Pilar Jaquete, socia gerente de Selier Abogados, cuenta a Confilegal la importancia de la conciliación y el buen ambiente laboral del despacho. Foto: Blanca Valdés.
Así entienden la profesión en Selier Abogados: de becario a senior, campamentos con niños para conciliar y festejar los éxitos siempre
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16/1/2024 06:33
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Actualizado: 15/1/2024 18:42
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Selier Abogados nació en noviembre de 2019 con el objetivo de dar unos servicios de alta calidad a empresas, pero siendo diferentes. Se definen como un despacho que tiene su propia cultura y sus propios valores al apostar por la conciliación, el buen ambiente laboral y el talento joven, que es la clave del éxito que les ha hecho facturar más de 3 millones de euros en cuatro años.
Y aunque Selier se fundó cuatro meses antes de la pandemia, contaban con una clara ventaja: tenían todos los expedientes digitalizados y las herramientas necesarias para poder teletrabajar, porque desde el principio, apostaron por la tecnología.
Meses en los que el área de laboral «fue una verdadera vorágine» al gestionar casi 400 ERTES, cuenta a Confilegal Pilar Jaquete, socia gerente del despacho. Sin embargo, sacar adelante todo el trabajo no sería posible sin un buen clima laboral y sin una buena conciliación.
En Selier tienen muchas políticas en esta materia: jornada flexible; jornada intensiva los viernes y todo el verano desde que acaban los colegios hasta el 15 de septiembre y teletrabajo en días no asignados para cuidar de los niños.
Y si cualquiera de los empleados acaba de tener un hijo, se incorporan con jornada intensiva y en teletrabajo hasta que el bebé cumple nueve meses.
«Cole por un día»
Pero estos no son los únicos aspectos que tienen en materia de conciliación. Organizan campamentos a los que llaman “Cole por un día” cuando los niños no tienen clase donde los empleados pueden llevar a sus hijos a la oficina para que pasen un buen rato con monitores. Un servicio que es totalmente gratuito.
Dependiendo de las edades, cuenta la socia, hacen talleres de galletas, comen en la oficina, les ponen películas o juegan al futbolín que tienen en la entrada al despacho. “Luego los padres les recogen a las 17:00 horas y se van felicísimos”.
“Antes los abogados tenían que pedirse de días vacaciones si no tenían colegio y ahora, con esto, se soluciona. Además, sirve mucho para fortalecer lazos entre las familias y eso hace que el clima laboral sea buenísimo”, cuenta.
Desconectar para poder reconectar
También tienen el llamado “Freestyle Day”, que son días libres que se pueden coger los trabajadores además de las vacaciones. Una medida que se creó con la idea de tener un día asueto al trimestre y que se incrementará hasta llegar, en un año, a dos días. Esto les permite desconectar para poder reconectar.
“Nosotros apostamos por esto cuando fichamos a personas en el despacho, y no todo el mundo cree en ello. Hay quien considera que para que sea rentable hay que tener jornadas leoninas o disponibilidad 24/7 con tu propio equipo, pero nosotros apostamos por la conciliación dentro de la responsabilidad de nuestras labores”.
Jaquete considera que hacer jornadas de 12 horas no puede ser una forma de vida porque el cuerpo no lo aguanta.
Por otro lado, la socia del despacho explica que la motivación también significa celebrar todos los éxitos porque eso une al equipo.
Y ya no sólo celebrar éxitos, sino también, crear ambientes más distendidos tomando un café y compartir con los compañeros. Por ejemplo, en las primeras navidades, que había pandemia, la fiesta la hicieron online donde fue un monologuista e hicieron juegos y concursos.
No existe la figura de abogados junior
Para ellos es fundamental el talento joven. «Son los futuros abogados y socios del despacho. Vienen a formarse, a aprender y nos volcamos mucho con ellos, a nosotros nos dan mucha frescura. Además, los clientes del futuro también son jóvenes como ellos y van a entender mejor sus necesidades”, detalla.
Desde que entran a hacer prácticas se les considera una persona más del equipo, de hecho, cuando terminan su formación, pasan a ser abogados senior, no existe la figura del junior porque, independientemente de la edad que tengan, ya tienen los conocimientos suficientes. Son colegiados, han pasado su licenciatura, su máster y el examen de acceso.
Ahora, “se incorporan como abogados mucho mejor que lo que nos incorporábamos nosotros en nuestra época”, confiesa.
Además en el despacho tienen Generación Selier, que es un proyecto que lanzaron el año pasado para la gente joven del despacho hasta los 35 años.
Quieren que aprendan a ser los mejores abogados del futuro “porque ser abogado no sólo es ser el mejor técnicamente, sino también saber qué espera el cliente de un letrado y saber cómo comunicar en medios o en redes los conocimientos sin que sea un texto jurídico incomprensible”.
Porque, al fin y al cabo, “estamos para dar soluciones y no problemas, y si el cliente no te entiende, es imposible ayudarle, hay que adaptarnos a su idioma para que le quede claro lo que le estás contando o aconsejando”.
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