Fernando Portillo, presidente de FJI: ‘Si el Consejo hiciera bien su trabajo, no existiríamos las asociaciones judiciales’
En esta entrevista por los 20 años de Foro Judicial Independiente, Portillo analiza la ausencia de renovación del órgano de gobierno de los jueces y detalla las reivindicaciones de la asociación.

Fernando Portillo, presidente de FJI: ‘Si el Consejo hiciera bien su trabajo, no existiríamos las asociaciones judiciales’

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05/10/2022 15:27
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Actualizado: 07/2/2023 11:59
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En 2002 un grupo de jueces decidieron crear una nueva asociación, Foro Judicial Independiente, cuando el asociacionismo judicial llevaba ya 22 años funcionando y cuyos pilares fundamentales fuesen «la defensa de los derechos profesionales y la desvinculación política para realizar una efectiva defensa de la independencia del Poder Judicial».

Confilegal entrevista a su presidente, Fernando Portillo, magistrado del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 3 de Melilla, quien cogió las riendas de la asociación hace un año, para conocer su punto de vista sobre la no renovación del órgano de gobierno de los jueces, que lleva en funciones desde diciembre de 2018, cuáles son las reivindicaciones de la asociación y el balance que hace de estos 20 años de Foro Judicial Independiente.

«Hoy, Foro es la cuarta asociación judicial en número de asociados a nivel nacional, pero sigue siendo dos décadas más joven que las demás, con todo lo que ello supone y esto es importante: Es la que más ha crecido desde 2018», manifiesta Portillo.

¿Cuál sería el mejor sistema de elección de los vocales judiciales?

Sería por voto directo y secreto de los jueces y magistrados conforme, además, al sistema que hemos acordado la Francisco de Vitoria y Foro Judicial Independiente hace escasos meses. Apostamos por un sistema proporcional de voto ponderado para que estén representadas todas las sensibilidades de la carrera y, sobre todo, que permita que no exista un control del proceso por parte de las asociaciones judiciales, porque tampoco queremos sustituir los partidos políticos por asociaciones. Eso sería nefasto.

¿Por qué es imprescindible cambiar el sistema, volver al mixto diseñado por la Constitución y exigido desde Europa, de forma que los jueces puedan votar a los doce vocales judiciales? 

Porque el bloqueo actual del Consejo General del Poder Judicial es sólo el síntoma de la enfermedad. El sistema del CGPJ actualmente está enfermo y lo que lo cura es una operación: La reforma del sistema. 

Si renovamos antes de reformar, mantenemos la enfermedad. Eliminamos uno de sus síntomas, pero sigue estando enfermo y nadie asegura que dentro de otros cinco años no vuelva a pasar. Si se mantiene todo igual y lo único que se hace es cambiar los cromos que hay dentro, puede producirse otra situación de bloqueo. 

Pero sobre todo, aparte de que con este sistema se da una patada hacia delante para posponerlo, hay un argumento constitucional. 

El reparto por cuotas partidistas que se está haciendo por los partidos políticos por culpa de este sistema de 1985 es inconstitucional de facto, porque el Tribunal Constitucional, que es el supremo intérprete de la Constitución, ya dijo que esto era lo que no había que hacer. Pero es lo que se está haciendo. Y, además de inconstitucional es contrario a las recomendaciones y exigencias europeas. 

Cada vez más personalidades de la Justicia hacen este llamamiento de reformar antes de renovar. Ramón Rodríguez Arribas, vicepresidente emérito del TC, por ejemplo. En una entrevista en Confilegal reclamó ayer que primero se reforme el sistema actual y después se haga la renovación por el nuevo sistema que «ya no tiene ningún rastro de politización partidista»…

Foro Judicial Independiente siempre ha sido muy coherente en eso. Llevamos defendiéndolo desde el principio. Debido a la tensa situación y al gran desprestigio que se está sufriendo y a todo este juego que hay ahora totalmente hecho a la luz de todos, que se trata de controlar el Consejo por parte de los partidos políticos por intereses puramente partidistas, nos congratulamos de que ante este espectáculo más gente se esté sumando a esta evidencia. 

Para nosotros, es una satisfacción que aquello que vimos que no podía ser hace años, ahora gente de peso como Rodríguez Arribas, entre otros, están viendo que la situación es tan mala que lo que decía Foro es lo que está bien.

La UE exige a España, bajo advertencia de infracción, que primero proceda a renovar y luego reforme el sistema de elección de los vocales según los estándares comunitarios. Su asociación le ha dicho al comisario de Justicia que ve esto «contradictorio»…

Sí, cuando nos reunimos con el comisario Reynders el pasado 25 de julio, le dijimos que no tenía mucho sentido que Europa estuviera diciéndole a España que el sistema que tiene de elección del Consejo es contrario a los estándares europeos de independencia judicial y de lucha contra la corrupción, y a la vez le esté pidiendo que continúe con ese sistema, confiando de manera bastante inocente que a continuación nuestra clase política iba a proceder a reformar el sistema. Es contradictorio.

Yo creo que esta última visita a España ha demostrado a Reynders que efectivamente que no existe compromiso alguno de reformar el sistema de elección del Consejo y confiamos en que más pronto que tarde la Unión Europea se de cuenta de que el mensaje correcto es: Reforma primero el sistema y después renueva, porque está claro que reformar no van a hacerlo como se renueva antes.

Ya ha dicho el Gobierno que su único compromiso es el de renovar el CGPJ e insiste en que el sistema actual ya es bueno…

En el acto que celebramos en el Congreso de los Diputados el otro día se dijeron muchas cosas interesantes durante toda la jornada y en la mesa de los políticos también hubo algunas perlas, entre ellas las de Edmundo Bal, de Ciudadanos, que recordó una conversación que había tenido con Félix Bolaños, que en el PSOE es quien está encargado de tratar de renovar el Consejo con el PP, diciendo que «por encima de su cadáver reformarían el sistema». 

… Fue delante de testigos -la vicepresidenta tercera y la diputada María Muñoz- en el seno de la reunión sobre las medidas de la guerra de Ucrania en su primera versión, según ha informado a este diario Edmundo Bal.

Correcto. Es decir, que parece que la voluntad de cambiarlo, al menos, por parte de la fuerza política con mayor peso en el Congreso es nula o ninguna. 

Entonces, ante eso, creo que la Unión Europea, el comisario en concreto, verá la evidencia y con acierto, más pronto que tarde, acabe reconociendo que no, que la exigencia de España, la primera, es reformar la ley.

¿Cuáles son las principales reivindicaciones de FJI?

Mejorar las condiciones profesionales de la carrera. Lo cierto es que en los últimos años parece que el foco de nuestra actividad estaba puesto en el tema de la independencia judicial porque la actualidad manda y al final te dejas arrastrar por las cuestiones que son de interés público, y en este caso, dada la falta de renovación del Consejo y de todo lo que está aconteciendo a su alrededor hemos sido muy activos en este empeño.

En todo caso, seguimos peleando por los derechos profesionales de la carrera a base de demandas, asesoramiento y reivindicaciones ante el Poder Ejecutivo.

Usted ha dicho que «solo con un CGPJ verdaderamente independiente mejorarán las deficientes condiciones de trabajo» del mundo judicial y, por tanto, los ciudadanos españoles disfrutarán de una Justicia de mejor calidad…

Esta pelea por la independencia del Consejo respecto a los partidos políticos es por la separación de poderes, por nuestro Estado de Derecho y por nuestra Justicia porque, sin duda, si tuviéramos un CGPJ que no estuviera preso de favores políticos, que no tuviera deudas con la clase política que gobierna, sería mucho más libre para poder, efectivamente, reivindicar muchos más medios y una legislación mucho más del siglo XXI en la administración de Justicia. 

Sin embargo, el Consejo no deja de ser, en muchas ocasiones, correa de transmisión de la clase política dominante. 

Hay un compañero que muy acertadamente dice que si el Consejo hiciera bien su trabajo, no existiríamos las asociaciones judiciales. Porque tendríamos un órgano que pelearía frente a los demás poderes para que el Poder Judicial estuviera en su sitio. Pero no lo hace. Con lo cual, aquí está.

Pero, además, esta lucha por la independencia judicial -que es una lucha por la separación de poderes, por el Estado de derecho y nuestra democracia- y que, además, tiene como consecuencia una mejora del sistema de Justicia y, por tanto, del servicio que prestamos a los ciudadanos.

Aparte, Foro también ve necesario, de manera ya directa, pelear por los derechos profesionales de los miembros de la Carrera a la hora de interponer demandas de interés general ante los tribunales, a base de pelear diferentes grupos de trabajo por la mejora de las condiciones y estamos recientemente convocados por el Ministerio de Justicia para cumplir, por fin, con la ley, que dice que cada cinco años tiene que reunirse la mesa de retribuciones. Ahora, por fin, se ha convocado después de muchos años de incumplimiento.

Esto es un éxito de todas las asociaciones judiciales y Foro estará pendiente de que mejoremos las condiciones profesionales. Estoy seguro de que somos de los servidores públicos peor tratados.

Cuando se creó FJI una serie de reformas legislativas estaban restándole autoridad y competencias al juez como, por ejemplo, la ley de retribuciones. ¿Por qué vieron necesario crear una nueva asociación? 

Porque el resto de asociaciones judiciales, según percibieron los compañeros de entonces, no estaban preocupadas por estas cosas. La preocupación mayoritaria, según como digo percibían, era la pelea por el control del Consejo y de los cargos que de este dependen. 

Faltaba una asociación que de verdad defendiera a los jueces de lo que estaba pasando, que era algo que hoy todavía estamos sufriendo: Ese arrinconamiento del juez en una esquina del juzgado para convertirlo en un simple ponedor de sentencias, porque el juez molesta. 

Y el juez fuerte e independiente molesta aún más. 

Se está creando alrededor del juez toda una burocracia y una administración que va dirigida en alguna manera a encorsetar lo más posible la actividad del juez, entre ellas, efectivamente, la ley de retribuciones que supuso en aquellos momentos de creación de Foro un verdadero revulsivo y uno de los motivos específicos por la cual otros compañeros vieron necesario crear esta asociación.

Esa ley de retribuciones contaba con el apoyo de las dos asociaciones mayoritarias entonces. Sin embargo, muchos jueces la percibían como algo totalmente nefasto.

…Por mantener la competencia en materia de retribuciones en el Poder Ejecutivo e introducir un sistema productivista en el que una parte de las retribuciones dependería de poner más sentencias, sin tener en cuenta la carga de trabajo…

Exacto. La ausencia de reacción de las asociaciones judiciales que, como digo, se sumaban incluso a la «idea buena», decían, de esta ley, nos estaba llevando a un sitio que no queremos los jueces porque no es el lugar que corresponde al Poder Judicial en un Estado democrático.

¿Y qué balance hace de estos 20 años?

Hago un balance muy positivo. Hoy, Foro es la cuarta asociación judicial en número de asociados a nivel nacional, pero sigue siendo dos décadas más joven que las demás, con todo lo que ello supone, y, esto es importante, es la que más ha crecido desde 2018.

Si Foro no existiese, habría que inventarlo. Estoy convencido, y creo que eso lo reconocerá toda la Carrera Judicial, de que Foro Judicial Independiente cambió la dinámica de funcionamiento del asociacionismo. El asociacionismo ahora no tiene nada que ver con lo que era hace 20 años.

Ahora sí que las asociaciones judiciales, todas ellas, están por la lucha de los derechos profesionales de los jueces de forma activa. De hecho, algunas asociaciones crearon específicamente una sección sindical para dedicarse a estas cuestiones que parece que en principio no formaban parte de su agenda, y después la preocupación por la deriva del Poder Judicial, por la independencia del Poder Judicial como poder también forma parte del discurso de las asociaciones judiciales.

Hemos empujado en la dirección correcta todo el asociacionismo que al principio, a lo mejor, veía con ojos benevolentes a esta nueva asociación y en ocasiones, a lo mejor, con cierta sorna, pero que después han tenido que reconocer que esta es la manera de hacer asociacionismo judicial. La única que creemos, la unidad asociativa.

De izquierda a derecha, los miembros de la Gestora de Foro: María Victoria Muñoz González, Juan Montero García Andrade, Francisco Hazas, Viamonte, Fernando Portillo Rodrigo, Iván Oliver Alonso, Cristina de Vicente Casillas y Roberto García Ceniceros.

Esto está en los estatutos de Foro. El resto de asociaciones judiciales difieren de FJI sobre su exigencia de que se acometa de inmediato la reforma del sistema y luego se renueve el CGPJ. ¿En qué tienen una misma voz y en qué no? 

Hay unidad en todo aquello que compete en la mejora de las condiciones de trabajo de la Carrera Judicial y estamos separados en algunas cuestiones.

De hecho, celebramos un primer Congreso interasociativo en Albacete este año y estamos ya preparando el segundo para las mismas fechas que el anterior, febrero de 2023, y el contenido va a ser similar: Las preocupaciones inmediatas y directas que afectan a los jueces y magistrados en el ejercicio de su trabajo, a sus condiciones profesionales y a sus derechos laborales.

En esto tratamos de tener una misma voz. Tenemos claro que es juntas como vamos a conseguir sentar al Poder Ejecutivo y al Legislativo para que implementen las medidas y reformas que son necesarias para esa mejora de nuestras condiciones profesionales. 

¿Dónde hay separación? 

En el tema de la política judicial. Para empezar, ya hay una asociación, JJpD, que no defiende lo mismo que el resto sobre la necesidad de que la elección de los vocales judiciales sea por los jueces. En el Congreso de 2014 en Oviedo adoptaron la postura que han venido defendiendo y ahora han cambiado.

Y dentro de las que defendemos el cambio de sistema también existen diferencias porque las otras dos entienden que lo primero, dada la situación actual de bloqueo, es renovar el Consejo. También seguramente habrá discrepancias en materia de nombramientos discrecionales.

FJI es la única que no presenta ni avala vocales al CGPJ. Además, la directiva tiene prohibido por sus estatutos presentarse a cargos judiciales discrecionales, ahora y durante los dos años después de haber cesado. En esto parece que tampoco hay consenso. ¿Cierto?

Efectivamente. En este tema no sé si existe consenso porque dentro del resto de asociaciones hay personas que muy legítimamente, con mucho derecho, quieren ese tipo de cargos.

Foro reúne a gente que no pelea por cargos. Algún asociado habrá que estará en esa situación, pero son individuos concretos y dentro de la asociación no existe un ánimo de estar asociado para conseguir cargos.

Hubo una estadística muy graciosa que hizo un compañero hace ya muchos años, que creo que todavía mantiene vigencia, que decía que para esto de los cargos discrecionales de carácter judicial lo que peor venía era ser mujer de Foro, era lo más penado. Incluso ser no asociado estaba menos penado a la hora de acceder a esos cargos que ser de Foro.

Es decir, que los que estamos en FJI sabemos que no estamos en ella por la pelea de cargos, sabemos que en eso no vamos a recibir un apoyo específico de la asociación e incluso que puede ser una rémora, que Foro puede ser incómodo en determinadas instancias porque al no pelear por cargos nos sentimos libres de poder decir lo que pensamos y defender abiertamente lo que creemos sin estar mirando de reojo ningún nombramiento. No tenemos una agenda oculta que nos condicione. 

Esa libertad que da no querer cargos hace también que desde determinadas instancias no seamos vistos como una asociación moldeable o dócil, sino todo lo contrario, que somos incómodos. Eso lo sabe el asociado que se viene a Foro, pero lo que encuentra es una asociación preocupada por los problemas que a ellos les aquejan y que peleamos por un cambio de sistema, que si las cosas se hacen como debieran hará que cualquiera puede llegar a cualquier cargo judicial, también los discrecionales sin necesidad de contar con el favor de ningún grupo de interés.

Recientemente, celebraron en el Congreso de los Diputados su aniversario con varias mesas redondas con un plantel de primeras figuras. ‘Crisis de los nombramientos discrecionales’ era una. Explique esto.

Cuando hablamos de la necesidad de reformar la ley para que los 12 vocales judiciales sean nombrados por los jueces de forma directa, estamos hablando de una cara de la misma moneda, que es la independencia judicial. 

La otra cara son los nombramientos discrecionales que, tal y como ahora están configurados -artículo 326 de la LOPJ- y tal y como lo configuró un acuerdo del Consejo en su día en aplicación de ese artículo, lo que permite al CGPJ es la total y absoluta discrecionalidad a la hora de nombrar cargos, con lo cual a mayor discrecionalidad, menor mérito y capacidad contrastado. 

Creemos que hay una gran crisis en este tema y que el Consejo no está haciendo bien su trabajo, que la ley es manifiestamente mejorable, pero incluso con ese artículo sería posible que un Consejo estuviera haciendo nombramientos mucho más objetivos y menos polémicos que como ha estado ocurriendo últimamente. 

Han tenido ocasiones escasas, porque no siempre llegan estas cuestiones al propio Tribunal Supremo porque los que se postulan, que son los damnificados, cuando no son elegidos normalmente son reacios a recurrir ante el propio Consejo que, a su vez, les tendrá que nombrar en el futuro. Algunos recursos sí que han llegado al Supremo.

De lo que se habló en esa mesa era de que el Supremo había perdido una oportunidad muy grande para poder haber metido en cintura al Consejo respecto a estos nombramientos discrecionales. Lo que ha venido a decir es que el Consejo, como órgano institucional, haga lo que le dé la gana. Y eso sí que nos parece un error. El 80% de la Carrera Judicial entiende que los nombramientos no obedecen a mérito y capacidad.

¿Qué reivindica para la jurisdicción contencioso-administrativa, en la que sirve? ¿Se está invirtiendo bien el dinero en Justicia?

Lo que queremos en todas las jurisdicciones son mejores condiciones profesionales. Son necesarios más jueces, concretamente la Contencioso-administrativo es la que menos tiene. 

Lo que hace falta es que se invierta bien en Justicia. España no es un país que invierta poco comparativamente hablando respecto al resto de nuestro entorno, pero se invierte mal.

Los gastos que se están haciendo en Justicia no van dirigidos a mejorar la justicia que recibe el ciudadano, sino a otras cosas que no son el objetivo primordial. Si todo el mundo reconoce que una tara de nuestro sistema judicial es la sobrecarga y el correspondiente retraso, ¿por qué no va dirigida la inversión en ese sentido, a crear más jueces? En España hay muchos litigios y pocos jueces que los sacan. 

Se está gastando en reordenar oficinas judiciales, en sistemas informáticos, en formación específica y demás, pero no se apunta al foco del problema. 

Esas leyes de eficiencia procesal si se hacen bien sí que podrían ir dirigidas de alguna forma a agilizar procedimientos o a laminar la pendencia de los juzgados, pero eso tendría que ir acompañado de una inversión y no a coste cero, como se pretende. 

En uno de los países de Europa con más litigios, como es España, esto no se resuelve moviendo los muebles de sitio o cambiando de nombre las oficinas.

Ahora mismo, la situación de la Justicia está ya colapsada, es muy preocupante y lo que hay que hacer es invertir en jueces. Somos el cuello de botella. Lo que nos tememos es que no interesa, de verdad, atajar el problema. No hemos encontrado todavía un Gobierno que, de verdad, quiera atajarlo.

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