Unas reseñas de clientes en Google se convierten en pruebas de malos tratos de una encargada a sus empleados
Los hechos contravenían la buena fe contractual y del principio de confianza del artículo 54.2 del Estatuto de los Trabajadores.

Unas reseñas de clientes en Google se convierten en pruebas de malos tratos de una encargada a sus empleados

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30/6/2024 06:31
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Actualizado: 29/6/2024 21:44
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Unas reseñas de clientes en Google han servido para demostrar las malas formas que una encargada tenía sobre los trabajadores de un supermercado de la empresa ECOMORA. Aunque eso sí, no era la única prueba que había para despedirla.

Entre esos comentarios puestos por clientes se podían ver frases como: “las formas de la encargada de dirigirse a un empleado concreto, un show”; la superior «debería tener mejor trato con sus empleados y clientes».

“Los trabajadores son muy simpáticos, agradables y están atentos al personal. Pero un detalle muy importante, la encargada no debería montar tantos números a sus trabajadores delante de los clientes, por lo demás encuentras todos los productos».

“La actual encargada será muy buena en la administración del centro, pero no debería salir del despacho. Es un bicho para echarle de comer aparte”, entre otras reseñas. 

La superior llevaba trabajando en la empresa desde 2008. Pero el 8 de junio de 2022 le entregaron la carta de despido por “una conducta continuada de abuso de autoridad en el ejercicio de sus funciones y malos tratos de palabra”.

Por lo que, de acuerdo con el convenio colectivo, sus hechos contravenían la buena fe contractual y del principio de confianza del artículo 54.2 del Estatuto de los Trabajadores.

Comenzaron a sospechar de la encargada por unas encuestas

La empresa tuvo conocimiento de sus comportamientos a través de unas encuestas realizadas a los trabajadores de manera anónima en la negociación del Plan de Igualdad, dice la sentencia dada a conocer a través de Caty Pou.

En uno de los documentos que los trabajadores tenían que rellenar varios de ellos explicaron que se encontraban bien en la empresa pero que sugerían cambiar a la encargada porque era imposible trabajar con ella. “Psicológicamente es machacante, su trato deja bastante que desear con los empleados y clientes, es una persona tan tóxica que no quiero dentro de mi vida”; «se dirige a nosotros de forma inadecuada sin empatizar con los empleados».

Otros comentaron que no tenía empatía ni con ellos ni con los clientes, que les humillaba y que les causaba ansiedad.

La trabajadora, disconforme con el despido, decidió demandar a la empresa. La mercantil presentó en el juicio varios testigos afectados y las reseñas de Google interpuestas por los clientes. El Juzgado de lo Social Nº2 de Albacete no le dio la razón y calificó su despido de procedente.

Por lo que recurrió la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha. Los magistrados encargados de resolver el caso han sido María Isabel Serrano (ponente), José Montiel y Ethel Honrubia en la sentencia 837/2024 de 10 de mayo.

En dicho recurso solicitó una revisión de los hechos probados de la sentencia de instancia. Manifestó que se añadiese que nunca había sido sancionada por ello, así como que había mantenido conversaciones de WhatsApp con los empleados en la que le felicitaban la Navidad o preguntaban por el estado de salud de su madre.

Pero los magistrados de la Sala de lo Social comentaron que todas esas pruebas ya las había valorado la juzgadora de instancia.

Una relación muy difícil

Por otro lado, alegó que los hechos habían prescrito. Pero los magistrados manifestaron que las faltas eran continuas y mantenidas en el tiempo. Y desde que se descubrieron los hechos a través de las encuestas hasta que fue despedida tras haber realizado las pertinentes investigaciones pasaron tres semanas.

Los magistrados, de acuerdo con la jueza de instancia, concluyeron que la relación de la encargada con los empleados era muy difícil. Les hablaba a voces de manera despectiva incluso delante de los clientes insultándoles y creándoles sentimientos de inutilidad.

Su actitud era apreciada por los clientes «hasta tal extremo de reflejar esa conducta en los comentarios y reseñas dejadas en Google, lo que es indicativo de que la actitud que mantenía con sus compañeros excedía con mucho de lo que puede ser una mera discrepancia de opinión o una orden en un momento concreto sobre el modo de llevar a cabo el trabajo». Por lo que han avalado el despido.

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