Firmas
La Justicia como valor supremo
11/9/2023 06:31
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Actualizado: 10/9/2023 23:53
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Cuando la intención, la acción o la omisión carecen de argumentos el discurso se empequeñece y cree encontrar un atajo, si quiera sea ocasional, en el pronunciamiento de frases campanudas que faciliten una vía de escape.
Cuenta el orador con el efecto sorpresa y se encomienda a la posibilidad de que sus palabras actúen en el cerebro de los demás como las bolas de pinball nada más ser percutidas: rebotando por toda la bóveda craneal sin encontrar agujero por el que quepan.
“La justicia emana del pueblo y no es patrimonio de nadie”
Esta fue la idea expresada por el Fiscal General del Estado (FGE) durante su intervención en el acto de apertura del año judicial celebrado el pasado jueves en el Salón de Plenos del Tribunal Supremo.
El axioma que comienza con las cinco primeras palabras del artículo 117 de la Constitución Española se redondea con una nota de no pertenencia que a todas luces confunde, deliberadamente o no, aquello que es patrimonio común de todos con lo que no tiene dueño.
Diríase que para el FGE la justicia es lo que los romanos llamaban «res nullius», la cosa que nunca tuvo dueño y por tanto es susceptible de ocupación por el primero que se la encuentre.
Este podrá aprehenderla y hacerla suya como quien hace de su capa un sayo y replicar, ante quien objete, que en realidad es de todos porque es uno de los valores superiores del ordenamiento jurídico que sostienen el Estado de Derecho (artículo 1 de la CE), “haberla cogido tú antes”.
Los valores no se secuestran
Pinball de dos bolas…, quizás las carambolas aturdan al espectador. Pero no, porque mire usted, los valores no se secuestran porque son el resultado de la sublimación de la ética social.
No se manipulan porque su intangibilidad no conjuga con chapuza. No se tiñen de colores según sople el aire porque el aire, que también es de todos, carece de color. No mutan sino que se abandonan, si es que alguna vez se los visitó, o se arrinconan.
El valor justicia (como la libertad, la igualdad o el pluralismo político) no funciona en los estados democráticos como concepto jurídico indeterminado al que cada uno pueda dar un contenido, el que más le convenga según el caso, porque nada hay mas contrario a su naturaleza y verdadera esencia.
Los valores imperantes en cualquier organización humana recogen aquellas consideraciones éticas que se entienden básicas para la convivencia en paz, y se protegen con su consagración constitucional en el convencimiento de que nunca estarán a salvo de cierto manoseo.
La justicia, la libertad, la igualdad, el pluralismo…, o vienen impresas de manera indeleble en el ADN de ciudadano como valores supremos o serán objeto de múltiples intentos de retorsión siempre interesada.
«La Justicia emana del pueblo»
En cualquier caso, conviene recordar que la cita completa del artículo 117 de la CE en su apartado 1: «La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley».
Sin duda la referencia normativa quedaría mas completa con la referencia constitucional del Ministerio Fiscal del artículo 124 de la CE, así en su apartado 1: «El Ministerio Fiscal, sin perjuicio de las funciones encomendadas a otros órganos, tiene por misión promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los interesados, así como velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante éstos la satisfacción del interés social».
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