Opinión | CIAM-CIAR, una Corte de arbitraje para Iberoamérica en español o portugués

El pasado 7 de marzo, con la presencia del Secretario General Iberoamericano y del Alcalde de Madrid, entre otras autoridades, se firmó el acuerdo de alianza entre el Centro Internacional de Arbitraje de Madrid (CIAM) y el Centro Iberoamericano de Arbitraje (CIAR), por virtud del cual CIAR integra toda su actividad arbitral en CIAM, que ahora se denomina CIAM-CIAR, con especial focalización en el mundo iberoamericano.

El CIAM fue constituido en el año 2020 por la Corte Española de Arbitraje, la Corte de Arbitraje de Madrid y la Corte Civil y Mercantil de Arbitraje, acuerdo al que posteriormente se sumó el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid, con objeto de convertir a la ciudad de Madrid en sede de preferencia para aquellos arbitrajes internacionales con partes iberoamericanas.

Por su parte, el CIAR se constituyó, bajo el impulso de la Secretaría General Iberoamericana y de la Unión Internacional de Abogados, por acuerdo de los jefes de estado y de gobierno iberoamericanos, adoptado en la ciudad de Veracruz en el año 2014. 

La vocación del CIAR fue también la de constituirse en un referente del arbitraje internacional en la región iberoamericana.

«Contar con una institución y unas sedes en las que se hable el mismo idioma, sus leyes de arbitraje tengan un mismo origen, sus derechos aplicables al fondo del asunto sean similares y que cuenten con una comunidad jurídica del máximo nivel, se presenta, no ya solo como una oportunidad, sino como un claro beneficio para los operadores iberoamericanos en el plano internacional»

CIAM-CIAR seguirá teniendo su oficina principal en Madrid y a ella se sumarán dos oficinas de CIAR, sitas en San José de Costa Rica y en Sao Paulo (Brasil).  

La institución se financiará con la suma de los actuales presupuestos de CIAM y CIAR.

Esta alianza no implica ningún cambio sustantivo en CIAM -–ahora CIAM-CIAR–, ni en su naturaleza jurídica, ni en la normativa aplicable de los arbitrajes que se administran en ella.

El Reglamento aplicable los procedimientos será el Reglamento del CIAM –ahora CIAM-CIAR–.

Los arbitrajes con alguna parte iberoamericana vienen a representar entre el 20 y el 25% de los arbitrajes internacionales que se presentan cada año en el mundo occidental. 

Es por ello, que el contar con una institución y unas sedes en las que se hable el mismo idioma, sus leyes de arbitraje tengan un mismo origen, sus derechos aplicables al fondo del asunto sean similares y que cuenten con una comunidad jurídica del máximo nivel, se presenta, no ya solo como una oportunidad, sino como un claro beneficio para los operadores iberoamericanos en el plano internacional.

CIAM y CIAR, pese a su reciente constitución, tienen ya una acreditada experiencia en ello, por lo que la suma del apoyo que al CIAM vienen prestando los despachos de abogados, el Club Español e Iberoamericano de Arbitraje, las empresas de ambos lados del Atlántico, las cámaras de comercio españolas y el ICAM; y al CIAR, la Secretaria General Iberoamericana, el Consejo General de la Abogacía Española, la UIBA, la CEOE y los colegios y cámaras de comercio iberoamericanos, tiene necesariamente que resultar en una historia de éxito en beneficio de la comunidad jurídica y empresarial iberoamericana.