Prisiones envía una instrucción a los funcionarios de las cárceles para que prevengan los suicidios con perspectiva de género
Reclama al Gobierno que mejore "con urgencia" las condiciones profesionales de los funcionarios de prisiones. Foto: Instituciones Penitenciarias

Prisiones envía una instrucción a los funcionarios de las cárceles para que prevengan los suicidios con perspectiva de género

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22/11/2022 06:50
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Actualizado: 21/11/2022 22:56
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La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias -organismo dependiente del Ministerio de Interior– ha emitido una instrucción firmada por el Secretario General, Ángel Luis Ortiz González con fecha 15 de noviembre para prevenir los suicidios en el ámbito penitenciario con perspectiva de género. Actualmente ya está en funcionamiento.

La instrucción, a la que ha tenido acceso Confilegal, ha sido dirigida a los funcionarios de prisiones de toda España con el objetivo de analizar qué factores de riesgo pueden ser diferentes en hombre y en mujeres para poder hacer una detección precoz de los casos y aplicar el programa cuando haya riesgo.

Por ejemplo, factores específicos de género son el consumo de alcohol y drogas, edad, relaciones y violencia en la pareja, víctimas de abusos o enfermedades mentales. Ya que, según la instrucción, contemplar el suicidio con perspectiva de género implica un abordaje de forma diferente a como se ha estado realizando hasta el momento.

Conforme a la previsión normativa, la Orden de Servicios 2/2021 de la Dirección General de Ejecución Penal y Reinserción Penal se recogió la necesidad de tener en cuenta la perspectiva de género en la ejecución penitenciaria.

Por ello, se consideró imprescindible tres puntos: conocer la diferente situación en la que se encuentran hombres y mujeres en el ámbito penitenciario; diseñar y programar intervenciones que tengan en cuenta las necesidades y circunstancias específicas de las mujeres en prisión para romper con los roles de género y contar con las especificidades propias que presenta la mujer para que todas las actividades sean igual de eficaces para ambos géneros.

«Las mujeres presentan circunstancias diferentes»

Por ello, Interior ha considerado que el asunto se debe abordar de forma diferente a como se estaba haciendo hasta el momento. Pues la prevención e intervención debe llevarse a cabo teniendo en cuenta que las mujeres presentan circunstancias diferentes. “Es necesario profundizar en el conocimiento de las necesidades que presentan las mujeres para poder atenderlas y abordar terapéuticamente de forma eficaz el fenómeno de la conducta suicida en ellas”, ha explicado la instrucción.

Por tanto, la presente instrucción tiene por objeto introducir la perspectiva de género en el Programa de Prevención de Suicidios (PPS) regulado en la Instrucción 5/2014 y “plenamente vigente” a la que se añaden elementos específicos para lograr cuatro objetivos.

El primero, visibilizar y atender las diferentes necesidades entre hombres y mujeres en el ámbito de la prevención de suicidios. En segundo lugar, identificar sesgos de género del personal penitenciario en la aplicación del PPS. En tercer lugar, reconocer los roles e identidades de género y, por último, mejorar la eficacia del programa de prevención de suicidios adaptando su aplicación a las especificidades propias de la mujer en el medio penitenciario.

Tasas de suicidio en prisión

Según la instrucción, en España, las tasas de suicidio o de tentativas por género son equivalentes -o no tan diferenciadas- como las de fuera de prisión

Reflejo de estas circunstancias son el número de internos que anualmente se incluyen en el PPS. Sirviendo como ejemplo la aplicación del programa durante el año 2021 al 6,7% de la población femenina y al 4% de la masculina, que los suicidios consumados fueron aproximadamente el 0,6 % de la población media femenina y aproximadamente el 0,7 % en el caso de los varones, y que, en cuanto a tentativas, en las mujeres alcanzó el 3,26% y en los hombres el 2,42 %.

En concreto, el análisis de los casos de fallecimiento por suicidio durante el periodo de 2015 a 2021 ha evidenciado que la edad media ha sido de 39 años en ambos géneros; el ahorcamiento se utilizó por el 100% de las mujeres y 87% de los hombres; el 67% de las mujeres fallecidas tenían antecedentes de aplicación del PPS y los hombres un 43%; el 17% de las mujeres se encontraba en situación de aislamiento y en el caso de hombres, el 28, 7%.

En prisión son frecuentas las conductas autolícticas sin voluntad suicida. Es decir, que tienen comportamientos que causan una destrucción leve o moderada inmediata de la superficie corporal ocasionando sangrado, hematoma o dolor, ha destacado la instrucción.

El 50% de las mujeres que se autolesionan durante el primer año en prisión ya tenían marcas anteriores

La instrucción ha destacado que el 50% de las mujeres que se autolesionan durante el primer año en prisión tenía marcas o cicatrices de lesiones anteriores a su ingreso en el centro. La evaluación de las internas a su ingreso en prisión debe incluir, por tanto, una revisión de marcas o cortes en los brazos.

Asimismo, este proceso requiere evaluar la situación que rodea las conductas autolesivas. Incluso aunque las conductas parezcan una forma de manipulación, como, por ejemplo, lograr ser trasladada a otro módulo más cercano a su pareja o ganar mayor atención del personal penitenciario, normalmente estas intenciones son multifactoriales. Las conductas autolesivas asociadas a motivos de manipulación pueden suponer un riesgo para la vida y, por lo tanto, deben ser tomadas en serio.

En relación con la detección de factores de victimización, la valoración del riesgo debe incluir también la evaluación de la frecuencia de estas experiencias y si el trauma aún sigue presente en la víctima. Por lo que se debe de hacer un cribado de riesgo de suicidio a todas las mujeres que sean víctimas de violencia de género.

En el caso de los hombres, han destacado la importancia de realizar una evaluación en profundidad del caso porque a veces tienden a ocultar los síntomas para no mostrar debilidad. Por tanto, es importante detectar posibles alteraciones psicopatologías desapercibidas y estados emocionales negativos, por lo que se tendrá también en cuenta si ha sido víctima de abusos previos y las pérdidas o rupturas de pareja.

Según Rafael Paniza portavoz de la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) el suicidio es un problema que existe en la sociedad y las prisiones no están ajenas a este problema, dentro hay personas con patologías mentales o adicciones, diversidad de delitos.

Pero ha considerado que hablar de perspectiva de género no tendría que darse en esta ocasión porque su trabajo es velar por la vida de las personas privadas de libertad y cada persona que está allí tiene unas circunstancias determinadas sin entrar en si son hombres o mujeres.

“Todos tenemos que hacer un trabajo para que exista el menor número de suicidios tengan el género que tengan y consideramos que los funcionarios hacemos un gran trabajo porque evitamos muertes. Pero más que perspectiva de género, hay que estudiar los casos individualizados», ha concluido.

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