Maia Román, presidencia de la CEAJ, y el equipo directivo elegido en las últimas elecciones, de izquierda a derecha: Pol Olivet, Paula Prieto, Cristina Acosta, Gloria Taboada, ella, Andrés Becerra, Borja Llonin, Iván Bellod y Carles Joan Lorente; han abandonado Becerra, Acosta, Bellod y Lorente.
La Ejecutiva de la Abogacía Joven Española estudia acciones legales contra los disidentes por las acusaciones vertidas
Dimitieron en bloque entre denuncias de “absolutismo” contra la presidenta, Maia Román
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01/3/2022 14:30
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Actualizado: 01/3/2022 16:38
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La Confederación Española de la Abogacía Joven (CEAJ) se ha fracturado en dos tras la dimisión de cuatro de los nueve miembros de la Ejecutiva que preside la letrada Maia Román Fernández.
La salida del vicepresidente, Andrés José Becerra Rodríguez; de la tesorera, Cristina Acosta García, y de los vocales Iván Bellod Díaz y Carles Joan Lorente Rivera se ha producido entre denuncias de “absolutismo” contra la actual presidenta de la confederación, que aglutina a agrupaciones y federaciones de abogados jóvenes de toda España y representa a cerca de 60.000 profesionales del derecho.
Tanto la junta directiva como la presidenta de la CEAJ desmienten lo manifestado por estos cuatro exmiembros de la ejecutiva en el comunicado remitido el pasado 23 de febrero en el que comunicaron su renuncia, y están «estudiando acciones legales por las acusaciones vertidas», según ha informado a Confilegal Maia Román.
«En lo personal, les deseamos lo mejor», agrega.
La Ejecutiva convocará elecciones para cubrir sus puestos.
Maia Román fue reelegida como presidenta de la Confederación en noviembre de 2020, con un 74% de los votos, para otro mandato de dos años. Fue elegida una candidatura completa, formada por Andrés Becerra, Gloria Taboada, Cristina Costa, Paula Prieto, Borja Llonín, Iván Bellod, Carles Lorente y Pol Olivet.
EL COMUNICADO
En el escrito en el que anunciaron su renuncia, Becerra, Acosta, Bellod y Lorente destacan que según los estatutos de la Confederación, «los objetivos son principalmente representar de forma unitaria a todos los miembros que la integran y defender intereses comunes. Forma parte de sus objetivos también el de potenciar y desarrollar actividades en el ámbito profesional, formativo, social, cultural y corporativo que beneficien individual y colectivamente a los abogados jóvenes. Todo ello, mediante sus órganos de representación, como son la Comisión Ejecutiva y el Consejo, ambos órganos colegiados».
Los abogados salientes aseguran que «la realidad actual de la Confederación, tristemente, es la falta de funcionamiento de dichos órganos» y que «la presidencia se ha convertido en una figura absolutista». La acusan de ejercer las funciones atribuidas a órganos colegiados «de manera unipersonal», «dejando al margen de las decisiones a adoptar a la comisión ejecutiva y dejando sin contenido a los Plenos del Consejo».
Asimismo, afirman que «se desplaza a los miembros de la propia ejecutiva que puedan generar un mínimo de debate con respecto al funcionamiento de este sistema» de la propia ejecutiva. En más un año, sostienen, «apenas se han convocado dos reuniones de la Ejecutiva y las que se realizado han sido de manera sorpresiva, de un día para otro, sin contenido, por cauces no adecuados y dejando al margen a miembros discrepantes».
Más aún, manifiestan que se ha limitado la representación y representatividad de sus propios miembros en los Plenos del Consejo, realizándose una interpretación restrictiva y de manera “interesada” de los estatutos, acotando las delegaciones de voto y «aprovechándose de la situación generada por la pandemia» para «limitar al máximo las reuniones y la participación de las diferentes agrupaciones, «sin fundamentos alguno». «Hemos visto cómo la presidenta ha viajado en solitario a diferentes reuniones, actos y plenos por toda España y, en cambio, no está dispuesta a reanudar las reuniones trimestrales. Por nuestra parte, inexcusable», apuntan.
Los miembros salientes señalan que el resultado de todo lo anterior es una Confederación «convertida en una parcela de poder de una sola persona, sin contenido alguno y en la que se genera una nula actividad entre sus miembros, ni siquiera delegando funciones en su propia ejecutiva».
Según indican, al exponer sus opiniones e intentar mediar en muchas ocasiones, se les ha hecho caso omiso, por lo que dicen que no han visto otra alternativa para que conste sus disconformidad que dejar de formar parte de la Comisión Ejecutiva de la Confederación.
«Muy a nuestro pesar, no podemos ni queremos seguir siendo partícipes de un órgano de representación que ya no representa nada más que la voluntad individual de una persona», exponen estos letrados, a quienes les preocupa «la deriva que esta problemática puede llegar a tener y continuar teniendo en el futuro».
Por último, indican que los miembros de las agrupaciones que recientemente se han incorporado no conocen otra forma de hacer las cosas, por lo que los letrados salientes se temen que la CEAJ «se convierta en una confederación que solo sea utilizada para ganar poder y visibilidad de unos pocos en los órganos de representación de la Abogacía y se deje de lado las verdaderas inquietudes del colectivo».
EL PLENO TRATARÁ EL VIERNES ESTE TEMA
El próximo viernes, el Pleno tratará este asunto, entre otras cuestiones, y previsiblemente convocará las elecciones para cubrir estos puestos.
Los abogados que han abandonado la Ejecutiva continúan siendo los representantes de sus agrupaciones, excepto Becerra, cuyo mandato ha finalizado recientemente y está en funciones, y aseveran que desde sus agrupaciones «seguirán luchando para que la Confederación vuelva a ser un órgano representativo de la Abogacía Joven Española».
Confían en que «cambien las cosas y se dé al Consejo y a la Ejecutiva el poder y representatividad que deben tener».
Por su parte, la presidenta de la Abogacía Joven Española señala que las acusaciones hechas nunca se las habían trasmitido a ella ni oficialmente a la Ejecutiva.
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