El informe constata un descenso de seis puntos porcentuales en la intención de exportar por parte de las organizaciones españolas. A pesar de ello, el 44% aún prevé aumentar sus ventas al exterior en los próximos doce meses, una cifra en línea con la media europea (43%) pero claramente inferior al promedio mundial (53%). Imagen generada por IA
La incertidumbre global y los aranceles frenan el empuje exportador de las empresas españolas, según Grant Thornton
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08/5/2025 11:50
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Actualizado: 08/5/2025 11:50
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El deterioro del entorno económico internacional, marcado por tensiones comerciales, guerras arancelarias y una creciente incertidumbre geopolítica, ya está teniendo un impacto tangible en el tejido empresarial español. Así lo revela el último International Business Report (IBR) de la firma Grant Thornton, que recoge la evolución trimestral de las expectativas de las compañías del middle-market a escala global.
El informe constata un descenso de seis puntos porcentuales en la intención de exportar por parte de las organizaciones españolas. A pesar de ello, el 44% aún prevé aumentar sus ventas al exterior en los próximos doce meses, una cifra en línea con la media europea (43%) pero claramente inferior al promedio mundial (53%).
La expectativa de crecimiento de ingresos provenientes de mercados no domésticos también cae hasta el 45%, dos puntos menos que el trimestre anterior, aunque todavía un leve repunte frente al mismo periodo de 2024.
Más preocupante es la caída de siete puntos en el número de empresas que planea expandir su presencia internacional, situándose ahora en el 41%. Esta tendencia negativa se replica en el resto de Europa (39%) y en la media global (48%), reflejando un contexto común de cautela comercial.
El optimismo cae, pero España sigue por delante de Europa
El pesimismo comienza a calar entre los líderes empresariales a nivel global. Por primera vez en dos años, el optimismo cae tres puntos hasta el 73%, según el estudio de Grant Thornton.
En España, la confianza empresarial se sitúa en un 63%, lo que representa una bajada de cuatro puntos respecto al trimestre anterior y de uno frente al mismo periodo del año pasado. Sin embargo, España sigue mostrando mayor optimismo que la media de la Unión Europea, donde la tasa se reduce al 58%.
“El complejo entorno económico global, marcado por las últimas decisiones arancelarias, está influyendo negativamente en el optimismo de nuestras organizaciones. Sin embargo, los empresarios han de aprovechar la posición estratégica de la economía española para mantener sus negocios competitivos y resilientes”, apunta Ramón Galcerán, presidente de Grant Thornton España.
En este sentido, el informe subraya que el 72% de los empresarios españoles considera que la buena marcha de la economía nacional tiene un impacto positivo o muy positivo en su actividad, y un 71% valora positivamente la pertenencia a la Unión Europea, citando como principales ventajas la movilidad de bienes y capitales (54%) y el apoyo financiero comunitario (40%).
Expectativas de ingresos y rentabilidad, a la baja pero estables
Pese al deterioro general, el 58% de las empresas españolas espera aumentar sus ingresos en los próximos doce meses, aunque esta cifra supone un retroceso de tres puntos y se mantiene en la media comunitaria. A escala global, el porcentaje asciende al 66%.
En términos de rentabilidad, el 55% de las organizaciones nacionales prevé incrementarla, un dato que permanece estable respecto al trimestre anterior, pero supera en seis puntos la media de la UE, aunque se sitúa ocho puntos por debajo del promedio mundial.
La capacidad de fijar precios, en cambio, sufre un retroceso: solo el 48% de las compañías espera aumentarlos, frente al 51% europeo y el 54% global. La prudencia parece imponerse como respuesta a la inflación y la volatilidad de los costes de producción.
Regulación, incertidumbre y geopolítica: amenazas crecientes
Las mayores amenazas para el tejido empresarial español son de índole regulatoria y macroeconómica. Un 51% de los empresarios señala los obstáculos normativos como una barrera creciente, cuatro puntos más que en el trimestre anterior y siete más que hace un año. Esta preocupación supera la media europea (47%) y se iguala con la global.
También la incertidumbre económica inquieta al 51% de las empresas, cuatro puntos más que en el trimestre anterior, lo que confirma una tendencia al alza. Globalmente, esta percepción se mantiene en torno al 55%.
Por su parte, la inestabilidad geopolítica es vista como un riesgo por el 47% de las compañías españolas, cinco puntos más que hace tres meses. En el entorno europeo y global se registra una evolución similar, con crecimientos generalizados en la percepción de este riesgo.
A estas preocupaciones se suman los costes energéticos (46%), los riesgos de ciberseguridad (44%), la escasez de talento cualificado (44%) y las posibles disrupciones en la cadena de suministro (43%).
Concentración bancaria: más ventajas que amenazas
Sobre el actual debate en torno a la concentración del sector bancario en España, (aún pendientes de la OPA entre el BBVA y el Sabadell) una amplia mayoría del 63% de las empresas la percibe como algo positivo para su negocio.
Solo el 20% considera que podría ser perjudicial, mientras que el 17% se muestra indiferente.
Entre las ventajas señaladas por los defensores de esta tendencia destacan una mayor capacidad de negociación (42%), la solidez del sistema (38%) y la mejora de la solvencia financiera (31%).
El talento resiste como prioridad estratégica
En medio de este clima de inestabilidad, el capital humano emerge como una de las principales prioridades para el empresariado español. Cerca de la mitad (48%) prevé aumentar su plantilla en el próximo año, cinco puntos más que en el trimestre anterior. Esta evolución contrasta con el descenso en la UE (41%) y la media global (56%).
El compromiso con la formación de los profesionales se mantiene estable: un 46% de las empresas continuará invirtiendo en cualificación, sin variaciones respecto al trimestre anterior ni al mismo periodo del año pasado.
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