ERC quiere un referéndum en Cataluña que permita la independencia con solo el 27,4 % del electorado votando sí
Una vez obtenidos los indultos, la supresión del delito de sedición y la modificación del delito de malversación, ahora el siguiente objetivo de ERC es conseguir el referéndum. En la foto, el presidente autonómico catalán, Pere Aragonès, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien tiene la última palabra sobre este "deseo".

ERC quiere un referéndum en Cataluña que permita la independencia con solo el 27,4 % del electorado votando sí

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13/12/2022 06:52
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Actualizado: 13/12/2022 00:40
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Actualmente, en Cataluña tienen derecho a voto 5.624.067 personas, de los 7.780.479 que habitan esa Comunidad Autónoma. Lo que plantea ahora Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) es que el Gobierno permita un referéndum en el que solo con que el 27 % de esos votos sean afirmativos –1.546.681, para ser precisos– obtendrían la independencia.

Según su exposicion, solo sería necesaria una participación del 50 % de los electores, es decir, 2.812.033 votantes; con que el 55 % de ese número –el 1.546.681 citado– votara afirmativamente, ERC entendería que el pueblo catalán se habría pronunciado mayoritariamente a favor de la independencia. Así de simple.

Esa sería una «victoria clara» a favor del sí, según el marco de la ponencia política que la formación separatista someterá a la consideración de la militancia.

Este es uno de los requisitos que el partido propone incluir en un acuerdo de claridad con el Estado para sentar las bases de un referéndum de independencia en Cataluña, que se votará el 28 de enero en su congreso en Lleida y que será su hoja de ruta para los próximos cuatro años.

En la ponencia, consultada por Europa Press, ERC propone llevar la petición de celebrar un referéndum a la mesa del diálogo con el Gobierno y plantea las condiciones que, a su juicio, deberían recogerse en el acuerdo de claridad.

De acuerdo con Marta Vilalta, secretaria general adjunta y portavoz de ERC, esos fueron los umbrales del referéndum de independencia de Montenegro, que recibió el aval de las instituciones europeas, y que «dan la máxima legitimidad y un plus de homologación a nivel internacional».

El acuerdo por el referéndum tendría que «requerir una mayoría clara por el sí para empezar las negociaciones entre Catalunya y el Estado español para la constitución de la república catalana», según recoge la ponencia.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, apostó por primera vez por ese acuerdo de claridad en el Debate de Política General este año, a semejanza del acuerdo del Quebec (Canadá), para sentar las bases de un referéndum pactado.

La ponencia insta a abrir una «ronda de contactos, de conversaciones de país» para establecer las bases de ese consenso en torno al referéndum, recuperando las mayorías que los republicanos consideran que alcanzaron cotas máximas el 1 y el 3 de octubre de 2017.

Bajo el título ‘La vía democrática del referéndum’, se articula en dos bloques: una propuesta para hacer posible «la república catalana a través de un referéndum», que consideran que avala un 80 % de los catalanes, y otro bloque sobre buen gobierno, ha explicado en declaraciones a los medios la secretaria general adjunta y portavoz de ERC, Marta Vilalta.

Para abrir el debate en Cataluña sobre las condiciones que debería recoger el acuerdo de claridad, ERC propone, entre otros, considerar que ha ganado el ‘sí’ a la independencia si hay un mínimo de 50 % de participación y un 55 % a favor del sí.

QUE VOTEN LOS QUE HAYAN CUMPLIDO 16 AÑOS

La pregunta debería ser «clara, como la del referéndum del 1-O», y de ganar el sí debería abrirse una negociación entre los gobiernos catalán y central con mediación europea e internacional, según la ponencia.

ERC plantea que pueda votar en el referéndum cualquier persona residente en Cataluña mayor de 16 años y los no residentes con derecho a votar en las elecciones del Parlament, a semejanza de lo que ocurrió en Escocia el 2014.

La ponencia subraya que estos requisitos no son una propuesta cerrada, y fuentes del partido subrayan su finalidad es «empezar a generar debate» sobre las condiciones con otros actores políticos y sociales con el objetivo generar un consenso en Catalunya antes de trasladar la petición al Estado.

LOS «FRUTOS» DE LA NEGOCIACIÓN

La ponencia pone en valor los frutos de la negociación con el Gobierno sobre el conflicto en Catalunya, entre las que los republicanos destacan que han «hecho mover» al PSOE hasta avalar los indultos a los condenados por el 1-O y tramitar la derogación de la sedición.

Tras reformas del Código Penal que buscan conseguir los mismos «efectos» que una amnistía, es hora de abrir otra fase en la mesa del diálogo, centrada en la resolución del conflicto político; en esa fase enmarcan los republicanos la negociación del acuerdo de claridad para el referéndum.

«Nosotros no queremos imponer la república catalana a nadie. Lo que queremos es poderla decidir, que la ciudadanía tome esta decisión de forma participativa. Un referéndum es la máxima expresión de la voluntad democrática», ha sostenido Vilalta.

Con todo, ERC remarca en su ponencia que no renunciarán «a ningún instrumento democrático» que permita a los catalanes decidir sobre su futuro.

También advierten que otro de los retos pendientes es «parar la creciente polarización en que está inmersa una parte del independentismo», que atribuyen a la falta de consenso estratégico junto a otros factores ideológicos, tácticos, cambios de hegemonía en el liderazgos y concepciones distintas de la nación, en sus palabras.

BLOQUE SOBRE GOBERNANZA

En cuanto a las alianzas postelectorales, en el ámbito municipal la ponencia política apuesta por priorizar alianzas con partidos independentistas, pero avala pactos que permitan frenar a la «extrema derecha».

También reivindica las políticas de soberanía económica, energética, feminista, social y democrática que ha impulsado ERC, junto a la «soberanía lingüística y cultural fundamental para la construcción nacional y la cohesión social».

La ponencia reivindica algunas iniciativas impulsadas desde el Govern en esas direcciones, como el proyecto del Valle del Hidrógeno, la energética pública, el permiso para funcionarias de la Generalitat por duelo gestacional y dolor menstrual, la gratuidad del Infantil 2, o el escudo social contra la crisis.

También destacan el compromiso que ERC arrancó del Gobierno en el marco de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para parar la línea MAT, además del Pacte Nacional per la Llengua, la normativa frente al 25% judicial de castellano y el proyecto Aina.

Con todas estas políticas sobre buen gobierno –destacan los republicanos– ERC busca seguir «sumando mayorías» y atraer al proyecto republicano a nuevos votantes, reivindicando su voluntad de hacer política útil.

LOS MILITANTES YA LA TIENEN

La ponencia ha sido remitida este mismo lunes a los afiliados de ERC, que podrán presentar enmiendas que se debatirán en el congreso del 28 de enero, junto a otra reforma estatutaria «que adecua la norma organizativa del partido a los tiempos actuales» y modifica cuestiones técnicas.

El debate sobre las ponencias es la segunda parte del congreso de ERC, que en noviembre celebró una primera sesión en la que ratificó en su cargo al presidente del partido, Oriol Junqueras, y la secretaria general, Marta Rovira, en Suiza.

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