La Guardia Civil irrumpe de madrugada en el domicilio de un matrimonio por error pero el CGPJ no lo considera como tal
El Equipo de Delincuencia Organizada Antidroga de la Policía Judicial de la Guardia Civil se equivocó de piso y tiró abajo la puerta que no era, la de un matrimonio que dormía plácidamente, al que le dieron el susto de su vida, además de destrozarle la entrada de la casa. La escena que se produjo fue muy parecida a la de la imagen, que no tiene relación con el caso en cuestión. Foto: Ministerio del Interior/Guardia Civil.

La Guardia Civil irrumpe de madrugada en el domicilio de un matrimonio por error pero el CGPJ no lo considera como tal

NO CONSIDERA QUE SEA INDEMNIZABLEFRANCISCO
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28/11/2022 06:48
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Actualizado: 28/11/2022 09:37
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Francisco D.G. y Pilar M.R. viven en Valdepeñas, localidad de Ciudad Real y se ganan la vida vendiendo churros. Todo el mundo les conoce en el pueblo. Son gente sencilla y trabajadora. Su vida transcurría apaciblemente hasta que llegó la madrugada del 23 de junio de 2018.

En medio de la noche fueron despertados por estruendos golpes en la puerta de la casa. Eran mazazos. Se sentían con mucha violencia. Pom. Pom. Pom. En ropa interior y muy asustados, Francisco y Pilar se acercaron a dicha puerta.

Al otro lado, en el descansillo de un primer piso de la localidad de Valdepeñas (Ciudad Real), se oía barullo, voces y fuertes golpes propinados sobre la cerradura y las bisagras.

Justo cuando iban a abrirla la puerta se vino abajo.

Cayó parcialmente sobre el hombro y el brazo izquierdo de la mujer.

Entre el polvo levantado se dieron de bruces con un número indeterminado de agentes de la Gaurdia Civil, el primero de ellos con el consabido ariete con el que suelen tirar las puertas. El resto, con la consabida parafernalia y con los típicos subfusiles, les apuntaban.

«¡¡¡Policía, Policía, al suelo…!!!», oyeron que gritaban.

«NOS HEMOS EQUIVOCADO, VÁMONOS»

Francisco y Pilar, ella muy dolorida, permanecieron en el suelo boca abajo, durante diez minutos que les parecieron horas. Hasta que uno de los agentes gritó, «¡Que nos hemos equivocado de vivienda!, ¡vámonos!», cuenta Fuentes Informadas.

Se habían equivocado de piso.

La vivienda de Francisco y Pilar no era el primero A, que era para la que el titular del Juzgado de Instrucción 2 de Valdepeñas, había autorizado la entrada y registro ante los sólidos indicios de que allí se estaba guardando cocaína y dinero de la venta de la droga.

El sospechoso en cuestión, conocido como Narciso, vivía en realidad, en otro piso del mismo bloque, cercano al de la pareja.

La operación «la realizó el Equipo de Delincuencia Organizada Antidroga de la Sección de Investigación Criminal de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Ciudad Real», escribe Francisco en la demanda que después interpuso ante el Ministerio de Justicia por los daños materiales, personales y morales sufridos por ambos.

Porque la cosa no quedó en el susto. Pilar tuvo que ser atendida esa noche, y su marido también, en el Hospital de Valdepeñas.

Ella, por las lesiones que le causó la puerta cuando cayó sobre ella. Pilar y su marido, además, necesitaron asistencia psicológica durante más de medio año.

Los miedos no se iban: estar dormido, despertar con gritos y mazazos en la puerta, que te lancen al suelo medio desnudo y encañonado con una pistola…

Francisco y Pilar quieren que el Estado les resarza de este error judicial.

Piden 9.179 euros por las lesiones físicas y psíquicas, para ella, y 14.500 euros para él. Y otros 51.800 para ambos por los daños morales y materiales, y legales.

Francisco, el protagonista de esta historia, en una foto tomada en su ciudad natal, Valdepeñas, donde sucedieron los acontecimientos que aquí se cuentan. Foto: Fuentes Informadas.

LA GUARDIA CIVIL NO CONSIGNÓ EL ERROR EN SU INFORME

Este asunto ha llegado al Ministerio de Justicia, merced a una demanda de Francisco, y aquél lo ha remitido al órgano que gobierna a los jueces, el Consejo del Poder Judicial (CGPJ).

Y este, en un informe, contrariamente a lo que se podría esperar, no les da la razón.

Dice el CGPJ que no está acreditado por parte de Francisco que la irrupción en su casa existiese.

Es decir, que solo consta un documento en el que los agentes dicen haber cumplimentado el registro en la vivienda… de Valdepeñas que ordenó el juez. Después del error fueron, certeramente, a la vivienda del tal Narciso. Los integrantes del operativos no refirieron, al parecer, el error cometido.

Este caso es muy similar a otro -en realidad los registros erróneos están a la orden del día entre las quejas más voluminosas de las que llegan a Justicia por clamorosas equivocaciones en registros a viviendas- que sufrió una modesta familia de Puente Genil (Córdoba).

Fue muy parecido, en el caso de Puente Genil también arrancaron la puerta, y al matrimonio y a un hijo que vivía con ellos, les arrojaron al suelo encoñados, sobre las seis de la madrugada.

Ella, recién operada de una hernia, tuvo que ser intervenida más tarde por las lesiones que sufrió al echarse al sueño encañonada. Justicia les indemnizó con unos 900 euros para poner la puerta.

Estuvieron un año viviendo en la casa sin poder cerrar la puerta. No tenían para ponerla. Aún están de pleitos con el Ministerio de Justicia. Ven injustos los 900 euros.

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