Antonio Benítez, abogado: «La especialización te distancia de la competencia, te otorga exclusividad y mucho valor»
"Siempre tuve claro que el que más sabe en un sector concreto podrá ofrecer el mejor derecho y un servicio de máxima calidad", afirma.

Antonio Benítez, abogado: «La especialización te distancia de la competencia, te otorga exclusividad y mucho valor»

El socio director de Administrativando analiza el impacto de la especialización en el mundo de la abogacía
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15/2/2022 06:47
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Actualizado: 14/2/2022 20:10
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«La especialización te distancia de la competencia, te otorga exclusividad y mucho valor. Los especialistas se encuentran más cotizados, sus honorarios, en términos generales, son más elevados y se accede con mayor facilidad a procedimientos de alto impacto y especialmente complejos».

Son palabras de Antonio Benítez Ostos, socio director de Administrativando, cuando es preguntado por Confilegal por la importancia de especializarse en el sector de la abogacía.

«Siempre tuve claro que el que más sabe en un sector concreto podrá ofrecer el mejor derecho y un servicio de máxima calidad», afirma.

Su despacho se encuentra entre las principales firmas en España dedicada exclusivamente al Derecho Administrativo y Contencioso Administrativo y es firma colaboradora del Instituto Superior de Derecho y Economía (ISDE) en el Máster de Acceso a la Abogacía.

«Una cuestión es clara: no se puede saber de todo. Esta circunstancia es perfectamente asumida en muchas profesiones como la medicina o las ingenierías»

Reconoce que la especialización implica renegar del abogado «tradicional». «La verdadera especialización en una materia concreta, supone a todas luces la exclusión del resto de diciplinas«.

Y es que, a su juicio, «una cuestión es clara: no se puede saber de todo. Esta circunstancia es perfectamente asumida en muchas profesiones como la medicina o las ingenierías. Sin embargo, es ahora cuando comienza a calar ligeramente en el mundo de la abogacía».

Cree que quien se especializa en un área del derecho «bajo ningún concepto» se cierra puertas laborales. «Apostar por la generalidad es muy respetable. Sin embargo, quien se instale en la especialización, consiga hacerse un hueco en el sector y sea conocido por ello, será mucho más competitivo y atraerá con mayor facilidad a una clientela de primer nivel que apuesta firmemente por un primer espada en la materia».

«No me cabe duda, que la especialización es el futuro de la abogacía», añade.

Sin embargo, apunta, «he de reconocer, que sustentar una firma en una única área de especialidad, es una tarea muy compleja y que no siempre se consigue sostener. De ahí que sean contados los despachos de abogados que apuestan exclusivamente por una actividad concreta»

Así todo, «indudablemente, quien lo consiga, podrá competir “de tú a tú“ con los grandes en dicho ‘expertise'».

«No hay duda de que es mucho más fácil desarrollar una especialidad en una gran ciudad»

Preguntado sobre si la especialización puede ser una fenómeno de las grandes ciudades, Benítez sostiene que «no hay duda de que es mucho más fácil desarrollar una especialidad en una gran ciudad».

Y ello, «porque en los municipios más pequeños, la escasa litigiosidad en una área en cuestión, puede hacer inviable apartarse de la generalidad de asuntos».

En cualquier caso, agrega, «un proyecto sólido de trabajo y correctamente dirigido, puede ser exitoso en cualquier parte de España».

Apuesta por el Derecho Administrativo

Sobre su apuesta por el Derecho Administrativo, el socio director de Administrativando, indica que «es una disciplina muy técnica y que requiere de altísimas dosis de estudio, dedicación e ingenio jurídico».

«La normativa sectorial, en gran medida, es diferente en cada comunidad autónoma y términos municipales, lo que hace que su codificación sea ingente y heterogénea», explica.

A ello se suma, destaca, «la amplitud de materias que conforman la disciplina, que invita incluso a la especialización dentro de la propia especialidad. Es imposible tener un dominio completo de la misma».

Además, «el contrario es siempre el poder público, con lo que ello significa». Todo esto, «hace que existen muy pocos profesionales en España dedicados a dicha especialidad. No suele resultar atractiva para los juristas. Pocos lo intentan y muchos menos sobreviven».

A esta especialidad, se añade el vínculo de la firma con el ámbito académico, «siempre ha estado ligado a nuestro despacho, dado que impartimos docencia en varias universidades privadas, como el Instituto Superior de Derecho y Empresa de Madrid y Loyola Andalucía. También dirigimos la Sección de Derecho Administrativo de Economist & Jurist».

Actualmente, explica, «en nuestra propia escuela, contamos con tres programas formativos específicos de la especialidad: expropiación forzosa, contencioso administrativo y responsabilidad patrimonial de la Administración».

«Las formaciones son impartidas por un claustro de la propia firma, que cuenta con un programa individualizado, formación 100% online y basada en la excelencia académica. Tratamos de que el éxito, talento y liderazgo quede impregnado en cada una de las temáticas que se imparten.

La abogacía como una forma de vida

Benítez entiende la abogacía como «una forma de vida, no creo que pueda ser entendida de otra manera».

«Trasciende, sin lugar a dudas, del concepto de profesión sujeta a unos horarios y a unas funciones concretas. Cuando tienes un asunto que has de resolver o un plazo procesal que atender, el tiempo se congela, nada es más importante».

Por ello, cree que «es vital que los que te rodean (familia y amigos), asimilen que estas circunstancias forman parte de tu trabajo. El abogado se hace, pero también nace. Hay dotes imprescindibles en la abogacía que o se tienen o no se tienen. No todas puedan ser adquiridas con el tiempo o con la práctica».

«Para ser buen profesional hay que ser primero buena persona»

«Algunos (muy pocos) brillan por sí mismos, paladeando el éxito y la excelencia. Y su secreto no es otro que el entusiasmo. La diferencia entre los buenos y los mejores está en sentir y creer en lo que uno hace y para ello es fundamental que te apasione este trabajo».

Sobre el futuro de los alumnos del Máster de Acceso a la Abogacía, apunta que «cada caso y cada alumno es diferente», pero «es muy importante, tomar contacto con la realidad, ‘asomarse’ a la misma a través de prácticas en diferentes compañías. A partir de aquí, decidir y apostar por lo que a cada uno le motive y piense que puede tener opciones de éxito».

Acaba con un consejo, «que depositen toda la ilusión, compromiso y esfuerzo posible en las oportunidades que se les presenten. Que derrochen excelencia y máximo rigor. Que tengan claro que el mundo pertenece a quien se atreve. Que impregnen su magia por donde pasen, conviviendo con la idea de que siempre se puede ser mejor».

Ello, añade, «bajo la premisa fundamental de que para ser buen profesional hay que ser primero buena persona. La mezcla de todo ello, conduce inevitablemente al éxito».

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