencia Organizativa que se están tramitando y que afrontarán de forma eficaz las demoras y las dilaciones, innecesarias.

«Estas situaciones desgastan a la Administración de Justicia y, sobre todo, a las personas que están esperando que sus procedimientos se resuelvan cuanto antes. Son instrumentos de carácter procesal y de carácter organizativo para dar una respuesta de calidad en un tiempo prudencial», remachó.

Al acto asistieron los magistrados del Tribunal Supremo Julián Sánchez Melgar, Rosa María Virolés y Ricardo Bodas, el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, y el magistrado de ese órgano judicial, Santiago Pedraz, los vocales del CGPJ José María Macías, Vicente Guilarte, José Antonio Ballestero, Nuria Díaz Abad y Gerardo Martínez Tristán,  la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, Pilar de la Oliva, los exministros de Justicia, Juan Carlos Campo y Rafael Catalá, el presidente de la Audiencia Provincial de Madrid, Juan Pablo González y la magistrada Rosa María Freire

De izquierda a derecha, Rosalina Díaz Valcarcel, presidenta de la Asociación de Juristas y Profesionales San Raimundo de Peñafort, María Luisa Segoviano, presidenta de la Sala de lo Social del Supremo -premiada–, Pilar de la Oliva, presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, María Emilia Adán, decana del Colegio de Registradores, y Cristina Sancho, presidenta de la Fundación Wolters Kluwer. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

También asistieron el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón, el exfiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, el presidente del Consejo General de los Procuradores, Juan Carlos Estévez y el decano de la procura madrileña, Gabriel María de Diego Quevedo, el decano del Colegio de Abogados de Madrid, José María Alonso, el diputado de ese Colegio, Juan Gonzalo Ospina, el diputado y portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal –abogado del Estado–, Enrique Sanz Fernández-Lomana, presidente de la Mutua de la Abogacía, Sebastián Lastra, secretario de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), Verónica Ezcurra, secretaria coordinadora del TSJM, José Palazuelos, antecesor de Lastra y buen amigo suyo, en la actualidad secretario judicial de la Sala de lo Militar del Supremo, Maia Román, presidenta de la CEAJ, y Alberto Cabello, presidente de AJA Madrid.

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