Borgen y la situación política en España
Tras los resultados de las elecciones generales del 20D, asistimos expectantes a las negociaciones que están llevando a cabo los principales partidos políticos con el propósito de lograr la ansiada mayoría parlamentaria que les permita formar gobierno. Algo que no parece fácil, de momento.
Y eso me lleva a recordar la escena de la aclamada serie danesa Borgen, donde su principal protagonista, Brigitte Nyborg, dialoga con su mentor Bent Sejrø, sobre las dudas que tiene para poder negociar con unos o con otros a la hora de lograr un acuerdo en Dinamarca para formar un gobierno estable. Porque para ella, como debería ocurrirle a cualquier gobernante, lo más importante es el talante dialogante y el poder de persuasión. Pero por encima de todo, la necesidad de llevar a buen puerto su programa de gobierno.
En ese momento clave Bent Sejrø la sube a lo alto del edificio de Borgen, en plena negociación para conseguir la Presidencia del Gobierno, y le explica cómo conseguir el poder y mantenerlo (Temporada 1, episodio 2):
– Bent Sejrø: Mira. ¡Maldita sea! Todo esto puede ser tuyo, pero el poder no es un cachorrito encantador que salta a tu regazo y se queda ahí tranquilito. Tienes que domarlo y sujetarlo porque si no, desaparece. La pregunta relevante es quién puede contar hasta 90 (que son los votos necesarios para formar gobierno). ¿Quién puede contar hasta 90, Birgitte?
– Brigitte Nyborg: Yo.
– Bent Sejrø: ¿Tienes el valor?
– Brigitte Nyborg: (Asiente con la cabeza).
Seguro que estos días Mariano Rajoy y Pedro Sánchez se han encontrado ante un dilema similar. Ellos deben sumar 176 escaños que son los necesarios para formar una mayoría absoluta en nuestro país.
Aunque el Partido Popular ganó las elecciones con el 28,7% de los votos y 123 escaños (de los que ha perdido uno, al abandonar Pedro Gómez de la Serna y unirse al grupo mixto tras ser investigado por Anticorrupción por el presunto cobro de comisiones ilegales), esto no le permite poder gobernar.
De ahí, que otras fuerzas políticas negocien otra opciones a la hora de conformar una mayoría que les permita la gobernabilidad del país, antes de tener que recurrir a unas nuevas elecciones generales.
De momento, sobre el papel, el único que podría sumar esos 176 es el socialista Pedro Sánchez, puesto que al actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, todos los grupos parlamentarios (salvo Ciudadanos, que se abstendría) le han negado su apoyo.
El PSOE, que obtuvo 90 diputados, podría sumar a su “pacto de izquierdas” los 69 escaños conseguidos por Podemos, los 2 de Izquierda Unida y los votos de los 9 de ERC y los 8 de Democracia y Libertad. En total sumaría 178 diputados que le otorgarían una mayoría suficiente para gobernar.
Pero ¿a qué precio?. Tendría que superar las líneas rojas sobre el referéndum independentista y pactar con partidos secesionistas. Algo que acaba de provocarle un nuevo enfrentamiento dentro de su propio partido. Algunos “barones” han criticado duramente su última decisión de “ceder” 4 escaños en el Senado para que los independentistas catalanes, ERC y Democracia y Libertad, tengan grupo propio, calificándola de “inexplicable” e «indeseable”.
Sin embargo, Pedro Sánchez está seguro de que es posible llegar a un acuerdo que le permita conseguir el poder, formar Gobierno. No quiere arriesgarse a ir a unas nuevas elecciones que podrían acabar con su liderazgo dentro del PSOE.
Y es que, en el fondo, todos los políticos tienen su agenda oculta.
Para Mariano Rajoy no lograr formar el gobierno de coalición que ansía (PP, PSOE y Ciudadanos) podría suponer tener que dar un paso atrás (como acaba de hacer Artur Mas) y ceder su puesto a otro dirigente del PP. Pese a que todos su miembros cierren filas.
Para Pedro Sánchez, ir a unas nuevas elecciones podría suponerle no ser el candidato a La Moncloa. Muchos, en su partido, se preguntan cómo y cuándo propiciar el relevo de Sánchez para evitar que sea él de nuevo el candidato.
Mientras tanto, los líderes de los denominados partidos emergentes (Podemos y Ciudadanos), analizan qué es mejor para sus formaciones ¿ir a unas nuevas elecciones? (donde podía prevalecer el voto útil y cambiar los resultados del 20D) ¿o intentar formar parte de un gobierno, aunque no lo lideren? (y cómo explicar ese cambio de aptitud a sus votantes).
Deberíamos aprender más de la ficción política y de su amplitud de miras. Precisamente, en Borgen, en la última temporada de la serie, a la protagonista le plantean la posibilidad de liderar el país, solo con 13 escaños, y ella, -en un alarde de generosidad política- decide rechazar el puesto por el bien de Dinamarca.
Pero claro, eso es ficción y en la política real priman otros intereses.
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