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Luces y sombras de la investigación criminal: El investigador (II)

Luces y sombras de la investigación criminal: El investigador (II)
El autor de la columna, Ángel Galán, es comisario principal honorario, fue jefe superior de Policía de Extremadura, es presidente del Instituto de Probática e Investigación Criminal y autor del libro “Introducción a la investigación de desaparecidos”. En este texto, primera entrega, explica las bases para una investigación eficaz. Foto: Confilegal.
08/4/2023 06:48
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Actualizado: 09/4/2023 07:59
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En la primera parte de este estudio sobre la investigación criminal se estipularon las variables que tenía un suceso para su análisis, tratando de discernir cómo debía de plasmarse la denuncia y como se estaba tratando ahora.

En la actualidad se define bien el hecho, pero de forma tan simple que se crean lagunas en cuanto a toda la información conexa a la denuncia que un hecho delictivo arrastra y que se está perdiendo.

A eso simplemente se estaba refiriendo en el caso de Deborah o en el caso Aurora, no estamos analizando investigaciones en sí, si no que estamos tratando de ver luces y sombras de la investigación en general. Luz será las herramientas que actualmente pueden ayudar a los investigadores, como son la informática, la inteligencia artificial, los medios de comunicación, etc.

Posteriormente vimos los primeros pasos que deben dar los expertos, esto es, que deben hacer los investigadores, tras la denuncia de un posible acto determinado, con lo que se puede deducir de forma clara si es o no delictivo, si bien la catalogación del acto en si deberá de definirlo el juez instructor.

En esos primeros pasos ya hablamos con muchas personas con relación a los hechos, lugar o víctima que nos permitirá tener una mejor visión de conjunto, al poder descartar a individuos por su imposibilidad de estar en el lugar, no poder franquear la entrada o desconocer la importancia de lo que se llevaron. Es mucho más importante el desechar como sospechosa a una persona, que el buscar pruebas contra ella, siendo además este método más seguro y mucho más eficiente. En el caso Wanninkhcof se buscaron pruebas contra la sospechosa, en el triple crimen de Burgos se buscó el perfil del autor

Tras lo anterior se analizó el informe pericial que supone la inspección ocular de la escena y el informe forense, si es que ha habido daños en las personas, y se tratará de aclarar cualquier duda que esos informes nos muestren, de tal forma que tengamos la seguridad de los datos e información concreta que esos peritos judiciales nos están aportando.

Igualmente tendremos que tener la certeza de que no ha habido ninguna contaminación en la escena. En muchos casos los primeros que llegan a la escena no son los que posteriormente investigarán, incluso no son ni siquiera  del  cuerpo  policial  que  posteriormente  investigará  el  caso. Sería imprescindible el que no se tocara nada hasta la llegada de los responsables de la inspección.

Es curioso en el caso de Deborah que el informe forense asegurase que el semen en vagina pertenecía sin género de dudas a una relación natural y solo dos años después especificaran a petición de la investigación, que también podría deberse a una introducción física con jeringuilla sin acto sexual alguno, o sea de forma artificial

Podríamos ver los catastróficos resultados que pueden producirse, en la intervención del servicio de urgencia sanitaria en la caso de Natividad Garayo en Santander, cuando desnudaron el cuerpo, lo cambiaron de posición y pisaron toda la zona, con lo que desapareció cualquier posibilidad de encontrar algún indicio o prueba sobre el hecho, esto es, contaminaron de tal forma la escena que hicieron imposible analizarla.

Es curioso en el caso de Deborah que el informe forense asegurase que el semen en vagina pertenecía sin género de dudas a una relación natural y solo dos años después especificaran a petición de la investigación, que también podría deberse a una introducción física con jeringuilla sin acto sexual alguno, o sea de forma artificial.

Esa afirmación en el informe forense inicial, hizo que el instructor no concediera entradas y registros en viviendas o vehículos que pertenecieran a individuos que se habían sometido a la prueba de ADN, dando negativo con relación al semen  al que hemos hecho referencia.

Todo lo anterior será la base en la que los investigadores del caso beberán para poder desarrollar su trabajo y eso nos conduce a los rasgos que debe tener un investigador.

Veamos ahora esos rasgos que debe tener el investigador.

CARACTERÍSTICAS DEL INVESTIGADOR

En primer lugar tendrá aptitud para la investigación y además deberá tener también actitud, si falla en alguna de ellas podrá ser investigador, pero nunca un buen investigador. Yo he mantenido y mantengo que el investigador nace y se pule a lo largo de años y experiencias.

Soy hijo de uno de los profesores de acuarela del pasado siglo y recuerdo que cada vez que me sentaba al lado de mi padre, y le pedía papel y lápiz o pinceles para plasmar lo que veía ante mí, en el papel como hacía él, me salía algo horroroso que no se parecía a nada a lo que estaba ante mis ojos y me desesperaba.

Con el tiempo pude darme cuenta que no tenía habilidad para pintar, esto es, me faltaba  la aptitud  por mucha  actitud  y constancia que pusiera o tuviera para realizar lo que pretendía. Mi padre sin embargo con un lápiz en la mano inmortalizaba en la servilleta de papel aquello que estaba viendo él tenía esa habilidad natural que es la aptitud, en este caso para la pintura.

Así que el investigador deberá tener esa capacidad natural  para percibir o comprender, razonar, relacionar individuos, situaciones, lugares, horas, etc. y que no todas las personas tienen.

Por tanto nos encontraremos con una persona intuitiva, observadora, creativa, ordenada y con visión espacial. Más de un gran investigador a nivel mundial ha afirmado que el investigador nace no se hace, yo me limito a afirmar que si no tiene aptitud nunca será un gran investigador. Pero además de este rasgo también necesita una buena actitud.

La actitud es el talante que emplea un individuo frente a la vida. Se puede decir que es su forma de ser o la responsabilidad con lo que realiza una determinada tarea.

La actitud nos muestra la manera en la cual el individuo  afronta diversas circunstancias de la vida, así se relaciona con la educación, la cultura, la ética y la sociedad en la cual se desenvuelve.

La actitud le dará alas para aprender técnicas y metodología en este campo, con paciencia, observación y fuerza de voluntad para mejorar, corrigiendo sus faltas iniciales, preguntando a los veteranos cuando dude.

Más de un gran investigador a nivel mundial ha afirmado que el investigador nace no se hace, yo me limito a afirmar que si no tiene aptitud nunca será un gran investigador. Pero además de este rasgo también necesita una buena actitud

Al mismo tiempo su creatividad le hará encontrar nuevos caminos que puedan llevarle antes a la resolución del caso o incluso a una nueva estrategia que le saque del túnel donde se encuentra en un momento determinado.

Cuando en el caso de Fernando Caldas en Santiago, se necesitaba saber si habían salido de Vigo los sospechosos y a qué hora volvieron. Los investigadores solicitaron una orden judicial para comprobar en los controles de las autopistas que salen y entran a Vigo desde la zona de Santiago, si habían circulado y a qué horas los vehículos que normalmente utilizaban dichas personas, demostrando que lo habían realizado una ida en la mañana y vuelta por la tarde y a las horas que había ocurrido.

Junto a la actitud también debe tener humildad, para ir cogiendo experiencia de los que la tienen mayor que él. Lo que antaño se entendía por aprender de sus mayores y que actualmente no es habitual en la sociedad.

Dice el catedrático de Psiquiatría de la Complutense José Luis Carrasco, “que la empatía en psiquiatría significa entender el sufrimiento del otro y ponerse solidariamente en su lugar. Pero en política, la empatía es afligirse por el sufrimiento de otro y cargar las culpas a otros.”

Nosotros debemos estar en el mismo campo que el psiquiatra, esto es, debemos entender el dolor y la inseguridad de la víctima o su familia, tratando de darles seguridad y esperanza, pero nunca debemos de dar expectativa donde ya no exista o al menos tratar de prepararles frente a la adversidad, a la vez que nos ponemos en la situación del autor, para tratar de percibir la necesidad de obrar como lo hace, ya que eso nos proporcionará conocer la cercanía y el conocimiento del autor con la víctima.

En nuestro caso, si no somos capaces de formar el perfil del autor, no debemos echar la culpa a peritos, fiscales, magistrados o incluso a nuestros superiores jerárquicos, ya que siempre tendremos la posibilidad de hacer que esos profesionales cambien de postura, razonándoles y probándoles  que lo que pedimos es necesario para comprobar o probar lo que estamos buscando.

Así que en la actitud se busca que puedan tener o adquirir disciplina, sensibilidad, lógica, paciencia, objetividad, método y rigor.

Deberíamos preguntarnos ahora, si en las instituciones policiales que existen en nuestro país, se hace algo de los que venimos comentando. Yo creo que no, pero es difícil que sea de otra manera cuando lo que piensa la propia sociedad, es que todos somos iguales y que servimos para todas las cosas.

Como pueden colegir de ello, ni la actitud tiene importancia y mucho menos la aptitud. Esta es otra de las sombras de la investigación de hoy en día, mientras que la luz es todo lo que la ciencia y tecnología ha mejorado poniendo herramientas mucho mejores a su disposición.

FORMACIÓN DEL INVESTIGADOR

La experiencia es absolutamente necesaria para enseñar y ya se practica en otras profesiones, como puede ser la medicina con los MIR, pero se está rechazando en muchas otras profesiones donde parece que las nuevas herramientas digitales y la inteligencia artificial, van a resolver los problemas de la sociedad humana, sin el ser humano.

Es posible enseñar todo tipo de conocimientos, pero ni todos los humanos son capaces de memorizarlos, ni son capaces de entenderlos.

Es por ello que muchas personas fracasan en las oposiciones de juez, al no poder memorizar los alrededor de 500 temas, carecen de esa aptitud.

Visto lo anterior, mantengo que la formación de investigadores debe estar precedida de una selección que nos permita escoger a las personas que tengan aptitud y durante el aprendizaje se comprobará si hemos fallado en la elección o si no reúne las características de actitud que va a necesitar.

Tanto la selección, como le formación deberá ser realizada por profesionales investigadores reputados en sus respectivas organizaciones y si en ellas se carece de ese tipo de profesional, donde sepamos que existe ese tipo de experto.

Siempre me resultó curioso que a los profesionales operativos en inteligencia de muchos países, les preparara el Mossad, pero que de ello no se sacara la conclusión tan clara que tiene.

Supongo que una vez dicho todo lo anterior, la posibilidad de elegir tanto seleccionador como profesorado, tendrá muchos caminos. Yo voy a decantarme por el que mejor conozco, aunque no sé si será el óptimo.

En 1970 cuando estaba en la Escuela General de Policía como subinspector alumno de dicho centro, una vez aprobada la oposición para el entonces Cuerpo General de Policía, las asignaturas nos eran impartidas por profesionales en activo y además de reconocido prestigio en las diferentes áreas de conocimiento, así el que nos impartía la medicina legal era el responsable máximo de medicina del Cuerpo General de Policía.

El responsable de enseñarnos la investigación criminal era Antonio Viqueira, reconocido no solo en España, si no en medio mundo. Luego los mejor puntuados en esa área, eran los que tenían más aptitud para desempeñar la función.

La unificación de la Policía Armada con el Cuerpo General de Policía se materializó en 1986 dando lugar al actual Cuerpo Nacional de Policía. Se había pasado de dos cuerpos uno de seguridad de 60.000 efectivos y otro e investigación de 6.000 a uno de seguridad e investigación de 66.00

Posteriormente una vez terminada la escuela, salíamos destinados a Comisarías locales o de distrito, si eran ciudades con más de una comisaría y ahí nos forjábamos en otro área importante, la redacción de diligencias y la toma de testimonios, bajo la dirección de un veterano inspector jefe, que las leía y corregía lo que consideraba, de tal manera que salían de la entonces Inspección de Guardia, ahora Oficina de Denuncias, en óptimas condiciones, pero a la vez nos iban enseñando la realidad cotidiana, así como la mejor forma de preguntar y de redactar

Es de esas oficinas de donde el inspector jefe que dirigía el grupo de investigación criminal, sacaba a aquellos que eran capaces de expresar con nitidez la denuncia, y además en las tomas de testimonio, realizaba ya una básica investigación, para que cuando llegara al grupo, tuvieran claro como se había desarrollado y las personas que podrían haberlo ejecutado o al menos las características que debieran tener los autores., así como posibles testigos.

Siempre agradeceré al inspector jefe Valentín Pingarrón, jefe del grupo de Investigación Criminal de la comisaría del Distrito de Cuatro Caminos en Madrid que me eligiera y me enseñara. Él fue, junto a Viqueira, el que me hizo entender y amar la investigación criminal y la justicia.

Todo lo que buscaba en testimonios y pruebas, era con el fin de crear el perfil que debía de tener el autor o autores del delito, sin preocuparse del nombre. Posteriormente decía “de todos los sospechosos que tenemos, quien cumple con ese perfil”. A veces no había nadie y entonces nos decía, pues tenemos que seguir buscando, porque todavía no hemos dado con él.

Del grupo si sobresalía, le llamaban de la Brigada Provincial y le ofrecían un puesto y desde ahí, si seguía despuntando, le ofrecían un puesto de investigador en la Brigada de Investigación Criminal Central (BIC central) y competencia en todo el territorio nacional. Era el “sumun” había tocado techo.

Como se puede ver el aprendizaje era continuo y solo subías otro peldaño, si eras bueno y comenzaba a hablarse de ti en un escalón superior. Era la luz de la investigación criminal, puesto que en aquella época no había destinos de seguridad ciudadana. Ese campo lo ocupaba la Policía Armada.

La unificación de la Policía Armada con el Cuerpo General de Policía se materializó en 1986 dando lugar al actual Cuerpo Nacional de Policía. Se había pasado de dos cuerpos uno de seguridad de 60.000 efectivos y otro e investigación de 6.000 a uno de seguridad e investigación de 66.000.

Esto crearía a largo plazo otra de las sombras en la investigación. Mientras que anteriormente solo podían estar en investigación, científica, o inspecciones de guardia, todo era del área investigadora ahora lo más extenso es la seguridad ciudadana como es lógico y en general al menos un 80% de los destinos están fuera de la investigación, con lo que al perder especialidad y tiempo de experiencia, los investigadores no llegan a madurar lo suficiente en la mayoría de los casos.
A partir de aquí habrá que analizar el enlace entre investigación e instrucción del sumario, que dejaremos para otro día.

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