Un hijo de un vocal se presenta a funcionario del CGPJ, pero no sale
Rafael Fernández Valverde, a la izquierda, recibiendo la condecoración de San Raimundo de Peñafort de manos de su compañero de Consejo, Gerardo Martínez Tristán, que no votó a su hijo; el acto tuvo lugar el 20 de diciembre de 2013. Confilegal.

Un hijo de un vocal se presenta a funcionario del CGPJ, pero no sale

|
31/3/2016 17:55
|
Actualizado: 31/3/2016 18:17
|

En el Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de hoy se ha presentado, como candidato a Jefe de Sección de la Unidad de Apoyo a la Secretaría General -nivel 30 y 44.353 euros anuales de complemento específico- el fiscal Rafael Fernández, hijo del vocal y magistrado de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, Rafael Fernández Valverde.

El trabajo al que optaba consiste en coordinar las actividades de la gestión de la Unidad de Apoyo a las causas por corrupción, conocida por sus siglas UACC, tanto en el ámbito nacional como internacional. En su momento fue vendida a bombo y platillo por el presidente Lesmes en su comparecencia del 25 de noviembre de 2014 ante la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados.

«La UACC, que se configura como una unidad de carácter técnico al servicio de los jueces y magistrados integrada en la Secretaría General del Consejo, detectará y evaluará los problemas que puedan existir en los órganos judiciales que lleven causas por corrupción y formulará a la Comisión Permanente las propuestas necesarias para solucionarlos», se puede leer en el portal del CGPJ. Pero la cosa no ha terminado de arrancar.

Por eso se ha convocado esta plaza, para ver si despega de una vez por todas.

Rafael Fernández junior se las ha tenido que ver con tres rivales: Alejandra Frías, magistrada en servicios especiales, actualmente asesora en el Ministerio de Justicia, Blanca Cano, técnico de la Administración del Estado -la preferida de Joaquín Vives de la Cortada Ferrer-Calbetó, el secretario general del Consejo- y Cristina Palacios, juez de Adscripción Territorial en Toledo.

Y no ha salido muy bien parado, la verdad. Porque no se ve muy bien que los hijos de vocales opten a puestos como estos porque dan lugar a rumores y a críticas de nepotismo, si salen, como bien saben en el Tribunal de Cuentas.

Su padre -la única persona que ha repetido en dos mandatos como vocal del CGPJ y uno de los hombres de más confianza del presidente Lesmes- se ha ausentado de la votación por una cuestión ética y estética.

Cuando regresó al Salón de Plenos, Fernández Valverde se llevó una sorpresa.

Su hijo Rafael había obtenido un voto.

El de su compañero Vicente Guilarte, que debe tenerle mucho cariño y ha debido apreciar el esfuerzo personal del retoño fiscal del magistrado por optar a un puesto en el que todo iba, para él, a contracorriente. Porque, desde el punto de vista estético -y la estética lo es todo en esto de la política- no era muy vendible.

El gato al agua se lo llevó finalmente la JAT Palacios, que sacó 8 votos, uno más que la «favorita», Blanca Cano, lo que vuelve a recordar aquel viejo dicho del CGPJ, «las perdices en el Consejo entran congeladas y salen volando».

Alejandra Frías sólo obtuvo 4 votos.

Ahora, a ver si con la nueva jefa consiguen que despegue el invento de la UACC, o terminan de enterrarlo.

Fernández Valverde ya fue noticia en 2013.

Entonces su compañera sentimental, Blanca Lozano Cutanda, abogada del bufete Gómez Acebo y Pombo, se presentó a una plaza de magistrada de la sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, en la que sirve Fernández Valverde, por el turno de magistrados de reconocido prestigio.

Tampoco salió.

Los vocales del momento no vieron con buenos ojos la cosa.

Resultó elegido José Juan Suay Rincón, catedrático de Derecho Administrativo en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que obtuvo 13 votos frente a los 3 que recibió Lozano Cutanda; 5 quedaron en blanco.

LA PRESIDENCIA DE LA AP DE MURCIA

La Presidencia de la AP de Murcia, a la que se presentaban dos candidatos, Miguel Ángel Larrosa Amante, magistrado de la sección novena de la Audiencia de Alicante, con sede en Elche -miembro de Jueces para la Democracia (JpD)- y José Manuel Nicolás Manzanares, presidente de la sección quinta de la Audiencia Provincial de Murcia, con sede en Cartagena -miembro de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM)-, también tuvo su intrahistoria.

Juan Martínez Moya, vocal conservador del CGPJ, miembro del «sanedrín» de la Comisión Permanente, y expresidente del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, apoyaba firmemente a Nicolás Manzanares, lo mismo que Juan Manuel Fernández, también conservador, los dos miembros de la APM.

En este caso, el presidente Carlos Lesmes optó por la candidatura de Larrosa, para «compensar» la elección de Antonio Recio -miembro de la APM- en la Presidencia de la Audiencia Provincial de Barcelona, en detrimento de la magistrada de JpD, Angels Vives.

Además de contar con los votos de los ocho vocales progresistas, del de Enrique Lucas, elegido por el PNV, del presidente y de los conservadores Fernando Grande-Marlaska y Gerardo Martínez Tristán -compañeros suyos de promoción, que esto suele unir mucho-, y Guilarte, que últimamente va mucho de por libre, sumó cuatro votos más del «otro lado», entre ellos los de Ángeles Carmona, Wenceslao Olea y Carmen Llombart, que votó muy gustosa contra el candidato de su propia asociación.

Fue su forma de devolverle a Martínez Moya el apoyo que éste prestó, en una pasada votación, a la candidatura de la actual presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, Pilar de la Oliva, en contra del candidato de Llombart, Vicente Magro, presidente de la Audiencia Provincial de Alicante, también de la APM.

Donde las dan las toman, como dice el refrán.

MACÍAS NO LO PUEDE TODO

El vocal Mario Macías, en esta ocasión no pudo hacer bingo en sus dos apuestas, no todo se puede, aun siendo la «estrella emergente» del Consejo.

Jugar a poker descubierto tiene estas cosas.

La primera de ellas, la de la Presidencia de la Audiencia Provincial de Barcelona, salió a pedir de boca. Antonio Recio presidente.

La segunda, el asalto a la Dirección del Servicio de Formación Continua de la Escuela Judicial, con base en Madrid, vacante por la salida de Carlos Uribe tras diez años a su frente, resultó un fiasco en toda regla.

Macías, abogado de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira y magistrado excedente, tenía mucho interés en que su candidato, José Luis Fernández Villalobos -APM también- se hiciera con ella. Porque el vocal tiene un gran interés en abrir la formación a agentes externos al Consejo, como despachos y universidades.

Su gozo se quedó en un pozo.

Fernández Villalobos, juez de Vigilancia Penitenciaria 3 de Andalucía, son sede en Málaga, obtuvo sólo 1 voto.

Se impuso, con 15, Luisa Roldán, subdirectora de este servicio desde hace tres años, y miembro de la Francisco de Vitoria; Santiago Senén Martínez, titular del Juzgado de lo Mercantil 7 de Madrid, doctor cum laude en materia de endeudamiento y segunda oportunidad, un hombre muy respetado por los suyos, consiguió sólo 4.

En este caso Lesmes no votó.

La historia no se cierra aquí. Roldán, como todos los letrados del CGPJ, tiene que renovar anualmente su puesto, por lo que es posible que el próximo año, por estas fechas, la historia se vuelva a repetir.

Cosas de la política judicial.

Noticias Relacionadas:
Lo último en Mundo Judicial