
En lo que va de verano, 14 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas por violencia de género. Lo que supone un total de 26 en todo este año.
Gema Cornejo, abogada: «el perfil del maltratador de violencia de género es narcisista, obsesivo, paranoico y paternalista»
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23/7/2024 05:35
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Actualizado: 22/7/2024 20:06
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En lo que va de verano, 14 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas. Lo que supone un total de 26 víctimas de violencia de género en 2024. Una cifra que no para de crecer puesto que, desde 2003, fecha en el que se comenzaron a contabilizar, ya son 1.270.
Las últimas cinco mujeres asesinadas, según datos del Ministerio de Igualdad, eran de Zaragoza, Valencia, Madrid, Tarragona y Alicante. Sólo una de ellas había denunciado previamente.
Sin embargo, en los últimos veranos se ha observado un aumento de víctimas en esta época. Se atribuye dicho incremento a pasar más tiempo de convivencia debido a las vacaciones.
Además, según Gema Cornejo, letrada experta en violencia de género de Winkels Abogados, con el aumento de las temperaturas también sube el consumo de alcohol. Lo que «suele desembocar en actos más violentos por parte de los agresores».
Esto también afecta a los niños. El número de menores huérfanos por violencia de género en España asciende a 17 en 2024 y a 450 desde 2013. La letrada recuerda que la Fundación ANAR ofrece ayuda a niños y adolescentes para gestionar la situación sufrida a través de profesionales especializados.
Cuatro perfiles distintos
El perfil del agresor, según la abogada, son cuatro. En primer lugar, está el narcisista, donde se sitúan los hombres «sociablemente hábiles que, además, sienten una profunda admiración por sí mismos» al sentirse superiores al resto.
Estos son celosos, controladores, carecen de empatía y no toleran las críticas porque ellos “nunca cometen errores”. Suelen espiar a sus parejas en las redes y utilizan el chantaje emocional.
Por otro lado, está el obsesivo. Son aquellos «inflexibles, controladores, perfeccionistas, irritables, no dominan sus impulsos, no muestran afecto y justifican siempre sus propios actos bajo el argumento de la necesidad de una perfección extrema».
Además, suelen mantener varias relaciones paralelas para luego elegir a las mujeres que mejor se adaptan a sus deseos y sobre las que tienen control total, explica la letrada.
En tercer lugar, está el paranoico, el cual busca a su pareja en redes sociales con el fin de conseguir «a la mujer perfecta» a la que luego controlarán. Y, por último, el paternalista.
«Se trataría de un perfil “enmascarado” porque trata a las mujeres como seres vulnerables a las que hay que proteger y, así, logran dos fines: minusvalorarlas y ejercer control sobre ellas».
La sociedad está fallando
Pero en lo que está fallando la sociedad, según la letrada es, sobre todo, en la falta de apoyo material a las víctimas, de sensibilidad y en la revictimización que sienten cuando cuentan lo que les sucede.
Recuerda que en 2009 asistió a una mujer cuyo marido fue condenado por tentativa de homicidio. La roció con gasolina y la prendió fuego. Además, también había abusos sexuales sobre los hijos.
A todo ese sufrimiento, detalla Cornejo, se añadió el que le produjeron los comentarios de la gente y la dificultad de encontrar trabajo. Le decían: «ahí va la quemada».
Y es que, para la letrada, es muy importante que sientan que tienen en apoyo de la sociedad sin fisuras que les haga sentirse fuertes y en el que sientan que no se les está juzgando. Pero el problema también es la falta de medios -tanto materiales como formales- en el sistema judicial.
Y aunque le consta el «gran esfuerzo» que realizan los jueces y el resto de operadores jurídicos que tienen contacto con mujeres víctimas de violencia de género en actualizar su formación, considera imprescindible la creación de juzgados especializados en esta materia en todos los partidos judiciales.
Pero es consciente que, a día de hoy, es una utopía. «Por desgracia seguimos encontrándonos en la inmensa mayoría de partidos judiciales con que los juzgados tienen competencias mixtas en los que, dependiendo del día, se instruye un robo con fuerza, un desahucio, un divorcio, o una agresión de un hombre a su pareja».
Cómo pueden las víctimas de violencia de género pedir ayuda
Preguntada por cómo pueden las víctimas acceder a los recursos legales y de apoyo disponibles, Cornejo destaca cuatro.
Por otro lado, la experta recuerda que es «absolutamente transcendental» crear una red de apoyo a amigos y familiares de víctimas para orientarles sobre cómo gestionar la situación y poder darles herramientas.
Asimismo, «existen numerosos organismos que ofrecen ayuda y atención a las víctimas en los que les explicarán todos los recursos legales t psicosociales de los que pueden disponer».
Por ejemplo, se puede acudir a las juntas municipales de distrito de los ayuntamientos para solicitar información o incluso en la sede física de muchos juzgados, donde hay oficinas de atención a la víctima a la que pueden acudir antes de declarar.
Por último, la letrada ha recordado que ante una agresión física de cualquier tipo, no duden en denuncia. Pues en su declaración judicial pueden estar acompañadas por la persona que ellos decidan e incluso, su psicólogo).
Y ante el maltrato psicológico (el más difícil de probar), que se apoyen en su entorno y pidan ayuda profesional sin perjuicio de que puedan interponer denuncia.
«Recordarles que no tienen de qué avergonzarse, que no tienen ninguna culpa de lo que les está sucediendo, que tienen derecho a vivir en paz y tranquilidad» y que vayan siempre con abogado.
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