Una letrada, indignada por el trato denigrante del ICAAH al faltar a una guardia de oficio: “Mi hija estaba en estado crítico”
El 12 de julio fue el Día de la Justicia Gratuita y del Turno de Oficio, pero ese día la letrada Isabel Matas Gómez estaba viviendo un calvario. Sobre estas líneas, una imagen del salón de actos del ICAAH. Foto: ICAAH.

Una letrada, indignada por el trato denigrante del ICAAH al faltar a una guardia de oficio: “Mi hija estaba en estado crítico”

Aunque el Colegio luego se retractó, le abrieron un expediente de información, el paso previo al sancionador
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19/7/2024 10:00
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Actualizado: 19/7/2024 12:16
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El 12 de julio fue el Día de la Justicia Gratuita y del Turno de Oficio. Y mientras todos los Colegios de abogados estaban emitiendo mensajes sobre su dignificación, la letrada Isabel Matas Gómez, del Colegio de Abogados de Alcalá de Henares (ICAAH), estaba viviendo un calvario.

Su hija se puso muy enferma y estaba en estado crítico a más de 400 kilómetros del domicilio familiar. Y pese a comunicar la gravedad de la situación al Colegio y explicarles que no podría asistir ese día a la guardia del turno de oficio que tenía programada, le abrieron un expediente de información. Es el paso previo al sancionador.

La letrada, que lleva 27 años en ejercicio, de los cuales los últimos 24 han sido en el turno de oficio, cuenta a Confilegal que ese día se encontraba en su despacho cuando recibió la llamada de su hija mayor a las 11:30 alertándole de que su hermana estaba hospitalizada muy grave. «Mamá, vente para acá corriendo que los médicos dicen que está crítica», le dijo desde la otra punta del país.

A los 10 minutos, Matas Gómez envió un correo electrónico al ICAAH. En él les explicó que su hija estaba ingresada muy lejos de casa y que esa noche no podría hacer la guardia del turno de oficio de violencia de género, la cual empezaba a las 22:00 horas.

En ese mismo correo pidió disculpas porque, dada la urgencia de la situación, no podía comunicar la imposibilidad de hacer esa guardia a través del protocolo oficial. Es decir, mediante un formulario por escrito con 48 horas de antelación.

Además de mandarles el correo electrónico poniendo en copia a tres personas, decidió también llamar al ICAAH para asegurarse de que lo habían recibido y de que no se iba a causar un trastorno en el servicio. «La actuación por mi parte, dadas las circunstancias, no podía ser más impecable», comenta la letrada.

Insistían en que había que avisar con 48 horas de antelación

Tras exponerle la situación a la persona con la que estaba hablando por teléfono su respuesta fue: “tenías que haber avisado con 48 horas de antelación, descárgate el formulario para comunicar la renuncia”.

Pero la abogada estaba hablando con ella con una mano en el teléfono y con la otra buscando en el ordenador billetes de AVE para ir cuanto antes al hospital. De modo que le dijo a dicha trabajadora que, cuando pudiese, les mandaría toda la documentación necesaria. Acto seguido colgó la llamada y se marchó corriendo para poder estar con su hija. 

No volvió a saber nada del Colegio hasta pasados casi 5 días, cuando recibe un escrito en el buzón de comunicaciones en el que le dicen que se le había abierto un expediente de información por no haber asistido a la guardia. Es el paso previo a un expediente disciplinario.

En ese instante llamó al Colegio “como un basilisco” para decirles que dicha actuación era “una falta de sensibilidad y de empatía”.

La letrada formuló una queja

La respuesta que le dieron fue que había sido cosa de la empleada con la que había hablado por teléfono la primera vez. Por lo que decidió formular una queja contra dicha trabajadora por si se había producido una extralimitación de sus funciones o cualquier actuación irregular.

Y no fue hasta ayer, día 18 de julio, cuando la responsable de la Comisión del Turno de Oficio, Cándida Fernández, le envió una comunicación firmada a su nombre archivando el expediente.

“Lamentamos lo sucedido, reiterándole nuestras disculpas y deseándole a su hija una pronta recuperación”, dice la comunicación en la que alegan que desconocían lo que le había ocurrido. Algo que no era cierto porque, desde el primer momento, la letrada contó lo ocurrido.

A continuación, comenzó a recibir llamadas tanto de la Junta de Gobierno como del decano, Ángel Francisco Llamas, para pedirle disculpas y decirle “que no pasaba nada, que ya le habían archivado el expediente”. 

“Pero esto no es así”, relata la letrada. “Me hicieron llorar lo que no lloré en el hospital, estoy muy indignada con la situación porque, curiosamente, estos hechos ocurren el 12 de julio, día en el que todos los Colegios de Abogados se están poniendo la medallita del turno de oficio. Espero que esto no le ocurra a nadie más».

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