La figura del abogado negociador puede ahorrar tiempo, costes y aliviar las cargas emocionales de los involucrados en el conflicto. Foto: Confilegal
De abogado a negociador: la mediación puede reducir a tres meses lo que en los tribunales supone cerca de dos años
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23/5/2025 05:35
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Actualizado: 23/5/2025 10:54
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La Ley Orgánica 1/2025 implantaba la obligación en España de utilizar los Medios Alternativos de Solución de Conflictos (MASC) antes de acudir a los tribunales; es decir, llevar a cabo un procedimiento negociador, antes del judicial. Una normativa que pronto ha generado la polémica, pero que pone de manifiesto una práctica extrajudicial que ya existía previamente en España. Y que, ahora, refuerza la idea del abogado como negociador y mediador en los conflictos.
«Antes incluso de la entrada en vigor de los MASC, ya era importante la faceta de negociador en el desempeño de la abogacía», explica a Confilegal Fernando Rodríguez Carrillo, asociado del departamento de litigación y arbitraje de Next Abogados.
Un papel en el que el letrado «salvaguardando los intereses de su cliente, consigue persuadir un acuerdo sin necesidad de acudir a los tribunales».
Negociación que puede evitar «largos procedimientos, reducir costes y, sobre todo, aliviar la carga emocional que conlleva un litigio», según Pilar Gomar, abogada del despacho de Ruiz Ballesteros. Eso sí, con la necesidad de un estudio e investigación previos.
«Es fundamental contar con un abogado negociador que debe saber cuándo es prudente ceder, y cuándo mantener una postura firme. El cliente debe evitar una mala negociación. Esto se puede traducir en un perjuicio posterior si finalmente tiene que acudir a juicio», explica la letrada.
El proceso negociador, una «solución rápida»
Así pues, para ambos profesionales, el llevar a cabo un proceso negociador «es considerablemente más rápido, lo que permite resolver los conflictos sin la espera prolongada de los tribunales».
«Un procedimiento judicial, en el mejor de los casos, puede durar dos años. Una mediación es un proceso que no suele durar más de tres o cuatro meses», asegura Rodríguez Carrillo.
Celeridad que no siempre puede aplicarse. Y es que hay algunas excepciones en la nueva normativa, en la que no es necesario acudir a los MASC. Por ejemplo, destaca Pilar Gomar, «en los casos relacionados con la familia y los menores. O en los procedimientos que requieren medidas cautelares urgentes».
«Personalmente, me plantea serias dudas que no se haya incluido entre las excepciones los procedimientos de desahucio. No considero lógico que a un arrendador se le obligue a iniciar un proceso de negociación con el arrendatario incumplidor, cunado lo más probable es que no se alcance acuerdo alguno», lamenta Rodríguez.
Sistema de negociación que, además, supone un nuevo reto para los abogados, tal y como explican los expertos a Confilegal. Y es que estos profesionales «deben ampliar sus habilidades negociadoras y de resolución de conflictos».
Un reto que también tienen de cara a los clientes. Y es que estos MASC «todavía no están muy arraigados en la sociedad española». Por lo que es necesaria una labor explicativa sobre «la normativa, posibilidades y consecuencias».
Los errores y desventajas de la mediación
Sin embargo, no todo es tan positivo, al menos de momento, de cara a la mediación del abogado negociador.
Así pues, Pilar Gomar establece una principal desventaja de esta mediación frente al procedimiento judicial.
«Aquel que piensa que tiene el 100% de la razón suele tener que ceder en algo, pero a cambio obtiene una solución a medida», explica la letrada. Algo a lo que se sumarían las posibles consecuencias negativas de una mala negociación, en el caso de acudir finalmente a los tribunales.
Y es aquí donde, para ambos expertos, radica el principal error en los procesos de mediación.
«El principal error que se suele cometer al iniciar un proceso de mediación es plantearlo como un procedimiento judicial y no como lo que es: un medio alternativo en el que un tercero imparcial trata de acercar posturas para alcanzar un acuerdo que satisfaga a todas las partes», explica Rodríguez Carrillo.
Un error que debe subsanarse, según Gomar, a través de una preparación del caso a conciencia. «Debes conocer a tu cliente y al contrario. Cuanta más información temas, mejor negociarás».
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