“Aún se arrastran roles de otras épocas”: la realidad judicial de los padres que no pueden disfrutar de sus hijos
Los hombres, más "desprotegidos" de cara a la custodia de los menores tras un divorcio. Foto: Confilegal

“Aún se arrastran roles de otras épocas”: la realidad judicial de los padres que no pueden disfrutar de sus hijos

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19/3/2024 13:37
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Actualizado: 19/3/2024 16:06
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Este 19 de marzo se celebra el Día del Padre. Un día especial que refuerza el importante lazo que une a los hijos con su progenitor. Pero que, sin embargo, no puede ser celebrado por todos por igual. Y es que muchos son los padres que, debido a un proceso judicial, no pueden disfrutar de la presencia de sus hijos a su lado. Ni en el Día del Padre, ni durante el resto del año.

“Durante la convivencia de la pareja, generalmente, no se cuestionan obligaciones ni derechos de los progenitores. Pero cuando se produce la ruptura, de repente comienzan a desaparecer muchos derechos”. Así comienza para muchos padres la pesadilla tras la ruptura de la pareja, según cuenta a Confilegal la abogada experta en familia Ana Isabel Rodríguez.

Una pesadilla en la que, al menos idóneamente, lo principal debería ser “el interés superior de niños, niñas y adolescentes, que es el eje de todo procedimiento de familia”.

Sin embargo, este eje parece olvidarse. También el principio de igualdad de cara a la custodia del menor. Y es que, a pesar de la idoneidad de ambos progenitores para la custodia y guarda del menor, no siempre ésta se reconoce de cara a los padres.

“Mi experiencia como abogado de familia me permite decir que son contadas las ocasiones que, a pesar de pelearlo y merecerlo, se atribuye al padre una custodia monoparental. Éstas son generalmente concedidas a las madres. Considero, como apreciación personal, que aún se arrastran roles de otras épicas, manteniendo ese pensamiento arcaico de que los hijos están mejor con las madres”, lamenta la abogada.

Una distancia impuesta por las “madres-jueces”

“Existen estudios que demuestran los perjuicios que supone privar a los hijos de mantener una relación normalizada con ambos progenitores”, explica la abogada a Confilegal.

Un tiempo que, tal y como asegura Ana Rodríguez, pasa de forma distinta para los menores. “La medida del tiempo para los niños es más larga, el tiempo pasa más lento. Y todos esos meses o años sin ver a su padre supone una eternidad. Y en ocasiones, un sentimiento de culpa y rechazo: ¿Qué he hecho para que mi papá no quiera verme?”.

Cuestión que no siempre es de preocupación para las madres. Y es que es “habitual” encontrarse “con ese sentimiento de algunas madres de que los hijos son de su propiedad, erigiéndose en juez improvisado para decidir cuándo y cómo puede ver el padre a sus hijos. Desde el típico ‘lo verás cuando lo diga un juez’, a ‘es que no le voy a obligar si no quiere ir contigo’”.

Un tiempo que se puede prolongar incluso durante años. Tiempo en el que, según la abogada, no se da prioridad a “los procedimientos de ejecución de resolución judicial en caso de incumplimiento de régimen de visitas”. 

Ana I.Rodríguez
Ana Rodríguez, abogada experta en Familia del bufete Ana Rodríguez Abogados. Foto: Ana I.Rodríguez

“Mientras que los incumplimientos no tengan una respuesta inmediata por parte de la Justicia, una regulación específica y una valoración del daño causado, seguirán produciéndose porque, al final, no pasa nada”, lamenta.

Situación que se ve agravada por “la lentitud de la justicia”. Una lentitud generalizada de los tribunales que, en este caso, afecta especialmente a los menores y a sus padres. Algo que no se puede compensar ni con gruesas indemnizaciones.

“Hay una Sentencia del Tribunal Supremo 512/2009 que estimó una indemnización de 60.000 euros a favor del padre por daño moral. Daño que debe imputarse jurídicamente al progenitor que impide de manera efectiva las relaciones entre el menor y el otro progenitor”, explica la abogada a Confilegal.

Una indemnización insuficiente. “Es algo que escucho decir a mis clientes: no existe indemnización en el mundo que compense el no poder ver a sus hijos”.

La “bala de plata”, un nuevo enemigo para los padres durante el proceso de custodia

Una complicada situación para los padres que aún se complicó aún más con la llegada de la Ley Integran contra la Violencia de Género 1/2004. 

Normativa que confirió protección y derechos a las mujeres que pueden ser víctimas, pero “también les otorgó un poder ilimitado cuando se produce una ruptura de pareja conflictiva”.

La temida ‘bala de plata’ o falsa denuncia que se produce con fines espurios en los procedimientos de familia”, explica la abogada. Una situación en la que muchos hombres temen la denuncia «por violencia de género” tras la ruptura, y que cada vez es más habitual.

Situación que puede llevar a un padre, no sólo a los calabozos, sino a perder la esperanza incluso de conocer a sus hijos. Algo que pudo experimentar la abogada Ana Rodríguez en uno de sus casos.

“Una demanda de guarda, custodia y alimentos de un hijo que estaba por nacer que, al notificarse a la madre, tuvo como respuesta una denuncia por violencia de género hacia mi cliente. Ante la inconsistencia de lo denunciado, no se acordó orden de alejamiento, si bien nada impidió que mi cliente pasara la noche en el calabozo y la denuncia ha sido tramitada como delito leve, aún por enjuiciar. Lo terrible es el hecho de que mi cliente ha decidido desistir del procedimiento de familia ante el temor de ser denunciado nuevamente por la madre. No tendrá relación con su hijo recién nacido, ni lo conocerá. ¿Cómo es posible llegar a estas situaciones de temor y renuncia de derechos?”, lamenta la letrada.

Una realidad que persigue judicialmente a muchos hombres que, en este 19 de marzo, no pueden celebrar el Día del Padre junto a sus hijos.

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