Martínez-Echevarría no tenía previsto despedir a Rivera y Villegas pese a los ‘nulos resultados’
Ricardo Gómez Díez, Dircom especializado en Reputación, analiza en Confilegal la guerra Rivera vs Martínez-Echevarría
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10/2/2022 13:59
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Actualizado: 10/2/2022 17:06
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La firma Martínez-Echevarría no tenía previsto despedir a su fichaje estrella, el expresidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ni a su número dos, José Manuel Villegas, pese a que estaba «decepcionada» con ellos por «baja presencia, poca actividad y nulos resultados».
Así lo manifiestan a Confilegal desde el bufete, que el pasado lunes recibió un correo electrónico de ambos alegando «incumplimiento de lo acordado».
¿Cómo ven los expertos en reputación esta guerra?
Para Ricardo Gómez Díez, Dircom especializado en Reputación y profesor del Máster de Comunicación Corporativa e Institucional de la UC3M, «el principal error es del despacho, que ha entrado en una polémica que no le beneficia, y que en el futuro ya tendrá su recorrido legal».
Este experto, en casos como éste, recomienda responder diciendo que no se está de acuerdo, que se lamenta la salida, y salir del foco de la atención pública de inmediato.
Destaca que «cuando uno está en el ámbito empresarial tiene que primar su reputación», pues «para el mundo empresarial y especialmente para los abogados es su medio de vida, como ocurre también con los auditores». «Su prestigio es lo más relevante y la firma es quien más tendría que haber cuidado este tipo de apariciones polémicas en los medios de comunicación, que ya no son como es vuestro caso los medios legales, sino los de información general y económica, porque no les beneficia», concluye.
Gómez señala que este no es el único error, y que «también Rivera ha podido equivocarse y confundir el escenario de la política con el de la empresa» con su actuar en este caso. El punto débil que ve de Rivera es que «ha trabajado poco en el mundo empresarial, aunque él siempre ha dicho que tenía experiencia previa en el mundo profesional y que podía aportar ese conocimiento a la política y después volver al mundo empresarial sin ningún problema, porque pone en duda el que realmente sea alguien que puede dedicarse al mundo profesional y ganarse la vida fuera de la política».
Pero insiste en que esto no le parece lo más revelante porque la política es un territorio muy diferente al de la empresa, y Rivera está acostumbrado a eso y, por tanto, considera que el daño reputacional en su caso, desde esa perspectiva, es menor.
PARA ENTENDER LA HISTORIA
El abogado de Rivera y Villegas anunció al CEO del bufete, Vicente Morató, la resolución de sus contratos. Entre los incumplimientos que el expresidente de Ciudadanos y su ‘número dos’ atribuyen al despacho destacan fundamentalmente tres: No haber reconocido a Rivera el papel de primer ejecutivo que se pactó como presidente de ‘Right Option SAP’, la sociedad a través de la cual opera el bufete; no haberle concedido el 5% del capital de dicha sociedad, y no haberle abonado el variable comprometido por los ejercicios concluidos.
Villegas, por su parte, denuncia que el bufete no le ha reconocido como vicepresidente ni le ha concedido el 2% del capital de ‘Right Option SAP’, ni le ha pagado el variable. Condiciones que, según explican, fueron incluidas en los contratos que suscribieron con el bufete el 11 de febrero de 2020.
Dos horas después de ese correo electrónico, el abogado de los expolíticos mantuvo una conversación con Morató en la que se planteó una salida ordenada.
‘El Confidencial’ dio el lunes la noticia de que Rivera dejaba el despacho dos años después de su fichaje. El contrato que habían suscrito con Martínez-Echevarría tenía una duración de cinco años.
Rivera y Villegas reclaman a Martínez-Echevarría las remuneraciones que les adeuda del pasado y las que les corresponden hasta marzo de 2025, fecha de vencimiento del contrato, y van a reclamar daños morales y reputacionales por haberles acusado públicamente de «baja productividad» y por el comunicado interno que envió a los socios del despacho en ese sentido, según informó Villegas.
El exlíder de Cs y el que fue secretario general de la formación también han señalado que se llevan «una buena experiencia profesional» en la que han obtenido los mejores resultados de la firma y crecido en plena pandemia. «El despacho ha pasado de facturar 16 millones a casi 20, y la oficina de Madrid ha pasado de facturar 1,5 millones a casi 4 millones», han señalado a Confilegal, y agradecen el trabajo a los compañeros que les han acompañado y a los clientes que han confiado en este proyecto.
Declaraciones que no han sido bien recibidas por el bufete. «Resulta grotesco la poca dignidad profesional y falta de respeto con este equipo de profesionales que demuestra con sus comentarios acerca de que su presencia ha contribuido a hacer crecer el despacho», han manifestado al respecto desde Martínez-Echevarría en relación a Rivera.
«Las necesidades de reconocimiento personal sin fundamento parecen no tener límites. Deber ser un arte poder vivir de la imagen sin soporte», agregan, y destacan que Martínez-Echevarría Abogados, por el contrario, «es un proyecto profesional con 40 años de existencia que ha tenido un crecimiento constante cada año, uno tras otro».
«Pieza fallida, desafortunadamente para nuestros intereses, a pesar de los muchísimos esfuerzos que se han realizado por muchas personas para intentar, sin éxito, que comprendieran el sector, sus características, los métodos de trabajo y de captación de negocio», aseguran.
Rivera y Villegas afirman que «la ruptura por incumplimiento está clara» y que de Martínez-Echevarría depende que no acaben en los tribunales. Esperan que su abogado y los abogados de la otra parte «puedan llegar a un acuerdo y esto no vaya a más».
El lunes anunciaron que van a iniciar un nuevo proyecto vinculado al mundo jurídico, del que ofrecerán más detalles en los próximos días. «Ahora, con unos mínimos conocimientos ya adquiridos gracias a nuestra labor de formación, escapan para iniciar un nuevo proyecto jurídico, y comienzan un revuelo mediático para ganar notoriedad en un conflicto que no debería haber traspasado la esfera privada», dice al respecto Martínez-Echevarría.
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