Los investigadores del asesinato de Isabel Carrasco desmontan la coartada de la hija de la asesina
El inspector jefe, Alfonso Santocildes, quien llevó a cabo la dirección de la investigación del asesinato; en la foto pequeña, Triana Martínez, cuya coartada han desmontado. EP.

Los investigadores del asesinato de Isabel Carrasco desmontan la coartada de la hija de la asesina

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25/1/2016 15:42
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Actualizado: 25/1/2016 15:43
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Los policías judiciales del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) que investigaron el crimen de Isabel Carrasco, desmontaron, ante el tribunal del jurado, la coartada de Triana Martínez, hija de la asesina –y la estrategia de la defensa-, implicándola en lo que a todas luces comienza a aparecer como lo que era en un principio: un asesinato premeditado con todas las consecuencias

“No os molestéis en buscar el arma en el río porque no está allí. La tiene una tercera persona”, le dijo Montserrat González el día de los hechos a Alfonso Santocildes, jefe de la Unidad de Delitos Graves del CNP de Burgos, y a un compañero, con el que formó equipo en esta investigación.

La revelación se produjo durante el encuentro que propiciaron entre madre e hija al día siguiente de sucedidos los hechos para que ambas se tranquilizaran.

En ese momento, la madre le dijo a la hija “tranquila que voy a declarar que he sido yo. Tú vas a quedar en la calle porque voy a declarar que tú no tienes nada que ver”, según los policías.

Ambos habían sido designados por el jefe superior de Policía de Castilla-León para hacerse cargo de la investigación con el fin de evitar que las relaciones personales de las sospechosas –esposa e hija del comisario de Astorga – con los miembros locales de la Policía pudieran impedir descubrir la verdad.

Según han relatado, Montserrat González les contó que le había dicho a Triana “deshazte de esto” al entregarle el bolso con el revólver dentro; se lo dio en el pasadizo existente entre la Plaza del Mercado Colón y la Gran Vía San Marcos.

La asesina declaró ante el juez que había tirado el bolso cuando emprendió la huida, tras matar a Isabel Carrasco.

Cuando Triana fue interrogada por el fiscal en la Audiencia Provincial de León ratificó la versión dada por su madre en sede judicial y afirmó que Montserrat había arrojado el revólver en la calle y que ella lo había recogido porque pensó que podría tratarse de una pistola de su padre.

Fue en ese encuentro, durante una pequeña discusión que tuvieron madre e hija, cuando Triana le dijo a Montserrat: «¡Mamá!, ¡ni se te ocurra decir quién tiene el arma, que es policía!».

La joven –de acuerdo con los policías- pronunció esas palabras entre dientes..

Santocildes precisó, ante el tribunal, que en ningún momento ofreció ningún trato a las dos detenidas para que confesaran y que era «una barbaridad absoluta» que les dijera que iba a hacer aparecer el arma en una alcantarilla para exculpar a Raquel Gago, como han manifestado en otras jornadas del juicio las defensas de las tres acusadas del crimen.

En cuanto a la entrega del revólver por parte de Raquel Gago, los han explicado que otro agente recibió una llamada de la policía local para contarle que había encontrado en su coche un bolso que contenía el arma y que se desplazaron a su domicilio, junto a otros agentes, para recoger el arma y tomar declaración a Gago, que se encontraba «nerviosa».

El revólver apareció 30 horas después del crimen.

Uno de los policías de Burgos ha dicho que no entiende la participación de Gago en los hechos. «No entendía la participación de Raquel en ese momento y sigo sin entenderla», sentenció. Y reconoció que hubiera tenido «tiempo de sobra» para deshacerse del arma. CONFILEGAL/EP.

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