Sobre estas líneas, José Ángel Sandín, CEO de Lefebvre, que explica el valor diferencial de GenIA-L Deep. Foto: Confilegal.
Lefebvre potencia GenIA-L, su IA generativa, con razonamiento profundo
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14/3/2025 05:35
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Actualizado: 14/3/2025 00:13
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Desde los albores de la inteligencia artificial en el ámbito jurídico, la búsqueda de un asistente verdaderamente capaz de comprender y razonar como un experto en derecho ha sido un desafío recurrente. La promesa de un sistema que no solo recupere información, sino que también analice, contraste y estructure respuestas fundamentadas, parecía aún lejana.
Sin embargo, Lefebvrev acaba de dar un paso determinante en esa dirección con la incorporación de capacidades de razonamiento profundo en su asistente jurídico GenIA-L.
El nuevo módulo, denominado GenIA-L Deep, se erige como la primera solución en el mundo que integra modelos de razonamiento profundo con una base de datos jurídica de gran alcance.
La combinación de estos elementos no solo optimiza la búsqueda de información, sino que transforma la forma en que se generan respuestas legales, agilizando procesos que tradicionalmente requerirían horas o días de trabajo de un profesional. ¿Podría esto marcar un antes y un después en la manera en que los abogados y asesores jurídicos ejercen su labor?
Según José Ángel Sandín, CEO de Lefebvre, este es el verdadero valor diferencial: “La confianza del usuario es nuestra prioridad. GenIA-L Deep no solo ofrece respuestas rápidas, sino que garantiza una base sólida en cada conclusión. La verificación es clave en el ámbito legal, donde cada matiz puede alterar la interpretación de un caso”.
Inteligencia artificial y derecho
El sector jurídico ha sido históricamente conservador en la adopción de nuevas tecnologías. No obstante, en la última década, la irrupción de la inteligencia artificial ha abierto un abanico de posibilidades impensables hasta hace poco.
De los primeros sistemas de recuperación documental a los actuales asistentes jurídicos basados en IA, el avance ha sido vertiginoso. Sin embargo, la clave del verdadero salto cualitativo reside en la capacidad de la IA para razonar y no solo recopilar información.
GenIA-L Deep representa precisamente esa evolución. Gracias a una sofisticada red de agentes de IA especializados en Mementos, jurisprudencia y normativa, la herramienta es capaz de comprender matices legales complejos y elaborar informes con una precisión que hasta ahora solo estaba al alcance de juristas experimentados.
Pero, ¿hasta qué punto puede sustituir el análisis humano? ¿Cuáles son los límites de esta tecnología en la interpretación normativa?
Transparencia y fiabilidad
Uno de los principales desafíos de la inteligencia artificial aplicada al derecho ha sido siempre la garantía de fiabilidad en las respuestas. La posibilidad de errores o interpretaciones sesgadas ha generado escepticismo entre los profesionales.
Lefebvre ha abordado esta cuestión introduciendo un proceso de verificación y autoevaluación, mediante el cual GenIA-L Deep no solo genera respuestas, sino que las somete a un control de coherencia interna. Además, desglosa las fuentes utilizadas, explicando el criterio con el que han sido seleccionadas y ponderadas.
Desde su lanzamiento en marzo de 2023, GenIA-L ha evolucionado de manera constante, consolidándose como una de las soluciones más avanzadas en el ámbito del legaltech. S
us capacidades abarcan desde la investigación y contrastación de fuentes jurídicas hasta la elaboración de estrategias legales con GenIA-L Juris y la generación automatizada de documentos con GenIA-L Docs+.
Con la incorporación de GenIA-L Deep, Lefebvre plantea un debate más amplio: ¿estamos ante el inicio de una nueva era en la práctica jurídica, donde la inteligencia artificial se convierte en un aliado indispensable? ¿Cómo afectará esta evolución a la profesión legal en términos de eficiencia, coste y calidad del servicio?
Lo que es indiscutible es que la irrupción de sistemas de IA con capacidades avanzadas de razonamiento no solo transformará la manera en que se accede a la información legal, sino que redefinirá la relación entre el derecho y la tecnología en los años venideros.
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