Ha presentado a todos los grupos parlamentarios -excepto a EH Bildu- una enmienda de modificación del Código Penal.
La AVT pide a los grupos parlamentarios tipificar la humillación a las víctimas del terrorismo de manera autónoma
Defiende la necesidad de tificar el enaltecimiento, por un lado, y la humillación, por otro
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03/11/2021 12:55
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Actualizado: 03/11/2021 13:03
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La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) ha presentado a los grupos parlamentarios una enmienda de modificación del Código Penal (CP) que consiste en la tipificación del delito de humillación a las víctimas del terrorismo como un delito autónomo del de enaltecimiento del terrorismo recogido del artículo 578.
«En la AVT no cejamos en nuestro empeño de luchar para defender la dignidad de las víctimas del terrorismo. Los homenajes a terroristas en las calles del País Vasco y Navarra, contra los que parece que nada se puede hacer o nadie se quiere responsabilizar, son aberraciones que jamás nos cansaremos de denunciar y que nunca vamos a dejar de perseguir», señala la presidenta de esta asociación, Maite Araluce.
Por eso, han presentado esta enmienda a todos los grupos parlamentarios, excepto a EH Bildu, del que la AVT viene subrayando desde hace ya mucho tiempo que «no puede ser tratado como un agente político más».
La AVT entiende que el trámite de la Proposición de Ley Orgánica de reforma de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal para la protección de la libertad de expresión que actualmente se está tramitando en el Congreso de los Diputados y cuyo plazo de enmiendas ha sido prorrogado hasta el próximo día 10, es «una buena oportunidad para que los diferentes grupos parlamentarios la asuman y apoyen a las víctimas del terrorismo en esta reivindicación».
«Ahora sí va a quedar claro quién está con las víctimas del terrorismo y quién está con sus verdugos. Quién nos apoya sin fisuras, y quién debe demasiado al heredero del brazo institucional de ETA que a día de hoy sigue sin condenar la violencia, defiende que algunos asesinatos de ETA estuvieron justificados y que los presos deben estar en la calle», manifiesta Araluce.
Carmen Ladrón de Guevara, letrada de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), explica que la justificación de esta tipificación separada la encuentran «en la diferente evolución jurisprudencial que se ha dado en cada una de las dos conductas que se tipifican en el artículo 578 del Código Penal, que hacen que en la práctica sea muy difícil la persecución penal de este tipo de actos», oor lo que defiende que «se trata de una mejora técnica y una mejor definición del tipo penal».
La AVT hace hincapié en que los grupos parlamentarios «tienen la oportunidad de posicionarse en contra de este tipo de actos que tanta indignación provocan en la sociedad española y tanto dolor provocan en las víctimas del terrorismo».
Esta asociación ha cumplido este año cuatro décadas, 40 años de trabajo incansable por y con las víctimas del terrorismo. El 4 de febrero de 1981 tres mujeres, Ana María Vidal Abarca, Sonsoles Álvarez de Toledo e Isabel O’Shea, dieron un paso al frente e inscribieron en el Registro de Asociación del Ministerio del Interior la Hermandad de familiares de víctimas del terrorismo, germen de lo que después sería la Asociación de Víctimas del Terrorismo.
40 años de «trabajo incansable por y con las víctimas del terrorismo en torno lo que han sido los cinco pilares del trabajo de la asociación: Dar visibilidad al colectivo de víctimas del terrorismo, ‘sin distinción de ideologías o del grupo terrorista responsable’; ofrecer una asistencia integral y especializada a las víctimas; concienciar e interpelar a la sociedad sobre el problema del terrorismo en España -y en el mundo-, sus causas injustificables y sus víctimas; llevar la voz de las víctimas y defender la memoria, la verdad, la dignidad y la justicia del colectivo ante las instituciones, los tribunales de justicia y los medios de comunicación; y «alzar la voz de alarma y ser el dique de contención frente algunas decisiones políticas que han resultado lesivas para las víctimas del terrorismo», recuerda la asociación.
El pasado marzo, la AVT entregó al Rey Felipe VI el Premio Verdad, Memoria, Dignidad y Justicia correspondiente a la edición de 2019, y que fue pospuesto por el coronavirus. Un galardón con el que quiso «reconocer y homenajear el papel que durante tantos años, siendo Príncipe de Asturias como Rey de España, ha tenido Su Majestad en nombre de todas las víctimas del terrorismo».
La AVT ha querido premiar a Felipe VI «por su apoyo público constante e incondicional a las víctimas del terrorismo, su presencia en los momentos más duros y dolorosos», por la «cercanía, el afecto y el cariño que siempre ha mostrado a las víctimas del terrorismo y sus familiares», y especialmente, «por su inmenso respeto por quienes sufrieron o les arrebataron la vida en defensa de la libertad».
Araluce sufrió la violencia de ETA a los 15 años, cuando la banda terrorista asesinó a su padre en San Sebastián, Juan María Araluce. Era presidente de la Diputación de Guipúzcoa.
Cuando fue nombrada presidenta de la AVT, en mayo de 2018, se comprometió a seguir defendiendo el cumplimiento íntegro de las condenas, oponerse a cualquier tipo de beneficio o prebenda a sanguinarios terroristas, exigir el esclarecimiento y la detención de los responsables de los atentados que todavía están sin resolver y a seguir oponiéndose a cualquier tipo de violencia con fines políticos.
«No contemplamos otro final del terrorismo que aquel en el que los terroristas sean los vencidos y las víctimas y la sociedad española los vencedores y no vamos a ceder un ápice», sentencia.
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