En las 935 páginas del sumario de la Dana se recogen decenas de testimonios de este tipo, siendo la mayoría de víctimas gente mayor que, tal y como sostiene la juez, no tuvo oportunidad de ponerse a salvo. La magistrada apunta a la "evitabilidad" de los fallecimientos.
El sumario de la Dana constata que la mayoría de muertes se produjeron antes del envío de la alerta
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27/2/2025 05:35
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Actualizado: 26/2/2025 23:53
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El sumario de la Dana constata una realidad a la que venía apuntando la juez de Catarroja que investiga los «homicidios y lesiones imprudentes» que se produjeron el 29 de octubre.
La mayoría de fallecimientos se produjeron antes incluso de que llegase a los móviles de la población la alerta de las 20.11 horas, cuando el Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI), órgano de gestión de emergencias que se activa cuando se produce una crisis o catástrofe que requiere la intervención conjunta de distintas administraciones y cuerpos de seguridad, emitió el mensaje Es_Alert.
Así se recoge en decenas de testimonios sobre personas que perecieron en sus bajos, en ascensores o mientras trataban de rescatar sus vehículos.
Según la magistrada, del Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja, Nuria Ruiz Tobarra, el aviso fue «tardío y erróneo», porque además muchas de las víctimas murieron en garajes o plantas bajas sin que nadie les advirtiese de lo contrario.
Los primeros folios de los cerca de mil que componen este sumario se empezaron a redactar la mañana siguiente a las inundaciones, el 30 de octubre de 2024, para ordenar el levantamiento de cuerpos por parte de los médicos forenses y la formación de piezas separadas respecto de cada uno de los fallecidos.
Los familiares no pudieron hacer nada
Los familiares de las víctimas relataron en el juzgado cómo no pudieron hacer nada por salvarles la vida.
El primer fallecimiento lo comunicó a la jueza un empleado de una funeraria con quien había contactado una familia de Sedaví tras hallar muerto a uno de sus miembros, de 92 años, que residía solo en un bajo de la calle Senda de les Vaques.
La médico que redactó la «hoja de éxitus», del Hospital Peset de València, se negó a firmar el certificado de defunción por desconocer las causas del fallecimiento, según consta en el sumario.
En Sedaví, a una vecina de 87 años la encontraron «fallecida sentada en su sillón, posiblemente por ahogamiento, ya que el agua entró en la vivienda hasta 1,60 metros de altura, a través de varios cristales».
Francisco, de 74 años, bajó en pijama a las 19 horas al garaje de su vivienda, en la avenida Rambleta de Catarroja, a rescatar su Ford Kuga, y no pudo ya salir. La UME encontró su cuerpo dos días después y pudo ser identificado por las cicatrices de sus operaciones en ambos hombros y una pulsera de tela con la bandera de España.
Leonardo tuvo la mala suerte de resbalar, alrededor de las 19:00 horas, en la rampa de un garaje de la calle Joaquín Escribá de Catarroja. Un amigo le había dejado el coche y trató de ponerlo a salvo de la riada sin éxito.
En las 935 páginas del sumario se recogen decenas de testimonios de este tipo, siendo la mayoría de víctimas gente mayor que, tal y como sostiene la juez, no tuvo oportunidad de ponerse a salvo. La magistrada apunta a la «evitabilidad» de los fallecimientos.
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